Google rompe con Huawei y deja a sus móviles sin sus ‘apps’ ni actualizaciones de Android
La compañía china aseguraba el sábado contar con un plan B, un sistema operativo propio
La relación entre Google y Huawei parece haber quedado dañada de muerte tras la ofensiva lanzada por el Gobierno estadounidense contra la compañía china. El gigante de las búsquedas ha decidido suspender con Huawei aquellos negocios que requieran transferencia de hardware y software, excepto aquellos cubiertos por licencias de código abierto, según reveló este domingo Reuters y confirmó posteriormente The Verge.
Según las fuentes citadas por ambos medios, Huawei perderá inmediatamente el acceso a las actualizaciones del sistema operativo Android, y las próximas versiones de sus teléfonos inteligentes fuera de China también perderán el acceso a diversas aplicaciones y servicios de Google muy populares, como la Play Store y el Gmail. La compañía ha asegurado que está "cumpliendo con la norma y analizando las implicaciones. Para los usuarios de nuestros servicios, Google Play y las medidas de seguridad de Google Play Protect continuarán funcionando en los dispositivos Huawei existentes".
Los detalles de los servicios específicos todavía se estaban discutiendo internamente en Google, de acuerdo a la información de Reuters. Los abogados de Huawei también están estudiando el impacto de las acciones del Departamento de Comercio de los EE. UU.
Huawei continuará teniendo acceso a la versión del sistema operativo Android disponible a través de la licencia de código abierto, que es gratis y abierto a cualquier persona que desee utilizarlo. Pero, la multinacional china dejará de recibir las actualizaciones de seguridad y el soporte técnico de Google y cualquier terminal de Huawei nuevo parece que ya no contará con aplicaciones como Youtube o Google Maps.
A falta de conocer todos los detalles (se espera que hoy tanto Google como Huawei hagan declaraciones), algunos analistas como Ben Wook, de la consultora CCS Insight, ya ha asegurado a la BBC que la medida adoptada por la compañía estadounidense tendrá “grandes implicaciones para el negocio de consumo de Huawei”. La decisión de Google ha llegado después de que el pasado jueves el Gobierno de Trump incorporara oficialmente a Huawei a una lista negra que prohíbe a la compañía a adquirir tecnología de empresas estadounidenses sin la aprobación del Gobierno.
Plan B de Huawei
La medida adoptada por Google supone, sin duda, un serio varapalo para Huawei, que podría ver mermadas sus ventas de terminales en Occidente, al menos de manera inicial, algo que podría complicar su ambición de superar a Samsung y convertirse en el primer fabricante de móviles del mundo para el 2020. Android tiene en la actualidad más del 80% del mercado mundial en móviles (en torno al 90% en España) y es difícil que a corto plazo los usuarios quieran comprarse un terminal con la base de Android que puede utilizarse de manera libre (AOSP), pero sin acceso a la Play Store de Google o a las actualizaciones de seguridad de Android.
En cualquier caso, habrá que esperar a ver cuál es la reacción de Huawei, pues el presidente ejecutivo de esta compañía, Ren Zhengfei, ya dijo a los medios japoneses el sábado, tras la ofensiva de Trump, que se habían estado “preparando para esto”. También a principios de marzo, Richard Yu, CEO de la unidad de consumo de Huawei, aseguró al periódico alemán Die Welt que ya estaban “preparando su propio sistema operativo”, en previsión de que se les prohibiera el uso de Android y Windows, aunque añadió que preferían trabajar con los ecosistemas de Google y Microsoft. “Ese es nuestro plan B”, aseguró.
Huawei, que gasta alrededor de 67.000 millones de dólares al año en la compra de componentes, según el periódico Nikkei, lleva tiempo preparándose para un boicot estadounidense. Muchos smartphones de la compañía utilizan ya desde hace tiempo sus propios procesadores, de nombre Kirin. El modelo Kirin 985 para su futuro terminal Mate 30 vendrá con 5G integrado.
“Huawei ha estado trabajando arduamente para desarrollar su propia tienda de aplicaciones y otros activos de software de manera similar a su trabajo en el área de chips. No hay duda de que estos esfuerzos son parte de su deseo de controlar su propio destino”, añade el analista de CCS Insight. Huawei también ha ido distanciándose de Qualcomm con sus propios procesadores Kirin y módems.
Muchos interrogantes
Mientras se aclaran los detalles del fin de la alianza Google-Huawei, muchas preguntas quedan en el aire. ¿Es la empresa china la única danmnificada por la ruptura de las relaciones de ambos socios o también pagará Google las consecuencias de la política de Trump? La dramática escalada en la guerra de EE UU contra las empresas de tecnología china y el movimiento del gigante estadounidense desvelado ayer podría dar a los fabricantes de móviles chinos (Xiaomi, Oppo o Vivo, en el top de este negocio junto a Samsung, Apple y Huawei) una razón para considerar la necesidad de buscar una alternativa a Android. Más si se tiene en cuenta que Google trata de impulsarse en el negocio de los smartphones con su marca Pixel.
No sería esta la primera vez que un fabricante asiático intenta plantar cara a Google y su Android. Samsung ya lo ha intentado con Tizen.
Otras incógnitas tienen que ver con la legalidad o no de la medida adoptada por Google, de acuerdo con los principios de competencia, y habrá que ver si la Comisión Europa se pronuncia al respecto, según explican fuentes del sector. “Sería lógico que dijeran algo también respecto a la protección del consumidor”, añaden las mismas fuentes, que se preguntan a qué ventanilla deberán reclamar los consumidores que hayan comprado un teléfono Huawei y “se encuentren con que tienen un ladrillo en la mano si deciden alargar su vida útil durante años”.
Otras empresas se unen al veto
Google, que solo podría suministrar su tecnología a Huawei si pide licencia al Departamento de Comercio de EE UU y se lo dan, no es la única empresa que pone un cordón sanitario a Huawei, una compañía que ha estado bajo una creciente presión del presidente Trump y del Gobierno de EE UU por temores de que el Gobierno chino utilizara los equipos de esta compañía para tareas de ciberespionaje. Según Bloomberg, Intel también va a dejar de vender componentes a la compañía china hasta próximo aviso, y lo mismo ocurriría con Qualcomm y con Qorvo, otro fabricante de chips estadounidense. Y con los fabricantes de chips de memoria estadounidenses Micron Technology y Western Digital.
También, y según Nikkei, el fabricante de chips alemán Infineon Technologies ha suspendido los envíos a Huawei. "Infineon ha decidido adoptar una medida cautelosa y ha detenido sus envíos, pero se celebrarán reuniones esta semana para discutir la situación y hacer evaluaciones", han asegurado dos personas conocedoras de la situación a Nikkei. El fabricante de chips, que suministra a Huawei microcontroladores y circuitos integrados de administración de energía, ha negado posteriormente los hechos. En un comunicado, la compañía europea asegura que la gran mayoría de los productos que Infineon entrega a Huawei no está sujeta a restricciones de la ley de control de exportaciones de EE UU, y por tanto, "los envíos continuarán".
Al parecer, las compañías extranjeras que utilicen una cierta cantidad de tecnología estadounidense para los productos que vendan a Huawei también están sujetas a las mismas restricciones comerciales con la compañía china que las de EE UU. Si no cumplieran se arriesgarían a tener repercusiones legales, añaden lo expertos consultados.
Infineon ha explicado a Reuters que solo los productos originados en los EE UU se vieron afectados por los controles de exportación, pero añadieron que tenían flexibilidad para reconfigurar las cadenas de suministro para hacer frente a los cambios aplicables las leyes. La compañía no quiso dar más detalles. La información de Nikkei hizo caer sus acciones un 4% en la Bolsa de Frankfurt.
El citado medio japonés también ha informado que se espera que ST Microelectronics, otro fabricante de chips europeo importante, tenga reuniones esta semana para debatir si continúan con sus envíos a Huawei o los paralizan. De momento, la compañía mantiene sus entregas a la compañía china. Mientras, otros proveedores asiáticos, como Toshiba, el segundo mayor proveedor de memorias flash NAND del mundo, y el proveedor de pantallas Japan Display están evaluando las implicaciones para sus negocios de la citada lista negra de Trump en la que se ha incluido a Huawei.
Según Nikkei, Huawei habría hecho acopio de componentes para un largo periodo en previsión de que esta represión llegara.