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Tribuna
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El curioso caso de los abogados

El 42% de los letrados percibe que su despacho está tomando medidas para integrar la tecnología

El ser humano tiene una tendencia natural a resistirse al cambio. Los abogados no escapamos a esa tendencia. En muchas ocasiones nuestra labor cotidiana consiste, en gran parte, en hallar una salida a situaciones complicadas, anticipar riesgos, ofrecer garantías y asegurar el buen término de los proyectos de nuestro cliente, siempre pensando en la mejor defensa de sus intereses. No es de extrañar, entonces, que ante los cambios que se producen en nuestro entorno, tendamos primero a identificar y analizar riesgos antes que a abrazar las nuevas oportunidades que se presentan.

Nadie puede negar que vivimos en un mundo complejo y altamente cambiante. La cantidad y calidad de los avances tecnológicos que constantemente se producen están revolucionando y obligando a replantear la forma en que los negocios desarrollan su actividad y cómo se prestan los servicios. El sector de la abogacía no es ni puede ser ajeno a ese cambio.

Recientemente, la International Association of Young Lawyers (AIJA), con el apoyo del Consejo de la Abogacía Europea (CCBE), realizó una encuesta dirigida a abogados de todo el mundo, la mayoría comprendidos entre los 25 y los 45 años. Los resultados revelan que, en comparación con 2016, el temor de los abogados a verse reemplazados por la tecnología ha disminuido en un 43%. Asimismo, el 42% manifestó que percibe que sus respectivos despachos están tomando suficientes medidas para asegurar una correcta integración y optimización tecnológica.

Hay que reconocer, sin embargo, que todavía existe mucho trabajo por hacer. El grado de implantación de medios tecnológicos en nuestro día a día sigue siendo sorprendentemente bajo. Es por ello que es importante que los abogados sean partícipes activos de la transformación digital de sus respectivos despachos, asociaciones de abogados y colegios profesionales. Es cada vez más habitual la creación de grupos de trabajo o think tanks encargados de supervisar las soluciones tecnológicas legaltech disponibles y las nuevas formas de ofrecer los servicios, el denominado new law.

¿Competencia?

Conforme va creciendo el mercado de tecnologías digitales tales como la inteligencia artificial (IA), el machine learning y el block­chain, también crece el mercado de proveedores de servicios legales alternativos (ASP), en particular en ciertas jurisdicciones.

Debemos admitir que el auge que los ASP es, en cierto modo, comprensible. Probablemente existiesen ciertas demandas no satisfechas, así como clientes en busca de soluciones más eficientes y económicamente más optimizadas, en particular en relación a servicios de poco valor añadido, gran volumen y con un mayor grado de estandarización.

Asimismo, probablemente también existan necesidades de soluciones de carácter interdisciplinario que ofrezcan elementos adicionales al estudio y solución estrictamente jurídica. El crecimiento de los ASP podría, en este caso, suponer una oportunidad para expandir el mercado de los servicios legales. Lo mismo sucede con las alianzas interdisciplinarias. Existe aquí un gran potencial por explotar. Así pues, el grado de competitividad en el mercado de servicios legales debería predisponernos a explorar colaboraciones más estratégicas con proveedores.

Los clientes exigen una mayor comprensión de sus negocios, una gran eficiencia, un tiempo de respuesta más ágil y un uso optimizado e integrado de soluciones tecnológicas. En muchas ocasiones ello nos obligará a aliarnos con otros profesionales para ofrecer al cliente productos y soluciones integrales donde el aspecto legal es una parte esencial, pero no desligada del resto de la solución y/o producto ofrecido al cliente.

Una actitud marcadamente client centric, competencias digitales satisfactorias, actitudes abiertas hacia la innovación tecnológica, una excelente capacidad de gestión y, cómo no, contar con una red de contactos internacional real y eficiente son y serán claves para los abogados de hoy y del futuro. Liderar para innovar o quedarse a la zaga.

Por Xavier Costa Arnau, presidente de la AIJA y socio de Roca Junyent

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