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Energía

Repsol prevé una caída del 15% en la demanda de carburantes en España hasta 2030

Espera que el Ebitda del área de 'downstream' llegue a 4.400 millones en 2020

Imagen de una estación de servicio de Repsol
Imagen de una estación de servicio de Repsol

La creciente demanda de vehículos de propulsión eléctrica y la mayor eficiencia de los de cumbustión provocará una notable caída de la demanda de gasolinas en España, prevé Repsol. La petrolera, que domina con comodidad el mercado de los carburantes, espera un descenso del 15% en la demanda de aquí a 2030, con del 0,7% anual hasta 2025 y más abultadas a  partir de entonces, un 2,4%. La empresa ha publicado en la CNMV una presentación sobre sus perspectivas en el mundo de la movilidad.

Para 2030 el 30% de los nuevos vehículos serán eléctricos, calcula la empresa. La petrolera espera que crezcan tanto el parque de vehículos (un 0,5% anual) como los kilómetros recorridos por cada uno (otro 0,5%), pero este impacto se verá compensado con las mejoras de eficiencia (un 3% anual, "en línea con las regulaciones de la Unión Europea") y la demanda de coches menos contaminantes. La caída de la demanda del 15% incluye diesel, gasolina y combustible de aviación.

La empresa, además, ha dado previsiones de su negocio downstream (refino, productos químicos y comercialización, donde se incluyen estas áreas ligadas a la movilidad): Si en 2018 obtuvo un Ebitda de 2.859 millones de euros, para 2020 prevé 4.400 millones, asumiendo un barril de petróleo a 50 dólares. Supondría un alza del 53%. Dentro de este epígrafe, el negocio de refino supondrá algo menos de la mitad del Ebitda, con contribuciones crecientes de las iniciativas bajas en emisiones de carbono y de la nueva regulación sobre los combustibles marítimos.

Repsol, de hecho, confía en, pese a la caída de la demanda de gasolinas, elevar un 40% el Ebitda de su área de movilidad. Este negocio incluye estaciones de servicio, combustibles para aviación, y lubricantes además de as iniciativas de la empresa como las inversiones en  suministro de combustible para vehículos de propulsión por gas natural o en cargadores de coches eléctricos. Además, hace menos de un año puso en marcha Wible, su joint venture con KIA para dar servicios de movilidad. Tiene 500 vehículos en Madrid y 70.000 usuarios.

Negocio internacional

Repsol también ha dado previsiones sobre su negocio en el extranjero. Espera multiplicar por 2,5 veces su Ebitda en Perú, donde es la segunda petrolera del mercado, añadiendo 120 estaciones de servicio de aquí a 2022, llegando a las 680. Además, acaba de comprar Puma Energy, con 26 gasolineras.

En paralelo, Repsol quiere acelerar sus operaciones en México, mercado en el que entró el año pasado con 168 estaciones de servicio y donde prevé abrir otras 225 en 2019. La petrolera vislumbra en el país un fuerte crecimiento de la demdanda de combustibles (2,6% anual durante los próximos cinco años) y cuyo mercado de estaciones de servicio está atomizado y poco saturado: se espera la puesta en marcha de 7.000 gasolineras hasta 2022. Así, Repsol prevé alcanzar las 800 gasolineras en el país de aquí a 2022, invirtiendo entre 300 y 400 millones de euros para obtener un Ebitda de entre 80 y 100 millones.

En el negocio de lubricantes, la empresa prevé poner en marcha dos nuevas bases para fabricar y distribuir lubricantes, actividad que actualmente está focalizada en Puertollano. La empresa aspira tener una base en México, como parte de una joint venture con una emrpesa local, y otra en Asia.

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