_
_
_
_

Santander inicia con los sindicatos la negociación de su ERE con la plantilla muy tensionada

En menos de tres años habrían salido unos 6.400 trabajadores si se suman los previsibles casi 3.600 abandonos que se anuniarán ahora

Rami Aboukhair, consejero delegado de Banco Santander España, y Rodrigo Echenique, presidente de la entidad en España hasta el pasado 1 de mayo
Rami Aboukhair, consejero delegado de Banco Santander España, y Rodrigo Echenique, presidente de la entidad en España hasta el pasado 1 de mayoPablo Monge

Casi dos años después de que Banco Santander adquiriese Banco Popular, el primer banco resuelto de Europa, ha decidido iniciar las negociaciones con los sindicatos para llevar a cabo el expediente de regulación de empleo (ERE) más significativo de la entidad en España

Estaba previsto que la dirección del banco y los sindicatos se sentaran este lunes, pero finalmente el encuentro se ha retrasado al miércoles. Entonces, iniciarán los contactos, pero según reconoce la entidad, en este acto inicialmente no aportará cifras de las salidas que tiene previsto abordar.

Fuentes sindicales, sin embargo, mantienen que si no han cambiado mucho las cosas desde que Santander adquirió Popular el 7 de junio de 2017, y según les han dejado entrever en varias ocasiones parece que los números que han barajado hasta ahora “no tienen que haber variado demasiado”. Si es así, la propuesta de salidas superará los 3.000 empleados y se podría situar en los 3.600 trabajadores, es decir, alrededor del 10% de la plantilla en España. Además, se cerrarían unas 1.200 sucursales como tope.

Más información
La reunión entre Santander y sindicatos para informar del ERE se retrasa al día 8 por problemas de agenda
Santander convoca a los sindicatos el 6 de mayo para empezar a negociar el ERE
Santander anuncia 250 millones adicionales en sinergias por la integración de Popular

Esta cifra se sumará a las 1.700 prejubilaciones que ha realizado el grupo en España en 2018, y al ERE que afectó a 1.100 empleados en 2017 correspondientes a la plantilla de los servicios centrales de la Ciudad Financiera de Boadilla, sede operativa del grupo en Madrid. De esta forma, las salidas desde la compra de Popular podrían alcanzar la cifra de 6.400 empleados en algo menos de tres años.

El consejero delegado del grupo, José Antonio Álvarez, explicó el pasado martes en la rueda de prensa de resultados correspondientes al primer trimestre del año, que el objetivo es completar a lo largo de este ejercicio la mayor parte del proceso de reestructuración de la red. El ajuste comenzará a realizarse una vez que concluya la integración tecnológica de las oficinas, lo que se espera para julio.

Álvarez espera que las negociaciones “vayan bien”. Los sindicatos también confían en que los contactos no planteen excesivos problemas, una vez que en noviembre del pasado año firmaron un protocolo de empleo para evitar que ante una futura reestructuración de la plantilla, se ejecuten medidas “traumáticas” para los trabajadores.

El pacto alcanzado en 2017 fue el mismo que sellaron empresa y plantilla en 2016. En ambos se produjeron las salidas de forma voluntaria, y con indemnizaciones que permitía prejubilaciones a partir de los 55 años con el 80% del sueldo, siempre que se cuente con una antigüedad superior a los 15 años, y la salida de los mayores de 50 años con una indemnización del 80% del sueldo, hasta un máximo de 380.000 euros.

Pero pese al pacto de no emplear medidas traumáticas, lo cierto es que las negociaciones del presente ERE se producen justo cuando se acaba de iniciar los contactos para firmar los nuevos convenio colectivos de banca y de las antiguas cajas de ahorros, y que parece encaminado a llevar a cabo un cambio radical en las remuneraciones fijas y variables, como la ampliación de la movilidad geográfica, hoy situada en 25 kilómetros.

A ello se suma que la situación entre la plantilla y el banco no pasa en la actualidad por su mejor momento, según se desprende de los comunicados internos de los sindicatos y afirman. Según CC OO, sindicato mayoritario de Santander, la nueva estructura del staff del banco en España “poco o nada tiene que ver con la mejora de la aportación del margen y a la consecución de objetivos, antes, al contrario, se han convertido en una locura que está desquiciando a toda la red”, reza la última nota de este sindicato.

Afirma que donde antes había uno o dos directivos de zona ahora hay cuatro o cinco (negocio y empresa, digitales, select, recursos…), o que en vez de ayudar a la red “se han convertido en una carga más”. Aseguran que estas nuevas figuras “se dedican a atizar, exigir, convocar y hostigar a la red comercial sin importarles que una misma persona reciba ese acoso laboral por parte de varias personas”.

Sinergias con Popular de 750 millones

Ahorro de costes. Banco Santander invertirá 20.000 millones de euros en nuevas tecnologías en los próximos cuatro años, con el objetivo de lograr unos ahorros de 1.200 millones anuales, de los que más del 80% (1.000 millones de euros) serán en Europa, según explicó la entidad el pasado 3 de abril en su Investor Day. De estos 1.000 millones, la mayor parte, además, se llevarán a cabo en España.

Eficiencia. El grupo se marca como objetivo mejorar su ratio de eficiencia y situarlo por debajo del 45% .

Sinergias. La entidad espera ahora alcanzar un ahorro adicional de 250 millones de euros, un 50% más de lo previsto, por el proceso de integración de Banco Popular. La ifra se sumaría a los 500 millones estimados en un principio. La prioridad de Santander España es mantener su liderazgo en pymes y empresas. Dentro del negocio español, quiere crecer en consumo, pagos, seguros y gestión de patrimonio. El banco prevé para España un RoTE del 14% al 16% en 2022, frente al 11% de 2018.

Archivado En

_
_