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Hacienda refuerza el control del gasto en 2019 para reducir el déficit sin nuevos impuestos

El Gobierno prevé un alza de ingresos como la de 2018 con menor crecimiento al relegar a 2020 su reforma fiscal

Escenario económico que dibuja el gobierno para 2019 y la legislatura
Alejandro Meraviglia

El Programa de Estabilidad remitido el martes por el Ministerio de Economía a Bruselas, junto a otro documento titulado Programa Nacional de Reformas, clarifican las líneas maestras del plan económico de Pedro Sánchez para la legislatura que está a punto de comenzar. Sus pretensiones, eso sí, dependerán de los acuerdos que acabe sellando para formar su nuevo Gobierno pues el presidente aspira a congelar el gasto, mientras que Unidas Podemos le pide mayores esfuerzos en lo social, y a elevar impuestos, a lo que se opone Ciudadanos.

La gran revelación de los documentos es que Sánchez asume que no habrá Presupuestos Generales para 2019, aunque prometió impulsar unos en la campaña. Aunque no termina de descartar la opción, su previsión se basa en mantener la prórroga del Presupuesto de 2018 y en reducir el déficit del 2,48% al 2% elevando el control del gasto y fiando un alza de la recaudación al crecimiento económico pues relega ya a 2020 el efecto de su anunciada reforma fiscal.

Así, según el documento enviado a Bruselas, todos los ministerios deberán remitir a Hacienda un calendario semestral de actuaciones para 2019, con especial atención a las partidas de subvenciones, convenios, créditos de las comunidades, cuotas a organismos internacionales, transferencias a entes públicos, compra de acciones, aportaciones patrimoniales, o concesión de préstamos, que no podrán impulsar sin luz verde del fisco. Hacienda también establecerá “limites” a los nuevos gastos propuestos aunque podrá aprobarlos excepcionalmente.

Del lado tributario, el Ejecutivo espera un incremento del 4,6% en la recaudación. Aunque la cifra es inferior al 7,6% de aumento registrado en 2018, supone un alza similar, de unos 10.000 millones de euros, con la diferencia de que el PIB crecerá este año un 2,2%, cuatro décimas menos. A su vez, eso sí, prevé ingresar 3.786 millones de cotizaciones por medidas como el incremento del 22% de las bases mínimas que acompañó la subida del salario mínimo (1.339 millones), la del 7% de las máximas (850 millones), la cotización de los becarios (75), los empleados de hogar (16), parados de 52 años subsidiados (193), o cuidadores de dependientes (296).

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En paralelo, Economía asume un incremento del gasto de 3.829 millones por el alza de pensiones aprobada por el PP en 2018 (1.175 millones), la actualización con el IPC que impulsó Sánchez (123), la ampliación del permiso de paternidad (252), o el subsidio para mayores de 52 años en el paro (349).

Con todo, Economía asevera que el crecimiento, la reordenación de partidas presupuestarias y la revisión de beneficios fiscales permitirán rebajar el peso del gasto sobre el PIB del 41,3% al 41,1% este año e ir moderándolo al 40,7% para 2022. El Gobierno ultima además un plan de reordenación de los incentivos a la contratación para ahorrar 500 millones al año desde 2020. En paralelo, los ingresos crecerían del 38,9% al 39,1% en 2019, saltarían al 39,8% con la reforma fiscal prevista para 2020 (alza de IRPF, Sociedades, subida de gravamen del diésel y tasas Tobin o Google) y se igualaría al 40,7% del gasto en 2022 para permitir recuperar el equilibrio presupuestario. En este periodo la presión fiscal subiría del 35,1% al 37,3% lo que suponen 26.600 millones más de ingresos tributarios.

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