Los accionistas elevan la presión sobre los sueldos de los directivos del Ibex 35
La remuneración en Merlin, Ence, Mediaset o Mapfre es cuestionada con votos en contra en las útimas juntas generales
Las juntas de accionistas del Ibex 35 tienen un aire de congreso a la búlgara. Las propuestas que la dirección somete para que sean refrendadas por los dueños de la compañía suelen tener el respaldo de entre el 98% y el 99% del capital. Un resultado inferior al 90% hace saltar las alarmas. Sin embargo, en los últimos años cada vez es más frecuente que la dirección se encuentre con la oposición de parte del accionariado.Varias de las empresas cotizadas más importantes de España han visto cómo, en las últimas semanas, algunos de los grandes fondos de inversión votaban en contra durante la junta.
El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, vió hace un mes cómo el 12,59% del accionariado de la eléctrica se mostraba contrario a su reelección como presidente ejecutivo. Y en Banco Santander también hubo un voto de castigo por la mala gestión del fichaje frustrado de Andrea Orcel como consejero delegado. “Los inversores institucionales españoles suelen ser poco activos y votan mucho con el consejo pero, poco a poco, se va adoptando la tendencia de otros países de ser más combativos y cuestionar las decisiones de la dirección”, explica Juan Prieto, fundador de Corporance Asesores de Votos, primer proxy advisor español.La figura de los proxy advisors es un buen reflejo del auge del activismo de los accionistas.
Las grandes gestoras de activos manejan volúmenes estratosféricos de fondos, pero muchas veces están desconectadas del gobierno corporativo de las compañías en las que invierten. Por ejemplo, BlackRock es el máximo accionista de Telefónica o Banco Santander, pero lo es a través de cientos de fondos diferentes, y su presencia en España es mínima. Para saber qué votar en las juntas de accionistas, este tipo de inversores recurre a un asesor externo que supervisa las propuestas de nombramientos o retribuciones.La reprobación parcial del presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, se explica porque el mayor proxy advisor del mundo, el grupo estadounidense ISS, recomendó a sus clientes no votar a favor de su reelección, por haber acumulado un poder excesivo tras 18 años en el cargo. Muchas de estas grandes gestoras hicieron caso a ISS. En EE UU, de hecho, es obligatorio desde 2010 que todos aquellos inversores que ostenten más del 3% del capital de una compañía cotizada durante más de tres años hagan su propia propuesta de candidatos al consejo de administración.
Es el tercer año consecutivo en el que los salarios de la cúpula de Merlín suman más de un 40% de votos en contra
La contestación de los accionistas en relación a las retribuciones del consejo de administración es especialmente visible. Veinte empresas del Ibex 35 han celebrado ya su junta general de accionistas y en todas ellas ha habido un porcentaje de votos contrarios al informe anual de remuneraciones, con cuatro empresas (Merlin, Ence, Mediaset y Mapfre), en las que más del 20% de los accionistas votó en contra.
El caso más paradigmático es el de la socimi Merlin Properties, en la que por tercer año consecutivo, la votación del informe anual de retribuciones recibió más de un 40% de votos en contra. En la última junta, celebrada el pasado 10 de abril, obtuvo solo un 56,28% de votos a favor; un 40,8% en contra (frente al 42,5% de 2018) y un 1,53% de abstenciones, además de un 1,365% de quórum por acciones en autocartera que no participaron. El voto de castigo también se debió a la recomendación de ISS, el mayor proxy advisor del mundo, ya que buena parte de los gestores de fondos internacionales se dejan guiar por su criterio en las juntas de accionistas. En 2018, el consejero delegado delegado de Merlin, Ismael Clemente, y el director general corporativo, Miguel Ollero, ganaron más de 6 millones de euros. Esas cifras no incluyen un incentivo a largo plazo que se activará en 2020 con un límite de 18,75 millones de euros para cada uno de ellos.
Otro episodio significativo es el de la papelera Ence, en la que uno de cada cuatro accionistas votó en contra de las remuneraciones del consejo (26,36%), cuando un año antes ese porcentaje fue del 4,87%. En este caso, el sueldo más elevado es el del consejero delegado Ignacio de Colmenares, que percibió 1,1 millones de euros en 2018, lo que supuso una bajada de 175.000 euros con respecto a 2017. A esa cifra hay que sumarle las 422.858 acciones de la papelera acumuladas logradas en el plan de incentivos a largo plazo entre 2016 y 2018 y 1,3 millones de euros en sistemas de ahorro.
Los accionistas también se muestran reticentes a autorizar a las empresas a endeudarse a largo plazo
El tercer ejemplo más llamativo es el de Mediaset, con un 21,04% de votos en contra del informe anual de remuneraciones. En esta empresa hay cuatro miembros (Paolo Vasile, Alejandro Echevarría, Massimo Musolino y Mario Rodríguez Valderas) que perciben 4,2 millones de euros, lo que supone el 80,6% del total de las retribuciones del consejo, formado por 16 integrantes. También el 11,2% de los accionistas que asistieron a la junta de Mapfre votaron en contra de la política de remuneraciones, en gran medida por la jubilación del vicepresidente Antonio Nuñez Tovar, que liquidó todos los instrumentos de ahorro y percibió 6,1 millones de euros, casi el triple que el presidente de la aseguradora, Antonio Huertas (2,67 millones) y el 44% de la remuneración de todo el consejo de Mapfre.
Endeudamiento
Pero si la subida de remuneraciones del Consejo de Administración está empezando a ser cuestionada por los accionistas, otra tendencia contestada con fuerza ha sido la del recurso al endeudamiento. Las empresas que integran el Ibex 35 cerraron 2018 con un nivel de endeudamiento de 155.445 millones de euros, su nivel más bajo desde 2005. Desde que el pasivo de las empresas del selectivo alcanzó su máximo histórico en 2010 rozando los 202.000 millones, el desapalancamiento ha sido una norma entre estas compañías. Un buen ejemplo se produce en el caso de Ferrovial.
La firma de infraestructuras ha reducido un 85% su pasivo desde 2010, pasando de 19.789 a 3.664 millones al cierre de 2018. En la última junta, el 20,2% de los accionistas votó en contra de la propuesta del consejo para emitir deuda en los siguientes cinco ejercicios. Algo que no sucedió, sin embargo, en el caso de Iberdrola, la segunda firma del IBEX por pasivo, con 34.199 millones de euros. La más endeudada es Telefónica, con 41.785 millones de euros al cierre de 2018, cuya junta general de accionistas está prevista para el 7 de junio.
Otras llamadas de atención
Ferrovial. De los quince acuerdos que se votaron en la junta del 5 de abril, cuatro de ellos recibieron más del 20% de votos en contra. El porcentaje más elevado de contestación se produjo con la propuesta para desinvertir totalmente o parcialmente la división de servicios de Ferrovial, con un 27,5% de votos en contra. En segundo lugar se situó el plan de retribución con acciones para directivos, con un 22,5% . Por encima del 20% también quedaron otras dos propuestas para ampliar capital o emitir deuda.
Red Eléctrica. En la última junta, celebrada el 22 de marzo, también se produjo un ejemplo de rechazo de los accionistas a las remuneraciones del Consejo, aunque esta vez fue en forma de abstenciones. Tres de los acuerdos que se votaron (política de remuneraciones de los consejeros, informe anual y remuneraciones para 2019) contaron con una abstención superior al 32% de los votos
Aena. La última junta del operador de aeropuertos se cerró con cierta contestación a su presidente Maurici Lucena, ya que el 9,1% de los accionistas votó en contra de la ratificación de su nombramiento por cooptación como consejero ejecutivo.
Endesa. Uno de cada cuatro accionistas minoritarios de la eléctrica votó en contra de la propuesta para reelegir a Alberto de Paol, el único consejero dominical que se sometía a su segundo mandato a propuesta de Enel. Ni la elección del resto de consejeros independientes ni la remuneración del consejo alcanzaron ese nivel de rechazo.
Santander. La reelección del vicepresidente Bruce Carnegie-Brown, fue cuestionada por el 14,4% de los accionistas, que le culparon del frustrado fichaje de Andrea Orcel como consejero delegado.