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Cómo crear organizaciones inteligentes

Análisis de los atributos culturales que hacen más competitiva a una organización en el actual escenario de cambio

Por Marc Cortés, profesor Asociado Adjunto departamento Marketing ESADE. Socio y Director General de RocaSalvatella

Durante años, las empresas han sido competitivas gracias a estructuras estables y bien alineadas estratégicamente alrededor de una propuesta de valor de probado éxito, con modelos de mejora e innovación incremental en mercados de características bastante homogéneas y con carácter evolutivo. Los comportamientos culturales de las empresas han dado respuesta eficaz y eficiente a la realidad descrita y han sido cruciales para competir con éxito en mercados cada vez más globalizados.

En los últimos tiempos, este modelo de probado éxito no está siendo suficiente, se ha quedado corto, no alcanza para liderar un mercado o un sector y, además, se ha hecho evidente que no se trata de una situación coyuntural, sino profundamente sistémica. La situación está cambiando, de modo que parece que las reglas de juego se van improvisando sobre la marcha y ya no está claro en qué sector se compite, quiénes son realmente nuestros clientes, ni quién es la competencia.

El entorno competitivo que actualmente afrontan las empresas de todo sector y tamaño se caracteriza por los altos niveles de volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad. Estamos inmersos en una sociedad repleta de valores líquidos que dejan obsoletos los valores sólidos sobre los que la mayoría de líderes empresariales han consolidado a sus empresas en los mercados.

Cómo dar una respuesta válida al cambio

Es crucial poder triangular una respuesta para ser competitivos a partir de tres elementos: la estrategia, el modelo de negocio y la cultura organizativa.

Muchas organizaciones ponen el foco en la estrategia y en el impacto en el negocio pero olvidan que la cultura facilita o frena lo que hayamos podido definir en nuestra estrategia. La cultura es el elemento fundamental para garantizar que las cosas pasen. Y pasan unas cosas u otras según qué conjunto de valores o características predominen en una organización, y los principales generadores de cultura empresarial son los equipos directivos de las empresas. Sus comportamientos y actitudes ejemplifican lo que debe ser y lo que no, lo que se acepta y lo que no. El binomio cultura y estilo directivo es indisociable.

Los 6 atributos culturales una organización más competitiva

Stephen Hawking decía que la “inteligencia es la capacidad de adaptarse al cambio”, de forma que el desafío es cómo ,a través de estos valores culturales, convertimos en inteligente a nuestra organización. En este sentido, identifico seis atributos culturales que harán de una compañía una organización inteligente, es decir, con capacidad para adaptarse a este nuevo entorno:

1. Agilidad: La velocidad es el nuevo tamaño

La rapidez con la que una organización sea capaz de lanzar productos, servicios y soluciones a los mercados, la agilidad con la que reaccione a nuevas situaciones y su velocidad de experimentación, marcarán la capacidad competitiva de esa organización. La nueva ventaja competitiva ya no es el tamaño sino la velocidad.

Si aterrizamos el concepto agilidad en comportamientos o características que deberían definir a una organización, los principales serían:

2. Ingeligencia Digital: Las empresas serán digitales o no serán

Disrupción, tecnología, datos, usos… La adaptación al nuevo entorno digital es y será la clave del éxito de cualquier negocio. Las empresas serán digitales o no serán.Y, por lo tanto, es imprescindible que el talento de la organización sea capaz de de entender las tecnologías para dar respuesta a sus retos de negocio.

Los principales comportamientos o características que deberían definir a una organización desde el ámbito de la inteligencia digital podrían ser:

3. Liquidez: Adaptación al entorno

Estamos en constante adaptación, beta permanente, y parece que éste va a ser el entorno habitual en el que deberemos actuar en los próximos años. Un entorno inestable, complejo en el que no sólo el cambio es constante sino que la velocidad al que se produce lo hace más incierto. El tener organizaciones líquidas nos ayuda a adaptarnos.

Si adaptamos el concepto de organización líquida en comportamientos o características que deberían definir a una organización, los principales serían:

4. Apertura: La nueva mirada

Ante el nuevo escenario, es importante ser capaz de ponernos diferentes gafas que nos permitan tener distintas miradas.

Entre los comportamientos o características que deberían definir a una organización en cuanto a apaertura se encontrarían:

En constante cambio.

5. Creatividad: Colaboración como palanca de crecimiento

Lo digital ha empezado a “romper” los sectores y eso provoca que las organizaciones ya no sean por sí solas capaces de dar respuesta a las necesidades detectadas. La colaboración será clave para ser competitivo en un futuro.

Este entorno inestable provoca que las organizaciones tengan que tener la capacidad de estar constantemente explorando para ofrecer una propuesta de valor al mercado diferencial.

La creatividad, aplicada a comportamientos o características de un organización, se materializaría en:

6. Ética: La ventaja competitiva

La tecnología e incluso la estrategia se pueden copiar fácilmente. La única ventaja competitiva que pueden tener las organizaciones es la manera en cómo hacen las cosas.

Si aterrizamos el concepto de ética en comportamientos o características que deberían definir a una organización, los principales serían:

Por lo tanto, aquellas compañías que sean capaces de desarrollar una cultura con estos seis atributos serán organizaciones más competitivas ante el nuevo entorno en el que nos encontramos.

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