Si algo tienen claro los propietarios del restaurante La Buena Vida, que decidieron dejar sus trabajos en el mundo de las finanzas para regentar un pequeño bistró, es que la esencia de la cocina está en una propuesta sencilla, sin extravagancias. Elisa Rodríguez, en sala, y Carlos Torres, en cocina, creen firmemente que lo más importante es disponer del mejor producto y manejarlo con técnica y tino. Desde que abrieron hace más de 18 años en el barrio de Salesas de Madrid, el local, un tanto oscuro de iluminación y decorado de manera austera, sin ningún tipo de lujos ni ornamentos, se ha convertido en toda una referencia gastronómica dentro de lo que era una antigua casa de comidas. Cuenta con una clientela fiel, muchos de ellos ejecutivos con comidas de negocios, que llenan a diario las pocas mesas que ocupan el comedor.
En el restaurante hay una carta breve, aunque la mayoría de los platos fuertes se encuentran fuera de ella y los va cantando con mimo la jefa de sala, a la vez que va detallando los precios de cada uno de ellos. Un detalle del que deberían tomar nota la mayoría de sus colegas, que no advierten de la cuantía de aquello que tienen fuera de carta y que el cliente agradece para no sufrir ningún contratiempo cuando llega la cuenta.
En temporada tienen unos magníficos guisantes de lágrima de Getaria, perfectos de cocción, que estallan en boca, que sirven con un caldo y un huevo de corral (36 euros), o unas patatas bien cocinadas a la importancia con congrio (media ración, 10 euros). Entre las entradas de la carta, mejillones de roca con un curry de elaboración propia (14,50 euros), croquetas de jamón ibérico (13 euros), una menestra de verduras (17,50), rebozuelos (20,50) y pulpo meloso (18,50 euros).Hay un apartado para el arroz, que preparan con carabineros y raya, aunque hay días en que no lo tienen (24,50 euros). El steak tartar (28 euros) es una buena opción entre las carnes, entre las que también se ofrece un tournedo al marsala (28) y un lomo alto de vacuno mayor (26,50). Entre los pescados, fuera de carta, sirven un rodaballo salvaje a la brasa (32,50 euros), y como fijos, raya a la mantequilla negra (25) o los tres atunes, en tartar, sashimi y en taco (29). El pan lo elaboran ellos y, de postre, tienen tarta de queso. En vinos disponen de una buena selección de champanes, vinos de Jerez y de diferentes regiones.
La Buena Vida: Conde de Xiquena, 8. Madrid. Teléfono: 915 313 149.