La financiación de las ‘startups’ se profesionaliza
Los expertos consideran que, lejos de haber una burbuja, hay escasez de estos proyectos
El mundo de las startups cada vez suscita más interés, no solo para los emprendedores, sino también para los inversores. Un atractivo que ha impulsado el desarrollo de un ecosistema de nuevas empresas que parece no tener fin. “Los bajos tipos de interés y la incertidumbre de los mercados financieros han aumentado la liquidez disponible para este tipo de inversiones”, explica el director de StartmeUP de Deloitte, Mario Teijeiro, quien prevé un incremento del capital, tanto español como extranjero, para este tipo de proyectos, aunque con unos criterios de análisis mucho más sofisticados.
En este sentido, la fundadora y presidenta de Spain Startup, María Benjumea, recuerda que estas empresas cumplen tres características principales: ser innovadoras en su campo, independientemente de que estén orientadas al mundo digital o no, tener un crecimiento rápido e idearse con un enfoque global. Por ese motivo, muchas le otorgan una gran importancia a la financiación externa, ya que suele resultar vital para que el proyecto sea escalable en un corto periodo de tiempo. “En estados más seed, la búsqueda de fondos responde a un instinto de supervivencia, mientras que, en etapas más maduras, esto se corresponde con la necesidad de crecimiento y la creación de barreras de entrada ante otros competidores que solo podrían lograr con financiación”, apunta Teijeiro.
Para el jefe de relaciones con inversores del IE, Nacho Mateo, las ventas deben ser el pilar sobre el que se sustente la compañía, si bien insiste en que ambas fuentes de financiación son complementarias y necesarias en el desarrollo de un proyecto. “Creo que existe un error de base si se busca la inversión únicamente para sobrevivir. En mi opinión, una startup debe buscar la financiación externa cuando no la necesita para vivir. Es en ese momento cuando se le puede sacar el mayor provecho a una inyección de capital para acelerar el crecimiento”, señala.
No obstante, aunque los ingresos son fundamentales para el desarrollo de la compañía, los expertos coinciden en que contar con un modelo de negocio claro no es vital durante las primeras etapas. Para el director de Esade BAN (Business Angel Network), Fernando Zallo, la clave reside en el talento de las personas que dirigen el proyecto. “Cada vez vemos más casos en los que, si los equipos están bien formados y las herramientas tecnológicas son buenas, los modelos de negocio pivotan y se adaptan. Si el producto es adecuado, hoy en día hay muchas formas de monetizarlo”, continúa el directivo.
En esta línea, la aportación de los inversores va más allá de una cuantía económica. “Ayudan a encontrar talento para el equipo, aportan contactos, cuentan con conocimientos sobre la industria y ayudan a formar un buen consejo de dirección”, explica Mateo. Una opción que también convence a Teijeiro, quien cree que la financiación pública y las plataformas de aceleración de startups son una herramienta muy valiosa para ayudar a los proyectos que no tienen un modelo de negocio maduro. “De este modo, pueden llegar a tener un producto mínimo viable y optar a otro tipo de inversores”.
Pese a que la profesionalización del mundo de las startups ha desembocado en una proliferación de las mismas, parece que aún no hay suficientes. “Estamos experimentando un incremento en el número de nuevas empresas y un exceso de liquidez en el mercado, pero no habrá una burbuja mientras se produzca una creación de valor real para el usuario”, afirma el portavoz de Deloitte. “Es necesario que se creen aún más, en todos los ámbitos, porque las empresas se han dado cuenta de que no pueden innovar dentro de sí mismas y que, por tanto, deben abrirse a la innovación abierta”, apunta.
Por ese motivo, tanto corporaciones como startups cada vez conceden más importancia a las alianzas entre ellas. Así lo refleja también el último Mapa del emprendimiento, elaborado por South Summit, en el que, por primera vez, la búsqueda de acuerdos estratégicos se sitúa como la principal inquietud de las startups: el 80% de ellas destinan esfuerzos a esta actividad, frente al 74% del año pasado, ocho puntos porcentuales por encima de la búsqueda de financiación, que solía encabezar la lista de preocupaciones.