Estas son las cotizadas que más suben los dividendos tras los resultados de 2018
Las empresas integrantes del Ibex 35 desembolsarán, con cargo a los resultados de 2018, un total de 25.000 millones de euros en concepto de dividendos, un 9% más que un año antes
Pablo Isla, presidente de Inditex, es consciente de la importancia que para el accionista tiene el dividendo y así lo dejó ver en la última presentación de resultados. La compañía anunció el miércoles el mayor aumento en términos absolutos (13 de céntimos) y relativo desde que 2012. Con cargo a los resultados de 2018 el grupo textil abonará 0,88 euros, importe que se sitúa un 17% por encima del repartido un año antes. Este pago se complementa con la entrega de un cupón extraordinario de un euro por acción a distribuir con cargo a los ejercicios 2018, 2019 y 2020. Tras estas modificaciones, el pay out (porcentaje del beneficio que se reparte entre los accionistas) sube del 50% al 60%.
Como Inditex otras 22 cotizadas del Ibex 35 tienen previsto elevar la retribución a sus accionistas. Este número podría aumentar en los próximos meses conforme las compañías vayan comunicando la celebración de las juntas de accionistas. Con cargo a las cuentas del pasado ejercicio, las empresas que integran el selectivo desembolsarán (parte ya lo han abonado) 25.000 millones. La solidez mostrada en 2018 les ha permitido elevar sus pagos en un 9,4%. Pero los cambios no quedan ahí. Siemens Gamesa efectuará el primer pago una vez ha finalizado su fusión. A la espera de que la junta general de accionistas dé su visto bueno el próximo 27 de marzo, el fabricante de aerogeneradores tiene previsto repartir 0,0256 euros con cargo a los resultados del pasado ejercicio fiscal que concluyó el pasado 30 de septiembre.
Indra se desmarca de esta tendencia y a día de hoy sigue siendo la única compañía del Ibex 35 que no paga dividendos. Después de llevar a cabo su transformación, con ajuste de empleo incluido, los inversores tienen la vista puesta en la retribución al accionista. En la junta general de 2015 aprobó no repartir dividendos con cargo a las cuentas de 2014, una decisión que ha mantenido hasta la fecha. De momento, la empresa no ha comunicado cambio alguno, pero los analistas empiezan a hacer sus cálculos y fijan 2019 como el momento propicio para retomar el reparto de beneficios entre sus accionistas. Según el plan estratégico 2018-2020, dado a conocer a mediados de 2017, la compañía espera generar un flujo de caja libre de entre 550 y 650 millones, importe que irá destinado a financiar el crecimiento, rebajar la deuda y pagar dividendos.
Pero si hay una compañía que es seguida de cerca por los inversores es Santander. El banco que preside Ana Botín da marcha atrás en su intención de acabar con el scrip dividend y en la junta de accionistas del próximo 11 y 12 de abril planteará la posibilidad de mantener esta estrategia de retribución que permite al accionista elegir entre acciones nuevas o el efectivo, a la vez que limita la salida de dinero de caja por parte de la cotizada. A cambio, la entidad se compromete a ejecutar programas de recompra para reducir el número de acciones en circulación y a elevar el pay out del 30-40% al 40-50%. Con cargo a los resultados de 2018, Santander abonará 0,23 euros por acción, importe que fracciona en cuatro pagos (tres de ellos ya se han entregado y el cuarto se dará previsiblemente en mayo) y que supone un incremento del 4,5% respecto el desembolsado con cargo a las cuentas del ejercicio 2017.
Santander fue el encargado de traer a España el scrip dividend en 2009 y pronto muchas cotizadas decidieron seguirle los pasos, especialmente los representantes del sector financiero. Pero a medida que la recuperación económica se ha ido trasladando a los beneficios, las entidades decidieron prescindir de esta estrategia y retornar al dividendo en efectivo. Con cargo a las cuentas de 2018, el resto de entidades que forman parte del selectivo abonarán sus importes en metálico.
Esa era la promesa lanzada por Santander en la junta de accionistas del año pasado, la de recuperar con cargo a los resultados de 2019 todo el dividendo en metálico, y en la que ahora puede dar marcha atrás al plantear la posibilidad de retomar el dividendo elección. Después de todo, la ratio de capital vuelve a ser un aspecto que los inversores vigilan estrechamente y la banca española está en términos generales por debajo de sus vecinos europeos, aunque no haya problemas de solvencia. Algunas firmas de análisis como KBW incluso abogan por que entidades como Santander, BBVA y Sabadell retomen directamente la fórmula del scrip dividend para proteger su capital
Entre los bancos más generosos con los accionistas destaca Bankinter, que eleva un 6,3% su dividendo. Con cargo al año pasado, la entidad que preside María Dolores Dancusa abonará 0,29 euros por acción. Es decir, sitúa el pay out en el 52%, en línea con el cupón de 2017 (0,27 euros por acción).
Le sigue muy de cerca BBVA. En un momento tan convulso para el banco como el actual (la entidad está en la diana de los inversores tras el estallido del escándalo de las escuchas de Villarejo), Carlos Torres Villa anunció en su primera junta de accionistas como presidente el reparto de un dividendo complementario de 16 céntimos por acción. Esta cantidad se suma a los 10 céntimos abonados el pasado mes de octubre. Con estos dos pagos, el dividendo con cargo a las cuentas de 2018 queda fijado en 0,26 euros por título, importe que supone un incremento del 8,3% sobre el cupón de 2017.
No obstante, el mayor aumento corrió a cargo de CaixaBank. Como novedad, el banco que capitanea Jordi Gual propondrá a la junta general de accionistas del próximo 5 de abril un dividendo complementario de 0,10 euros, importe que se añade a los 0,07 euros desembolsados en noviembre. De esta forma, la retribución con cargo a 2018 queda fijada en los 0,17 euros, un 13% superior a la pagada un año antes. El próximo cambio que efectúe la entidad va encaminado a realizar un único pago, pero para ello hay que esperar al ejercicio 2019.
La lista de las entidades la cierran Bankia y Sabadell. El primero ha comunicado su intención de subir un 5% la retribución, hasta los 0,115 euros por acción. Por parte, Sabadell ha optado por la prudencia y, en línea con las ganancias de 2018 (cayeron un 59%), la entidad ha optado por recortar un 57% su retribución, que pasa de los 0,07 euros de 2017 a los 0,03 euros por acción.
Si bien Sabadell es el único banco que rebaja la remuneración, no es la única cotizada que lo realiza. De acuerdo a lo remitido a la CNMV, Mediaset y Viscofan se engloban dentro de este grupo. La cadena de televisión reduce en un 49% la retribución, hasta situarla en los 0,3 euros, según aparece recogido en la convocatoria de la junta general de accionistas enviada al regulador. El año pasado, la compañía abonó 0,6 euros, importe resultante de entregar dos pagos: uno ordinario de 0,5 euros y un extraordinario de 10 céntimos por título. Por su parte, Viscofan rebaja en un 4,8% la retribución hasta situarla en los 1,59 euros por acción.
Las que más lo suben
Entre las compañías que más tienen previsto elevar el dividendo destaca IAG. El consejo de administración de la aerolínea ha recomendado a sus accionistas un dividendo complementario de 0,165 euros por acción con cargo al resultado de 2018. Junto con el dividendo a cuenta pagado en diciembre, para el conjunto del ejercicio la retribución asciende a 0,31 euros. Pero la generosidad no queda ahí. La compañía ha propuesto un cupón complementario de 0,35 euros. Si se suman todos estos importes, la compañía desembolsará este ejercicio un total de ejercicio un total de 1.315 millones.
Junto a IAG las otras dos cotizadas que más elevan la retribución al accionista son ArcelorMittal y Ence. La siderúrgica retomó la entrega de dividendos el año pasado con un pago muy modesto (0,08 euros por acción). Después de la decepción causada entre los inversores que aguardan con expectación la medida, la compañía se ha marcado como objetivo los 0,36 euros para 2021. Todavía el importe está lejos de ese nivel, pero ArcelorMittal va dando los primeros pasos y en la próxima junta propondrá un pago de 0,17 euros, un 112% más que en el ejercicio anterior. A cierta distancia se sitúa Ence. La papelera ha sido la última compañía en entrar en el selectivo y con cargo a las cuentas de 2018 abonará un dividendo de 0,26 euros por acción.
Además de incrementos y reducciones, existe un puñado de cotizadas que mantienen estable su retribución. El caso más significativo es el de Telefónica. Los esfuerzos acometidos por la operadora para recortar su deuda le han servido para mantener intacto el dividendo. Con cargo a las cuentas de 2018 este se sitúa en los 0,4 euros por título. En octubre de 2016 y tras no lograr la autorización para la venta de O2 , la compañía modificó su política y anunció un recorte de 20 céntimos, pasando de los 0,75 a los 0,55 euros por título. Un año después continuaron las rebajas hasta quedar fijado en los 0,4 euros por acción actuales.