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Zidane, el regreso de quien sabe que ya solo se puede mejorar

La mala situación del club, que no opta a título, le da pie a aprovechar este tiempo para construir algo nuevo

EFE

Zinedine Zidane vuelve al banquillo del Real Madrid nueve meses después de abandonarlo. Tras el varapalo en Copa del Rey y Champions de hace dos semanas, y con el líder, el Barcelona, a 12 puntos en Liga, el club ha optado por destituir a Santiago Solari y anunciar el regreso de Zizou. El francés, que cogió los mandos del primer equipo en enero de 2016, logró tres Champions consecutivas y una Liga. El 31 de mayo de 2018 presentó su dimisión, cuando aún contemplaba dos años más de contrato, convencido de que el equipo necesitaba un cambio. “Después de tres años, el Madrid necesita otro discurso, otra metodología de trabajo. Este año no lo veo tan claro. Soy un ganador, y si tengo la sensación de que no voy a ganar hay que hacer un cambio. Por eso me marcho”, anunció en su despedida.

Zidane vuelve para intentar conseguir lo que hace un año no creía posible. “Ahí está la paradoja”, asegura Juan Carlos Cubeiro, jefe de talento de Manpower Group. “No tiene que mantener ese nivel. Por eso, sin la presión de Copa y Champions, y con la Liga prácticamente imposible, es ahora cuando puede empezar a construir otra cosa”. Todo depende de las expectativas con las que uno empiece un ciclo. “Y ahora, a corto plazo al menos, no las hay, solo queda mejorar”, asegura Cubeiro.

Por eso, prosigue el experto, estos tres meses que quedan de competición deben ser encarados como un tiempo extra de pretemporada en el que poder hacer frente a una remodelación cultural y deportiva del club. No en vano, su nuevo contrato lo vincula con el club blanco hasta 2022, dando a entender que su proyecto va para largo. “Los fichajes, los refuerzos, un cambio en la gestión del equipo... Todo eso lo habrá pactado con la dirección antes de decir que sí”. Así lo ha confesado, de hecho, el técnico: “Vamos a cambiar cosas para el próximo año. No me olvido de lo que ganamos, pero tampoco de las cosas malas”. Lo que es innegable, en opinión de Cubeiro, es que Zidane ha conseguido dar la vuelta a todo lo que en su momento le echó para atrás. “En estos ocho meses habrá desconectado y habrá reflexionado. Es un tiempo de gestación suficiente para pensar que no hay nada de impulsivo en esta decisión”.

Una idea con la que comulga el director de la unidad de liderazgo y gestión de la consultora BTS, Ignacio Mazo. “Fuera habrá aprovechado para tomar perspectiva, esbozar ideas y analizar los errores de su anterior etapa”, explica el experto. La plantilla prácticamente no ha variado desde su marcha, pero al haber estado alejado del foco, Zidane ha tenido tiempo de reflexionar sobre las singularidades de los jugadores. “Habrá pensado en cómo aprovechar mejor su talento, algo muy importante a lo que el día a día no siempre te permite dedicarle tiempo”, apunta el directivo, quien alega que el técnico podría incluso permitirse un mal resultado inicial gracias a su buena trayectoria previa en el club.

Por su parte, la profesora de EAE Pilar Llacer describe la vuelta del entrenador como un intento del Real Madrid para recuperar sus valores y potenciar el trabajo en equipo. “Un ejemplo de que no importan solo los aspectos técnicos, sino también la conexión emocional. Se trata de una apuesta segura para devolverle la confianza al equipo”, señala la experta en recursos humanos.

En esta línea, la buena relación de Zidane con piezas clave del equipo en el plano personal, como es el caso de Sergio Ramos, y el hecho de que ya conozca a la plantilla serían las razones que habrían acabado por inclinar la balanza a su favor frente al resto de nombres que se barajaban, comenta Llacer. “A los jugadores les vendrá bien alguien como él, que les ha sabido entender, para aunque no ganen, jugar mejor lo que queda de temporada”, sentencia.

También observa todas las ventajas del retorno de Zidane Víctor Martín, entrenador del Madrid CFF, equipo de la Liga Iberdrola, y profesor en la escuela de entrenadores de la federación madrileña de fútbol: “Si los directivos ya tenían tomada la decisión de que Solari no iba a ser el entrenador del primer equipo el año que viene, el movimiento del Real Madrid es todo un acierto”. La tarea más compleja de coger las riendas de un equipo en mitad de temporada, explica, es conseguir un rendimiento inmediato, y eso es más fácil de conseguir cuando ya se conoce a los jugadores. Por otra parte, el tan buscado efecto revulsivo que sucede a todo cambio en los banquillos no se diluye, porque los jugadores tienen ahora más de dos meses por delante para demostrar a su nuevo entrenador que puede contar con ellos la próxima temporada.

“Cuando se fue tenía buena relación con la plantilla. Si los jugadores ven a un entrenador comprometido, ellos también se van a involucrar en el proyecto. Para ellos, que haya vuelto es todo un mensaje: no vuelves donde no has sido feliz”, concluye.

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