Qué hacer para que a la gran empresa le deje de salir rentable pagar tarde
Desde Europa se insiste en la necesidad de que España tome medidas al respecto.
La morosidad es uno de los principales factores que provocan el cierre de empresas en el sur de Europa. Recientemente, la Comisión Europea cifró entre 124.000 y 280.000 las empresas que evitarían el cierre en Italia, España y Portugal de no existir lo que denominan “morosidad crónica”.
De este modo, la Comisión Europea ha instado a los países a tomar medidas y aplicar las leyes de forma inflexible para acabar con el continuo cierre de pymes.
Los datos han sido aportados por el Baremo concursal de 2018 publicados por el BOE, y en los que se aprecia que el 66 por ciento de los concursos lo representan los activos inferiores a 2 millones de euros, mientras que las empresas con un activo superior a los 30 millones de euros tan solo suponen el 2% del total de los cierres.
Ante estos datos, la Confederación Intersectorial de Autónomos del Estado Español (CIAE) ha señalado que a estas grandes empresas “les interesa ser morosas”, bien sea “realizando pagos fuera de plazo o directamente no realizando el desembolso”. De hecho, duplican incluso el tiempo estipulado de 60 días, algo que también ocurre con las Administraciones Públicas, han mencionado.
Si nos fijamos en el número de empleados, los datos también son proporcionales. “Las pymes con menos de 50 personas en plantilla fueron las que más perjudicadas se vieron por las quiebras”, insisten. Este tipo de empresas representaron el 67% del total, mientras que las empresas con más de 250 personas en plantilla también representan el 33% restante.
Para la Confederación, la solución a esto sería sencilla: que el Gobierno hiciese caso a las indicaciones de la Comisión Europea, desde donde insisten en aplicar la norma de forma estricta, y no como han hecho hasta el momento”.
El portal de empresas de la Agencia EFE, quien recoge las valoración de CIAE también ha apuntado que en otros países sí han empezado a buscar soluciones a este problema. En concreto han endurecido las leyes y se han creado instituciones que velan por la ejecución de los pagos. “De este modo, la morosidad no queda impune y, además, motiva a las demás empresas a llevar sus retribuciones al día para así evitar las sanciones pertinentes”, señalan desde la organización.