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Farmacia

Almirall se deshace de su negocio estético tres años después de comprarlo

Vende su filial Thermi de Estados Unidos tras los pobres avances El laboratorio catalán se centra su actividad en dermatología

Instalaciones de Almirall.
Instalaciones de Almirall.
Alfonso Simón Ruiz

Almirall deshace rápidamente el camino en su incursión en la medicina estética. El laboratorio catalán anunció este lunes en un breve comunicado a la CNMV que ha traspasado la filial estadounidense Thermi, centrada en ese área médica, a la compañía Celling Biosciencies por una cantidad no revelada. El comprador, igual que la compañía vendida, tiene su sede central en el Estado de Texas.

Almirall completó en 2016 la adquisición de esta empresa, de 94 empleados y ubicada en Dallas, por alrededor de 80 millones de dólares (unos 73 millones de euros a esa fecha). Pero desde entonces muchas cosas han pasado en la compañía catalana controlada por la familia Gallardo.

Tras vender la franquicia respiratoria a AstraZeneca en 2014, la compañía buscó nuevos campos y decidió especializarse en dermatología y estética, impulsado por el anterior consejero delegado, Eduardo Sanchiz. Pero tras escasos avances, este directivo salió de la compañía, y fue sustituido por el belga Peter Guenter, que hasta entonces era vicepresidente global de la multinacional francesa Sanofi.

La llegada de Guenter ha supuesto una revisión de la estrategia, de la cartera actual de fármacos y del portfolio de medicamentos en investigación. La nueva diana del laboratorio es centrarse dermatología, dejando de lado la parte estética, de la que todavía mantiene una licencia de Symatese para rellenos faciales.

Thermi es una empresa que desarrolla tecnología de radiofrecuencia usada en medicina estética como alternativa a la cirugía. Su adquisición se enmarcó dentro de la estrategia de cambio de áreas de Almirall, con compras adicionales como la suiza Poli Group o la estadounidense Aqua.

Desde la compañía se explica que Thermi ya no era parte del core business ni tampoco había dado unos resultados económicos satisfactorios. En el último año cedió 13 millones en facturación hasta quedarse en 16 millones, en un mercado de alta competencia y precios agresivos, según el laboratorio. La operación anunciada “no afecta las estimaciones financieras de 2019”, según el comunicado del laboratorio. Los inversores recibieron la noticia con un ligera alza del valor, del 0,83%, hasta los 15,70 euros.

No ha sido el único negocio poco exitoso en EE UU para Almirall. El laboratorio obtuvo un beneficio neto de 77,6 millones en 2018, frente a las pérdidas de casi 304 millones de 2017, arrastrada por el mal comportamiento de la filial americana Aqua, cuyos responsable fue relevado el pasado año.

Sobre la firma

Alfonso Simón Ruiz
Graduado en Economía y máster de Periodismo UAM / EL País. En Cinco Días desde 2007. Redactor especializado en información empresarial, especialmente sobre el mercado inmobiliario, operaciones urbanísticas y, también, sobre la industria farmacéutica y compañías sanitarias.

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