El BCE culpa a la banca española de propagar la burbuja inmobiliaria
El organismo cree que los bancos transmitieron los shocks al resto de la economía
El Banco Central Europeo considera que la banca española fue la responsable de propagar la burbuja del ladrillo al conjunto del tejido económico del país. Así lo sostiene un estudio publicado este viernes por la institución dirigida por Mario Draghi. A partir del análisis del caso español el informe revela el rol sustancial que juega el sistema financiero como elemento transmisor de schocks entre los distintos sectores de la economía.
“El sistema financiero juega un papel importante en la transmisión de burbujas inmobiliarias al resto de la economía”. Esta es una de las principales conclusiones del estudio del BCE elaborado por Alberto Martín, Enrique Moral-Benito y Tom Schmitz, cuyo principal objetivo se centra en analizar si el boom del ladrillo redujo o aumentó el crédito disponible para el resto de sectores productivos. Y la respuesta es que realmente provocó ambos escenarios, primero uno y luego el otro.
En un primer momento del ciclo especulativo, los tres expertos detallan que el repunte de la construcción, asociado a un incremento de los precios, hizo que las promotoras se enriquecieran y pidieran mayor financiación, lo que provocó el aumento significativo de préstamos destinados al mercado inmobiliario. Así, según detalla el informe, si en 1995, el 22% del crédito iba destinado al ladrillo, en 2007 llegó a situarse en el 48%. Esa situación llevó a que, durante una primera fase, se redujera notablemente la concesión de préstamos a otras actividades económicas.
No obstante, los cálculos elaborados por los tres economistas prueban que, cuando una burbuja inmobiliaria se extiende lo suficiente en el tiempo, como efectivamente sucedió en el caso español, los reembolsos del crédito del sector de la construcción elevan el patrimonio neto de los bancos, lo que, a su vez, hace posible aumentar la oferta de financiación necesaria en otros sectores productivos. Por ello, el informe sostiene que el boom del ladrillo acabó incentivando la concesión de crédito al resto de la economía en la última fase del ciclo.
El estudio concluye que, cuando se da una burbuja, el acaparamiento del crédito por parte de esa actividad es solo temporal. Lógicamente, la fragilidad intrínseca de las burbujas hace que acaben explotando, y que ello, a su vez, desencadene una crisis crediticia generalizada.