La Roma, el barrio más peliculero de Ciudad de México
Vibrante y ecléctica, es la zona de moda de Ciudad de México Esta colonia de principios del siglo XX reunió a los nuevos ricos
Un retrato de familia, una película de miedo, una cinta de catástrofes o de gente guapa. Las calles y edificios de Colonia Roma, el barrio de moda de Ciudad de México (CDMX), da para contar muchas historias. Roma, la película del director Alfonso Cuarón, narra las relaciones entre su propia familia, clase media alta, y sus empleadas indígenas.
Un relato íntimo que transcurre en su hogar de infancia, en Tepeji, 21, al principio de los años setenta y que ha situado en el mapa de la fama a esta elegante zona del centro de CDMX (hablar de centro en una capital del tamaño de la mexicana es ciertamente iluso) y elevará la Roma al olimpo cinematográfico si la cinta consigue, como todas las quinielas señalan, el Óscar a la mejor película, el próximo domingo.
Colonia Roma podría haber sido también el escenario de un remake de La casa de las brujas. En el extravagante Edificio Río de Janeiro, en el corazón del barrio, se entremezclan fantasmas, asesinatos misteriosos y hechiceras. Su atípica fachada de ladrillo rojo, con dos vanos falsos y torreón, semejan el rostro de una bruja con sombrero y todo.
La enorme vegetación que lo envuelve desde la plaza de enfrente acrecienta la leyenda de La Casa de las Brujas, como se conoce popularmente a esta singular construcción, una de las más icónicas y fotografiadas de la colonia. Su zona cero hubiera servido en 1985 para una nueva versión de Terremoto. Ese año un seísmo de una magnitud de 8,1 asoló la capital y la Roma fue uno de los barrios peor parados. Sus distinguidos vecinos huyeron en masa y se convirtió en una especie de lugar sin ley.
Pocos confiaban en que aquella barriada construida a principios del siglo XX recuperara su esplendor. Grandes paseos arbolados y calles trazadas a cuadrícula, donde los nuevos ricos y la nueva burguesía capitalina construyeron sus modernas casonas y mansiones de estilo europeo, con poco que envidiar a la elitista y vecina Colonia Juárez. A diferencia de esta, cuyo callejero está inundado de nombres europeos, las calles de la Roma llevan puro nombre mexicano (Tepic, Chapultepec, Colima, Tonalá...).
Nada de gente corriente
Poco a poco la Roma recuperó su esplendor y desde hace una década es uno de los barrios de moda de CDMX. Vibrante y ecléctico. En su viejos edificios reconstruidos o en los de obra nueva no vive Gente corriente. Están habitados por urbanitas recalcitrantes, hipsters, artistas, bohemios y los chilangos –nativos de CDMX– más cool y modernos junto a mileniales expatriados casi todos de rentas altas.
Céntrica y bien comunicada, es un hervidero de tendencias y uno de los lugares donde pasear y dejarse ver
En la Roma están los restaurantes más modernos –y algunos de los más caros–, las nuevas galerías de arte, multiespacios y los cafés y terrazas de moda, junto a tiendas vintage o las más puestas en tendencias, moda y diseño.
Uno de los restaurantes más visitados es Rosetta (Colima, 166). Cocina de autor y de temporada a cargo de la chef mexicana Elena Reygadas. La carta nunca es igual (desde 35 euros). En la misma calle y también de Reygadas está Panadería, que presume de tener los mejores panes, dulces y salados, de Ciudad de México y un excelente café nacional servido con mimo. De ambos damos fe.
Un poco de todo
Almanegra Café (Tonalá, 53). Acogedor local que rinde culto a esta bebida. Una experiencia imperdible.
Mercado Roma (Querétaro, 225). Primer mercado gourmet de CDMX. Todo tipo de puestos para comer.
Aguafuerte Galería (Guanajuato, 118). Exposición y venta de arte contemporáneo –local e internacional–.
Librería Casa Bosques (Córdoba, 25). Un multiespacio donde encontrar libros de diseño. Tiene dos tiendas.
Barceló México Reforma (Paseo Reforma, 2). Un cinco estrellas muy bien ubicado para ir andando al centro histórico y a diez minutos a pie de la Roma.