10 certezas sobre el futuro desde Silicon Valley
Expertos de la comunidad de aprendizaje SingularityU debaten sobre el porvenir
El futuro pasa por lo impredecible, la velocidad de los cambios y la inestabilidad. Una cuestión que se ha vuelto un verdadero quebradero de cabeza para los expertos que tratan de descifrarlo. Sin embargo, el diseñador de programas tecnológicos y educativos Jeffrey Rogers aseguró este miércoles, durante la primera jornada del congreso SingularityU Spain Summit, organizado por la citada comunidad de aprendizaje con sede en Silicon Valley y que cónto con la participación de compañías como Deloitte, Vodafone y Asisa, que a pesar de las dudas, existen varias certezas sobre el porvenir.
- Retorno acelerado. “Cualquier sistema evoluciona a base de ensayo y error. Las primeras fases sirven de aprendizaje para las siguientes”, comentó Rogers. De esta manera, el conocimiento obtenido en experimentos anteriores será útil para hacer mejores pruebas en el futuro, lo que desencadena una sabiduría que crece de manera exponencial en lugar de lineal.
- Democratización. Al hacer más accesibles las herramientas tecnológicas, crece la comunidad de personas con capacidad para resolver problemas. “Gracias a la reducción de costes, hay más poder computacional en los teléfonos móviles que el que se necesitó para llevar al hombre a la luna”, sentenció Rogers. Por su parte, el informático Ramez Naam destacó que el principal efecto de esta democratización es que “lo importante ya no es la fuerza y el capital, sino la tecnología y la innovación”.
- Innovar puede ser copiar. El presidente de Doblin, la unidad de innovación de Deloitte, Larry Keeley, sorprendió a los presentes al asegurar que “la innovación moderna tiene más que ver con la integración inteligente de utilidades que ya existen que con crear cosas completamente desde cero”. Aseguró que una empresa rompedora, como es ahora Airbnb, solo ha desarrollado siete de los 57 activos que la conforman, pues el resto ha consistido en un ensamblaje de funciones que ya existían en otras plataformas. En este sentido, el experto explicó que “los problemas complejos se pueden solucionar con cosas ya conocidas, pero muchas veces lo quefalta es la capacidad de imaginar cómo se puede mejorar la vida de las personas”.
- Desmaterialización. Los elementos de la mesa de trabajo han ido desapareciendo para digitalizarse e integrarse en los teléfonos móviles. Un ejemplo de cómo una parte importante de la innovación pasa por la desmaterialización de servicios que ya existen. Por su parte, Rogers animó a “pensar como sistemas y a actuar como diseñadores” para crear interfaz que simplifique las tareas de los usuarios.
- Olvidar la eficiencia. El consultor de Deloitte John Hagel señaló que el futuro pasa por dejar atrás un modelo que solo busca la eficiencia para adoptar uno de aprendizaje escalable en el que la sociedad aprenda de manera conjunta. Al contrario que el primer sistema, que trata de evitar las fricciones, el aprendizaje escalable quiere que los individuos se reten entre ellos para mejorar. Asimismo, es consciente de que inevitablemente siempre habrá más talento fuera de una empresa que dentro, por lo que es la mejor opción apoyarse en otros socios para trabajar de manera conjunta. Una premisa que el sistema actual rechaza por las ineficiencias que derivan de implicar a muchas partes en un mismo proyecto.
- Automatización. El emprendedor y profesor de SingularityU, David Orban, aseguró que si bien entiende a las personas que temen perder su trabajo por las máquinas, “hay trabajos que no son humanos y deberían automatizarse”. Por su parte, Hagel fue un paso más allá al confirmar que el 100% de las tareas serán automatizadas mucho antes de lo que la gente piensa. “El trabajo no debería ser realizar tareas rutinarias, sino dedicarse a estudiar problemas y oportunidades que creen valor”, añadió.
- El peligro de ser pasivos. “Minusvaloramos el riesgo que se contrae al no actuar por miedo a cometer errores”, enunció Naam, quien insistió en que la clave reside en invertir en sistemas que permitan experimentar sin coste y solucionar los fallos lo más rápido posible. En este sentido, el experto aseguró que la confianza debe superponerse al control porque si no nadie va a probar para encontrar una solución innovadora.
- Colaboración. Naam aseguró que esta es la emoción más potente, ya que las personas que son conscientes de haber ayudado a otras se implican más. En esta línea, Keeley apuntó que “ya no podemos hacerlo todo nosotros, por eso es necesario colaborar con otras partes, incluso con quienes nunca hubiéramos imaginado, pues si no, no llegaremos a muchos sitios”.
- El papel de los jóvenes. Keeley se mostró rotundo al manifestar que si las empresas quieren promover un cambio real, deben que apostar por los empleados más jóvenes y plantearles retos. “Se pierden el 40% de los beneficios si no se promociona a la juventud”. Y recalcó que los directivos que sean capaces de entenderlo cuentan con el liderazgo para la sociedad del futuro.
- Sostenibiliad. Si no se garantiza la continuidad del planeta, las consideraciones anteriores no tendrán la mayor relevancia. Un tema por el que se mostró especialmente preocupado el cofundador de Nativa Eric Ezechieli, quien aseguró que la única manera de que la tecnología no se use con fines perversos es que las empresas se conviertan en regenerativas y busquen crear valor para la sociedad en lugar de destruirlo, independientemente de su rentabilidad económica.