Sánchez presenta el gran paquete del clima ante los ejecutivos de las energéticas
Las medidas supondrán unas inversiones de 200.000 millones, la creación de 300.000 nuevos empleos y que un 42% de la energía sea renovable en 2030
En presencia de los altos directivos de las grandes empresas energéticas; los de las principales asociaciones del sector y de diversas ONGs, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, presentaron ayer el gran paquete sobre el clima, que incluye el anteproyecto de ley de Cambio Climático; el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) y la Estrategia para una Transición Justa. Todos ellos serán aprobados en el Consejo de Ministros del viernes y, salvo el PNIEC que se enviará a Bruselas para su visto bueno y tendrá recorrido, el anteproyecto de ley nacerá muerto, ya que no podrá ser tramitado en unas Cortes que se disuelven el próximo 5 de marzo.
Pese a todo, con su gesto (“Es la primera vez que un presidente del Gobierno viene a este ministerio”, subrayó Ribera), Sánchez quiso reconocer el trabajo realizado en los últimos meses por un equipo interministerial en lo que denominó “la agenda del cambio”. No en vano, en el acto estuvieron también presentes las ministra de Hacienda, María Jesús Montero; la de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, Magdalena Valerio y la de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto. También los secretarios de Estado de Energía, José Domínguez Abascal y el de Medio Ambiente, Hugo Morán, entre otros.
Aunque no se desveló el contenido de estas medidas, Sánchez reiteró que supondrán unas inversiones público-privadas de 200.000 millones de euros hasta 2030, que generará 300.000 nuevos empleos en ese periodo y aportará 75.000 millones a la balanza comercial española.
El Gobierno planteará a Bruselas unos objetivos ambiciosos de producción de energía renovable, que pasará del 20% del total en 2020 al 42% en 2030 (inicialmente, este era del 32%). En definitiva, el objetivo fundamentales, señala el Gobierno, son la creación de empleo, el desarrollo del medio rural, la justicia social, la mejora de la salud y el medio ambiente. Se trata de llegar a 2050 con una economía libre de emisiones y un sistema eléctrico 100% renovable, con un marco normativo “estable y seguro”. La normativa refuerza el autoconsumo y limita el uso de hidrocarburos, con “una movilidad libre de emisiones y un transporte electrificado”.
Salvo en el caso de las petroleras, que no enviaron a ningún representante de alto nivel, en el acto se pudo ver al presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, que acudió después de presentar unos resultados anuales históricos superiores a los 3.000 millones. Al evento asistieron otros ejecutivos del sector eléctrico: el consejero delegado de Endesa, José Bogas; el presidente de Acciona, José Manuel Entrecanales; el director general de Gas & Power de Naturgy, Manuel Fernández; el presidente de Viesgo, Miguel Antoñanzas y el de Abengoa, Gonzalo Urquijo. Y no faltaron los operadores energéticos: el presidente de Enagás, Antonio Llardén y el director de Operaciones de REE, Miguel Duvison. Ni la presidenta de la patronal eléctrica (Aelec), Marina Serrano, o la directora de Sedigas, Marta Margarit.
Pero el mayor poder de convocatoria fue el del sector de las renovables, que reconocen haber recibido el apoyo de un Gobierno que ha eliminado el impuesto al sol y se ha comprometido a mantener la actual retribución de las plantas más allá de 2020. Entre los responsables de las asociaciones presentes, destacaron los de las fotovoltaicas (Unef, Anpier y APPA) y la Asociación Española Eólica. También los de Seopán y Carbunión
También estuvieron presentes en el evento la presidenta del PSOE y exministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, y la portavoz de Energía del Grupo Socialista en el Congreso, Pilar Lucio.
Las medidas incrementarán un 1,8% el PIB
Las inversiones previstas en el marco de energía y clima, y el ahorro en la factura energética, permitirán aumentar el PIB entre 19.300 y 25.100 millones de euros hasta 2030, lo que supondrá un aumento del 1,8% a esa fecha. Según las previsiones del Gobierno, gracias a estas medidas la dependencia energética del país caerá un 15% en la década, hasta el 59%.
En la actualidad, España importa casi el 100% de los combustibles fósiles que usa (petróleo, gas y carbón), lo que sitúa su grado de dependencia energética en un 74%, 20 puntos porcentuales por encima de la media comunitaria.
El objetivo es aumentar la generación eléctrica mediante renovables del actual 40% al 74% en 2030 y al 100% en 2050, lo que “permitirá cumplir los compromisos asignados por la UE y rubricados en el Acuerdo de París”.
La Estrategia de Transición Justa optimizará, en estos territorios, y en aquellos afectados por el cierre de centrales, las oportunidades de creación de actividad económica y empleo, vinculadas a la transición ecológica. Según el presidente del Gobierno el cierre de centrales de carbón y las nucleares debe tener un efecto cero en el empleo.
El Gobierno activará un plan de acompañamiento para el automóvil, las empresas electrointensivas y un marco de apoyo a la cogeneración