Por qué la UE es esencial para las empresas
Las compañías necesitan una Europa más unida y cohesionada socioecioeconómicamente
Si siempre es necesario recordar que nuestra pertenencia a la Unión Europea ha sido fuente de estabilidad política, prosperidad económica y de nuevas oportunidades sociales colectivas e individuales, ahora todavía más.
Apenas quedan cuatro meses para las elecciones al Parlamento Europeo, que en España se celebrarán el próximo 26 de mayo. Una cita electoral que tiene sin lugar a duda la misma importancia o más que los comicios regionales y locales que también tendrán lugar ese mismo domingo en algunas de nuestras Comunidades Autónomas.
¿Por qué? Porque de cómo decida y se consolide la Unión Europea, de qué iniciativas ponga en marcha y de la manera en que éstas se adopten dependerá, en buena parte, el desarrollo de nuestra economía nacional, regional o local y de la preservación de nuestro modelo de bienestar. Y, lo que es más importante, porque dependiendo de cómo nosotros, ciudadanos, empresas, Administraciones y Gobiernos, nos impliquemos activamente en el diseño de las políticas europeas estas nos serán más o menos cercanas, más o menos sencillas, y sobre todo serán más o menos eficaces en elaborar nuestro futuro común y el de nuestros hijos y nietos.
Porque depende de nosotros. Muchas veces, adquirir mayor responsabilidad es la vía más eficaz para combatir tentaciones populistas o individualistas que solo representan un supuesto retorno a un pasado nostálgico que, simplemente, no existe y que desde luego no sirve para enfrentarnos a los nuevos retos de nuestra sociedad y a la protección de sus valores democráticos y éticos.
Si hay una enseñanza que el ejercicio empresarial ofrece es el necesario anclaje en los valores universalmente compartidos para avanzar en una misma dirección.
Y la Unión Europea es una comunidad de valores, entre ellos el Estado de Derecho, la libertad de expresión y de circulación (entre otras la digital) y la democracia, la solidaridad y la libre empresa. La apuesta europea de CEOE es permanente. Si la potencia exportadora de la empresa española ha podido desarrollarse para generar riqueza y empleo en nuestro país lo ha sido, en gran medida, gracias al mercado interior europeo. Un mercado al que van destinadas más del 60% de nuestras exportaciones, que es el segundo mayor del mundo y que, a pesar de sus deficiencias, es el trampolín que nos permite acceder en condiciones competitivas a los mercados globales.
Solo en esta legislatura, la Unión Europea ha sido capaz, además de elaborar una salida digna y razonable al proceso indeseado del Brexit, de cerrar acuerdos con Canadá, Japón, Singapur, Vietnam o México; y sigue apostando por el multilateralismo en sus conversaciones con Estados Unidos y China, mientras sigue negociando bilateralmente con ambos para rebajar tensiones comerciales que no llevan a ninguna parte. Ni España, ni desde luego ningún otro país de la Unión hubiera podido realizar estos logros por sí mismo.
¿Es esto suficiente? No, desde luego. ¿Deberíamos hacer más por trabajar juntos en la consolidación de la Unión Europea? Sí, sin ninguna duda.
Esta es la ambición de las organizaciones empresariales y de los empresarios europeos, haciendo de la unión nuestro motor principal de actuación. Y esta es también la finalidad del informe que hemos elaborado en el marco de nuestra organización empresarial europea, BusinessEurope, titulado Una Europa con oportunidades para todos. Una ambición empresarial para 2030.
Un informe con el que queremos destacar, en primer lugar, la contribución de la empresa a la Unión Europea, en forma de más industria, innovación, crecimiento, sostenibilidad, empleo de calidad e inversión. Y, en segundo lugar, nuestro deseo de una Europa más fuerte, más líder, que funcione y responda mejor a las necesidades de sus empresas, trabajadores y ciudadanos y, muy especialmente, que esté más unida y cohesionada socioeconómicamente.
En definitiva, una Unión Europea que, con el compromiso de todos y con el diálogo como instrumento renovado de progreso, sea capaz de ofrecer y materializar oportunidades de crecimiento en todas sus dimensiones económicas y sociales a la vez que construya el mejor camino para asegurar el bienestar de nuestros ciudadanos y la respuesta a los inmensos retos a los que nos enfrentamos, entre ellos el del cambio climático y de la necesaria transición de modelo energético.
Más que nunca es el momento de apoyar el proyecto Europeo para preservar nuestro futuro.
Jesús Ortiz es Presidente de la Comisión de Unión Europea de la CEOE