La economía alemana se estanca y salva por la mínima la entrada en recesión
El PIB alemán se mantuvo plano entre octubre y diciembre del pasado año
Alemania ha escapado por la mínima a la entrada en recesión en el cuarto trimestre de 2018. Entre octubre y diciembre, el crecimiento de la locomotora económica de la zona euro fue plano, frente a un avance del PIB de al menos una décima que esperaban los analistas.
Alemania sortea así la recesión después de la contracción económica registrada en el tercer trimestre del año, en que el PIB se redujo el 0,2% en su primer retroceso desde 2015. En tasa interanual, el PIB alemán creció en el cuarto trimestre del 0,6% frente al mismo período del año anterior. Los analistas esperaban un crecimiento del 0,7%.
La mayor economía de la zona euro está acusando con fuerza el declive en las exportaciones que está imponiendo la amenaza de guerra comercial lanzada desde Estados Unidos, que está impactando en la confianza empresarial y está provocando el freno generalizado de las economías del euro. Italia entró en recesión técnica al cierre de 2018 al sumar dos trimestres consecutivos de contracción económica.
Las señales de desaceleración en la economía China es otro de los grandes motivos para el enfriamiento de una economía básicamente exportadora como la alemana. La Comisión Europea rebajó la semana pasada con fuerza sus previsiones de crecimiento para Alemania este año, en que espera un alza del PIB del 1,1%, siete décimas por debajo de su pronóstico de noviembre. El gobierno de Angela Merkel también ha recortado de forma drástica su previsión de crecimiento para este año, que ha dejado en un alza del PIB del 1%, frente al 1,8% esperado anteriormente.