El joven empresario de bitcoin que se llevó a la tumba la contraseña de 120 millones
La plataforma de criptomonedas QuadrigaCX entra en bancarrota al no tener acceso a los monederos electrónicos
La confianza de las plataformas de compraventa de criptomonedas se ha puesto de nuevo en entredicho. La canadiense QuadrigaCX se ha declarado en bancarrota tras deber a sus 115.000 clientes al menos 180 millones de dólares canadienses (120 millones de euros) a los que no tiene acceso. Su fundador, Gerald Cotten, falleció el pasado mes de diciembre sin compartir la contraseña de acceso a los monederos en los que almacenaba los bitcoin y otras criptodivisas.
La empresa anunció a mediados de enero que Gerald Cotten, fundador y primer ejecutivo de la empresa había muerto el 9 de diciembre por complicaciones en la enfermedad de Crohn durante un viaje de ayuda humanitaria a India. El fundador de QuadrigaCX solía mover el dinero a un monedero protegido con una contraseña y desconectado de internet para que no fuera hackeado. Sin embargo, nunca llegó a compartir la clave de acceso.
Cotten siempre estuvo preocupado por la seguridad: la computadora portátil, las direcciones de correo electrónico y el sistema de mensajería que usaba para administrar el negocio de 5 años estaban encriptados, según una declaración jurada de su viuda, Jennifer Robertson, informa Bloomberg. Asumió la responsabilidad exclusiva del manejo de fondos y monedas y los aspectos bancario y contable del negocio, y para evitar ser hackeado, traspasó la "mayoría" de las monedas digitales a carteras frías.
Sus medidas de seguridad son hasta cierto punto comprensibles. Casas de cambio de monedas virtuales sufrieron al menos cinco grandes ataques el año pasado. Japón, hogar de algunos de los portales de intercambio de activos digitales más activos del mundo, también fue víctima de dos de los más grandes hackeos de criptomonedas conocidos: la debacle de Mt. Gox de 2014 y el robo de casi 500 millones de dólares en monedas digitales de Coincheck en enero pasado.
El problema es que Robertson afirmó que no puede encontrar sus contraseñas ni algún registro comercial de la empresa. Los expertos que intentaron ingresar a otras computadoras y al teléfono móvil de Cotten tuvieron solo un "éxito limitado" y los intentos de penetrar un dispositivo USB encriptado se vieron frustrados, detalló su viuda, que vive en un suburbio de Halifax, en los documentos.
Este martes, un tribunal canadiense ha admitido la solicitud de suspensión de pagos de QuadrigaCX, según un comunicado de la empresa. "No tomamos esta decisión a la ligera. Durante las últimas semanas, hemos trabajado mucho para abordar nuestros problemas de liquidez, que incluyen ubicar nuestras muy importantes reservas de criptomonedas guardadas en monederos electrónicos necesarios para satisfacer los saldos de criptomonedas de los clientes en depósitos y la contratación de una institución financiera para que acepte los giros bancarios que se nos transfieren. Lamentablemente, estos esfuerzos no han tenido éxito. Como no pudimos resolver estos problemas de manera oportuna, no queríamos que la negociación continuara en nuestra plataforma. Solicitamos la protección de los acreedores para ayudar a resolver estos asuntos y preservar los intereses de nuestros clientes", señala la empresa.
El tribunal canadiense ha nombrado a la firma Ernst & Young Inc como una especie de administrador concursal. QuadrigaCX no sabe cuál será el desenlace de su situación. "Estamos seguros de que tienen muchas preguntas. Estamos en las primeras etapas de un proceso largo y no tenemos todas las respuestas en este momento", señala también la empresa en su comunicado.
La mayor plataforma de criptodivisas de Canadá se enfrenta a problemas desde el año pasado. El Banco Imperial Canadiense de Comerio (CIBC, por sus siglas en inglés) bloqueó varias cuentas QuadrigaCX, por valor de hasta 28 millones de dólares canadienses, lo que afectó a 338 clientes. A pesar de que un tribunal de Ontario liberó los fondos el pasado mes de diciembre los usuarios siguen sin haber recibido sus inversiones.
La semana pasada, la web dejó de funcionar durante unas horas por "mantenimiento" y en este momento, al intentar acceder, aparece un mensaje que indica que la situación ha sido trasladada al Tribunal Supremo de Nueva Escocia, donde ha solicitado "protección del acreedor".