España escapa a la rebaja de previsiones del FMI para la zona euro
El organismo internacional rebaja seis décimas la estimación de PIB para Alemania en 2019 y cuatro a Italia
El crecimiento económico mundial se está debilitando más rápido de lo previsto y los riesgos de una corrección más significativa están aumentado. Así lo constata el Fondo Monetario Internacional (FMI) en sus últimas previsiones presentadas en la antesala del Foro Económico Mundial que arranca este martes en Davos (Suiza).
Aunque este organismo prevé que el cierre de 2018 sea el previsto en sus estimaciones de octubre –el PIB mundial habría crecido el pasado año un 3,7%–, calcula una leve desaceleración de la economía global de dos décimas en 2019, hasta un 3,5% y de una décima para 2020, cuando la previsión es que la expansión de la riqueza mundial sea del 3,6%.
La rebaja es de una décima para las economías desarrolladas y de dos décimas para las emergentes. En el caso de la zona euro, el recorte es de tres décimas, hasta el 1,6%. Los motivos que da este organismo internacional para determinar los riesgos a la baja del crecimiento mundial son, entre otros, la probabilidad de que se produzcan tensiones comerciales más allá de las existentes. Así como el endurecimiento de las condiciones financieras que viene produciéndose desde el otoño. La institución dirigida por Christine Lagarde llega a recomendar a las economías avanzadas que tengan especial cuidado con la normalización monetaria.
Esta rebaja, que ya se había visto reflejada en las previsiones del FMI de octubre por el impacto de la guerra comercial entre China y Estados Unidos, obedece en esta ocasión a un peor comportamiento de algunas economías de Europa y Asia. "Después de dos años de sólida expansión, la economía mundial está creciendo más lentamente de lo esperado y los riesgos están elevándose", afirmó ayer Lagarde.
En concreto, el FMI atribuye buena parte de esta desaceleración a una mayor debilidad de las economías alemana e italiana. En el caso de la locomotora germana, en la segunda mitad de 2018, por la aprobación de nuevas normas por la emisiones diésel de los automóviles y una menor demanda externa; mientras que en Italia se debe a las preocupaciones sobre los riesgos de la deuda y el sistema financiero que han lastrado su demanda interna y debilitado la confianza en sus mercados.
Sin embargo, esta vez, España se ha escapado de esta rebaja de previsiones generalizada. De hecho, pese a que las principales estimaciones a la baja se dan en la zona euro, este organismo mantiene sus expectativas de crecimiento para la economía española, en el 2,2% para este año –como prevé también el Gobierno español—y en el 1,9% para 2020.
Con todo, desde Scope Ratings han declarado que "si bien las perspectivas de crecimiento a corto y medio plazo son sólidas", a largo plazo de España se enfrentan a desafíos considerables".
De esta forma, España será, de todas las grandes economías europeas, la que más crezca este año y la segunda de las ocho principales economías desarrolladas incluidas en el informe, solo detrás de EE UU que, según el FMI, crecerá un 2,5% este año y un 1,8% el que viene
La previsión para la economía estadounidense se mantiene intacta al igual que la de China, si bien la institución mantiene su alerta sobre las conversaciones en materia comercial entre ambas potencias. Por lo pronto, ayer se conoció que Pekín registró en 2018 un repunte de su economía del 6,6%, el peor dato desde 1990 pero en línea con las estimaciones realizadas por el país.
En el caso de Reino Unido, las dudas sobre el futuro de su relación con la UE a partir del 29 de marzo, fecha en el que se ejecutará su salida de la Unión, llevan al FMI a mantener intacta su previsión por el momento –prevé un alza del PIB británico del 1,5% para este año–.
Dentro de las economías emergentes la mayor rebaja de la previsión de crecimiento es para México, país al que el FMI rebaja el crecimiento de su PIB en cuatro décimas para este año, al 2,1%, y de cinco décimas en 2020, hasta el 2,2%, por la caída de la inversión privada tras la llegada del nuevo presidente Andrés Manuel López Obrador.
El FMI destaca que los países emergentes y las economías en desarrollo se enfrentan a los vientos en contra provocados por el alza de tipos de interés en EE UU, la menor llegada de flujos de capital extranjeros y la depreciación de los tipos de cambio.