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El Foro de Davos arranca con un panorama de desconfianza en las instituciones

Destaca la ausencia del presidente de EE UU, Donald Trump, y de su delegación oficial, por el cierre parcial del gobierno federal

Inauguración del Foro Económico Mundial de Davos, en Suiza.
Inauguración del Foro Económico Mundial de Davos, en Suiza.REUTERS

El Foro Económico Mundial de Davos abre este martes su reunión anual más importante del año en un momento de desorientación general, que se evidencia en los problemas de inestabilidad, ruptura y aislacionismo que han obligado a los líderes de Francia, Reino Unido y EEUU a no acudir. Según el barómetro de Edelman Trust elaborado con motivo de la asamblea del foro, que reúne en Suiza a las élites políticas y empresariales, solo una de cada cinco personas encuestadas cree que el sistema económico, político y social está trabajando para ellos, mientras que casi el 60% piensa que los conflictos comerciales están perjudicando a sus compañías y poniendo en riesgo sus puestos de trabajo.

Frente a la baja confianza en que los políticos solucionarán los problemas, los ciudadanos ponen el foco en las empresas, y el 75% dice que confía en las empresas que los emplean, comparado con el 48% que se fía del gobierno y el 47% que se fía de los medios de comunicación.

El presidente ejecutivo y fundador del Foro, Klaus Schwab, ha reconocido que existe un "gran nivel de incertidumbre" generalizada porque "la gente se siente insegura y ya no cree que el mundo de mañana será mejor que el de hoy".

El Foro lleva al menos dos décadas advirtiendo que "el exceso de globalización nos llevaría a una situación de desequilibrio y desigualdad", la cual "no era sostenible sin responsabilidad social", recuerda Schwab, cuya profecía parece cumplirse.

El Foro reúne a 3.000 participantes, entre los que habrá más de 60 jefes de Estado y de Gobierno, un centenar de autoridades de rango ministerial y cientos de dirigentes de las compañías más influyentes de una veintena de industrias. 

La ausencia del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y de su delegación oficial, debido a la parálisis administrativa en Washington, representa una situación inédita en casi medio siglo de historia del Foro de Davos. Algunos participantes tienen, sin embargo, la impresión de que "el liderazgo político de alto nivel está ausente este año". Además de Trump, tampoco acudirán Theresa May o Emmanuel Macron, ambos inmersos en sus propias crisis internas. 

Ante esta falta de primeras espadas, el presidente brasileño Jair Bolsonaro será uno de los principales protagonistas del foro. "Estoy confiado y feliz con esta gran oportunidad de presentar a los líderes de todo el mundo un Brasil diferente", escribió el mandatario ultraderechista en Twitter esta semana, según recoge AFP. 

Esta reunión solía abrir de manera informal el año político y económico a nivel internacional, pero las crisis de los "chalecos amarillos" en Francia, del Brexit en el Reino Unido y la causada por la insistencia de Trump en la construcción de un muro en la frontera con México han perpetuado el sentimiento de inestabilidad de un año a otro.

Sin embargo, el Foro ha declarado su intención de no dejar que la actualidad y las múltiples crisis monopolicen las conversaciones y debates en Davos, a donde muchos de los participantes acuden por quinta, sexta o más veces porque representa una vitrina y un lugar de contactos que prácticamente no tiene competencia.

Una encuesta del Foro Económico Mundial publicada esta semana revela que el cambio climático es la principal preocupación de los participantes, no solo por sus consecuencias en el planeta sino también en sectores como la logística o los transportes.

"La agenda de Davos solo trata el cambio climático como un tema entre otros. La élite de Davos todavía se cree que tenemos tiempo para arreglar la crisis climática pero no lo tenemos" dijo la directora ejecutiva de Greenpeace International, Jennifer Morgan.

Aunque EE UU no estará representado a nivel político en el Foro, sí lo estará desde el punto de vista de los negocios con la asistencia de 800 ejecutivos y empresarios de ese país.

Todos serán arropados por representantes de ONG, artistas, escritores, científicos y académicos que intentarán hacer escuchar sus voces entre aquellos que toman las decisiones para que la visión de corto plazo deje de primar sobre el largo plazo.

El cambio climático será uno de los asuntos más emblemáticos de esta reunión, en la que la posición escéptica no estará representada por Trump, sino por el nuevo presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, quien ha amenazado con retirar a su país del Acuerdo de París sobre Cambio Climático.

Latinoamérica será una de las regiones mejor representada en cuanto a jefes de Estado, con los presidentes de Colombia, Ecuador, Costa Rica, Perú y Paraguay que viajarán a la estación alpina de Davos, cuya ubicación la hace de difícil acceso y por tanto más segura.

Europa estará representada principalmente por el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y por la canciller alemana Angela Merkel.

Este fin de semana han llegado a Davos y a numerosas localidades en un perímetro de más de 100 kilómetros -donde se alojan cientos de participantes a falta de hospedajes en Davos- los militares encargados de la seguridad.

El Gobierno suizo ha aprobado el desplazamiento de un máximo de 5.000 soldados para este evento.

Como cada año, el espacio aéreo estará limitado del martes al sábado próximos. Las personalidades invitadas han comenzado a llegar a una base aérea de la región de Zúrich, desde donde se trasladan a Davos en helicóptero, en tren o en vehículo privado.

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