Codere planea una OPV con ampliación de capital por más de 200 millones de euros
Vincula el redebut bursátil a la mejora de su negocio en los próximos meses
Codere, la principal empresa de juego cotizada en España, traza sus planes de crecimiento futuro después de cerrar un 2018 en el que ha mejorado cerca de un 4% su ebitda ajustado respecto al de 2017, llegando al entorno de los 285 millones. Un año en el que sufrió el impacto de la hiperinflación argentina, históricamente su mercado principal: en 2017, generaba más del 40% del ebitda ajustado.
El grupo apuesta ahora por impulsar su actividad en México y España y su presencia en el juego online como bases de su crecimiento de ingresos y de beneficios durante los próximos años. Si el negocio recupera variables positivas, y el mercado lo permite, Codere acometerá un redebut bursátil por más de 200 millones de euros que incluiría la venta por parte de algunos accionistas y también una ampliación de capital para amortizar deuda y seguir creciendo, según fuentes cercanas a la empresa.
En la actualidad, la compañía de juego ahora solo tiene en torno al 2% de su capital cotizando libremente en Bolsa (free float, en la jerga). En el último año, sus títulos han caído un 60%.
Esta potencial colocación está incluida en el pacto de accionistas firmado en abril de 2016 y que agrupa al 97% del capital. La operación, que el grupo considera a medio plazo, podría ser acelerada por un buen comportamiento de los resultados y una mejora del contexto de mercado, aunque las fuentes consultadas explican que "difícilmente" se llevará a cabo antes del final de este año.
La operación serviría para, entre otras cosas, aclarar la compleja estructura de capital de Codere. Está liderada por los fondos Silverpoint y Prudential, y por la familia Martínez Sampedro, que mantiene tres representantes afines en el consejo. Según establece ese pacto de accionistas, una OPV permite romper el acuerdo anticipadamente y reorganizar el consejo.
Codere también podría acometer sus planes de crecimiento y reducir su apalancamiento. En paralelo a la hipotética resurrección bursátil, Codere deberá acometer la negociación de los vencimientos de los bonos que expiran a finales de 2021, y espera mantener una ratio de deuda neta en torno a 2,5 veces el ebitda ajustado. En 2016, cuando emitió esta deuda cotizada, Bank of America Merril Lynch actuó como banco colocador. Barclays, Jefferies y Morgan Stanley completaron el sindicato colocador, según consta en su último informe financiero.
En este contexto se entiene 2019 como un año de transición de las medidas tomadas durante el ejercicio pasado tras la llegada del nuevo equipo gestor, liderado por Vicente di Loreto como consejero delegado y Norman Sorensen como presidente tras la salida de los Martínez Sampedro de la gestión de la compañía.
José Antonio Martínez Sampedro, expresidente, y su hermano Luis Javier, exvicepresidente, fueron cesados por los principales fondos propietarios, Silver Point Finance, Prudential y Abrams Capital, en enero del año pasado.
Pese a ello, la familia Martínez Sampedro mantiene el 18% de las acciones del grupo y tres puestos en el consejo: los de los dos cesados y el de Pío Cabanillas, afín a la familia. Estos se negaron a firmar las cuentas del primer semestre del ejercicio, en un enfrentamiento que sigue su curso en los tribunales.
En materia de negocio, Codere espera que la situación en Argentina siga siendo complicada durante los próximos meses, aunque se confía en aguantar el temporal y lograr un crecimiento del resultado operativo del grupo en 2019 similar al de 2018. En el caso español, el foco se ha puesto de forma clara en las apuestas deportivas. Sobre ellas, Codere centró la mayor parte de la inversión efectuada en 2018, y esperan que ayuden a aumentar la rentabilidad de las operaciones en el país en hasta un 30% este año.
En materia digital, que también incluye la renovación de los procesos internos, Codere invirtió 30 millones de euros en 2018, año en el que el grupo desplegó filiales enfocadas en las actividades digitales tanto en Melilla como en Tel Aviv.
La cotizada, con cierto terreno perdido con respecto a alguno de sus rivales en el juego online que empezaron a operar antes de la publicación de la regulación, espera redoblar sus esfuerzos en el próximo ejercicio en esta línea de negocio.