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El Foco
Tribuna
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La hemorragia de la industria y las tiritas del Gobierno

No se pueden negar las buenas intenciones de Pedro Sánchez, pero le falta ambición

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la visita a una fábrica de Renault en Valladolid, en octubre pasado.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la visita a una fábrica de Renault en Valladolid, en octubre pasado.EFE
CINCO DÍAS

No se puede negar el voluntarismo del Ejecutivo de Pedro Sánchez a la hora de intentar reparar los profundos daños que han significado las políticas de los Gobiernos anteriores para los trabajadores y trabajadoras de nuestro país y para las relaciones laborales. Lo que sí se le puede achacar es una cierta falta de ambición política a la hora de coger el toro por los cuernos y abordar la esencia de los males endémicos que azotan nuestra economía: la derogación de la reforma laboral y la falta de una política industrial coherente y definida.

Con buena voluntad nos venimos acostumbrando a que, algunos viernes, el Consejo de Ministros este aprobando medidas, todas ellas en su mayoría positivas para las y los trabajadores y que desde UGT FICA aplaudimos, pero que finalmente no suponen más que tiritas para curar una gran hemorragia.

Nos congratulamos de la aprobación del Plan de Choque por el Empleo Joven, con políticas para incorporar dignamente a los jóvenes al mercado de trabajo. También consideramos una buena noticia la convalidación del Real Decreto Ley de Medidas Urgentes para el impulso de la Competitividad Económica de la Industria y el Comercio, que incluye importantes medidas para luchar contra la destrucción del tejido industrial de nuestras comarcas y reactivar la industria como motor de empleo.

Entre ellas especialmente la recuperación del contrato de relevo con jubilación parcial en la industria manufacturera, pues conjuga la creación de empleo estable y de calidad para los jóvenes y la jubilación anticipada y progresiva de los mayores sin que la transmisión de conocimientos en las empresas sufra ninguna merma. Lo justo y necesario sería que este contrato de relevo se hiciera extensible al resto de nuestra economía.

Asimismo aplaudimos el incremento del Salario Mínimo Interprofesional a 900 euros aprobado en Consejo de Ministros y la posible aprobación en próximos Consejos del paquete de medidas consensuadas en el seno de la mesa de diálogo social de empleo y relaciones laborales, tales como el restablecimiento de la ultraactividad de los convenios colectivos, la prevalencia del convenio sectorial sobre el de empresa, la limitación a la subcontratación con la obligatoriedad de que las empresas auxiliares, subcontratas y multiservicios adopten el convenio sectorial o el de la empresa principal o la recuperación del subsidio para mayores de 52 años.

Nos felicitamos por todas estas medidas aprobadas con cuentagotas, pero todavía no es suficiente: es necesario reforzarlas con la derogación de los aspectos más lesivos de la reforma laboral de 2012, y con ello revertir los derechos arrebatados a los trabajadores y trabajadoras de nuestro país, atajar la temporalidad laboral que campa a sus anchas en el empleo y luchar contra las elevadas tasas de paro que lenta e inexorablemente erosionan nuestro mercado de trabajo.

Además, es necesario que tras un periodo continuado de cuatro años con una media de crecimiento económico del 3% los trabajadores y trabajadoras, que son los que han sufrido directamente las consecuencias de la crisis, con pérdidas de empleo y de derechos laborales, recuperen poder adquisitivo en sus salarios para dinamizar la economía.

Igualmente es necesario dar un paso adelante para frenar la hemorragia industrial de la economía española, y con ello crear empleo de calidad y con derechos. Nuestra industria necesita urgentemente medidas de carácter global en base a un cambio de modelo productivo con más I+D, más formación, y más y mejores empleos.

Por ello pedimos al Gobierno de Sánchez la suficiente ambición para afrontar el gran reto de dotar a nuestro país con un pacto de Estado por la industria, que en cuyo diseño y desarrollo cuente con la participación de los agentes sociales para un conjunto de políticas dirigidas a impulsar la competitividad industrial. Y entre ellas, una política energética estable que facilite un precio competitivo para nuestras industrias; medidas en materia de infraestructuras logísticas y de transporte eficiente; apoyo al I+D+i y al desarrollo tecnológico y digital; planes de formación y empleo; políticas de inversión, internacionalización y comercio exterior; actuaciones para impulsar la sostenibilidad industrial; y un largo etcétera. Un acuerdo que además sirva para dar cumplimiento al objetivo de la UE de incrementar al menos hasta el 20% el peso de la industria en el conjunto del PIB en 2020. En definitiva, una apuesta decidida que genere un mayor volumen de puestos de trabajo estables y de calidad.

Desde UGT-FICA no nos cansamos de reclamar la necesidad de apostar por un modelo económico más justo y sostenible basado en la industria para dar a la economía española la solidez necesaria que le permita afrontar con solvencia los retos presentes y futuros. El Ejecutivo de Sánchez tiene ahora la oportunidad de dar un paso adelante y afrontar lo que no se han atrevido los Gobiernos anteriores, pues tiene a su favor todos los interlocutores sociales necesarios y todos los instrumentos legales a su disposición para llevarlo a cabo. No hay tiempo que perder: esta cuestión hay que abordarla ahora y para eso hace falta una mayor ambición política y social, pues los vientos conservadores, e incluso de ultraderecha, empiezan a soplar. Desde UGT FICA tendemos nuestra mano para conseguirlo.

Pedro Hojas Cancho es secretario General de UGT FICA

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