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El brexit despierta el apetito de los exportadores españoles por Portugal

El vecino luso se consolida como el tercer socio comercial de la zona euro

Exportaciones a Portugal y Reino Unido
Carlos Cortinas / Cinco Días

Desde que los ciudadanos británicos apostaron por el sí en el referéndum del brexit, celebrado en junio de 2016, Portugal ha recogido el testigo de Reino Unido hasta situarse como el tercer socio comercial más importante de España en todo el mundo, solo superado por Alemania y Francia, que absorben un 26% del total de las exportaciones españolas de bienes. El sorpasso a Reino Unido se consolidó definitivamente en 2017 y la brecha se ha mantenido en 2018.

Las exportaciones españolas a Portugal superaron por primera vez en la historia los 20.000 millones de euros en 2017 y supusieron un 7,2% del total de ventas de bienes a otros países. En el otro lado, las exportaciones a Reino Unido bajaron a 18.740 millones, regresando a niveles de 2015, con un porcentaje del 6,7% sobre el total. Entre enero y septiembre de 2018, las exportaciones portuguesas y españolas se mantuvieron en porcentajes similares. Luis Moura, consejero económico y comercial de la Embajada de Portugal en España y director general de la Agencia para la Inversión y Comercio Exterior de Portugal (Aicep), recalca a Cinco Días la intensidad de los intercambios comerciales. “En 2017, 16.000 empresas españolas exportaron bienes y servicios a Portugal y 6.700 empresas portuguesas exportaron a España. En el último caso fueron 1.200 más que el año anterior, lo que representa un aumento de 20%. De hecho, España vende más a Portugal que a América Latina en su conjunto”, recalca.

España ya vende más a Portugal que a todos los países de Latinoamérica

La razón que justifica el avance exponencial de las ventas españolas a Portugal es el crecimiento imparable de los dos sectores más importantes para la exportación española (bienes de equipo y automoción), ya que entre los dos suman un tercio de las ventas de bienes a otros países. Un informe elaborado por la Agencia para la Inversión y Comercio Exterior de Portugal (AICEP), la oficina encargada de promocionar la inversión extranjera y las exportaciones a Portugal, resalta el fuerte crecimiento registrado por ambos sectores en el país vecino. En concreto destaca las perspectivas positivas para el sector de automoción, que pasará de producir 175.000 a 350.000 unidades producidas entre 2017 a 2020, y el momento emergente de la industria de componentes, lo que habría atraído a muchas empresas españolas. “Empresas líderes en el sector automovilístico como Mercedes-Benz, BMW, Volvo, Audi y Ferrari han elegido Portugal como lugar de producción de sus repuestos automovilísticos”, recalca el informe, que destaca que en la actualidad hay más de 400 empresas productoras de componentes en Portugal, entre ellas las españolas Gestamp, Ficosa o Grupo Antolín.

El otro gran sector que vertebra las crecientes relaciones comerciales entre ambos países es el de bienes de equipo. En el caso de España, es el que más aporta a las exportaciones (19,7% del total) y a las importaciones (20,6%). En este segundo apartado, Portugal juega un papel destacado. “La industria portuguesa es la tercera productora en Europa de moldes por inyección de plástico ocupa la 3ª posición en Europa y la 8ª posición mundial. España es el primer cliente y las piezas sirven para abastecer a la industria plástica, química, papelera y en especial a la industrial del automóvil. “La información estadística muestra que la principal industria a la que sirven los moldes portugueses es la automovilística, que ha pasado de abarcar un 14% de la producción total a principios de los 90 a un 82% en 2016”, recalca Moura.

El buen tono de las relaciones comerciales también se ha trasladado al campo de la inversión. A finales de 2017 había 2.040 compañías españolas con actividad en Portugal, según la Cámara de Comercio Hispano- Portuguesa. Una cifra que habrá ido al alza en 2018, tal y como señala Moura, en gran medida por el apetito de empresas por entrar en el mercado inmobiliario portugues. De hecho, el país vecino es en el que se localiza el mayor número de filiales españolas en el exterior, con un 13% del total.

Una parte muy significativa de ese movimiento se ha producido en el sector agroalimentario, con una fuerte presencia de compañías españolas. El informe del Aicep destaca la fuerte presencia de empresas españolas en suelo portugués. Entre ellas resalta el caso de Campofrío, adquirida en 2015 en su totalidad por el grupo méxicano Sigma Alimentos, y que inició su actividad en 1999 con la compra de Fricarnes y cuya principal adquisición se cerró en 2009 con la compra de Nobre, fundada en 1918.

Otros ejemplos de compañías que han apostado por Portugal para producir son Europastry, que produce masas congeladas; Ebro Foods que cuenta en Portugal con Arrozeiras Mundiarroz, o el grupo Siro que tras la fusión con Cerealto cuenta con unidades productivas en Portugal. Especialmente significativa es la inversión de Damm en Portugal, ya que supuso la primera incursión internacional del gigante empresarial. En 2009 se adjudicó los activos de la planta que la cervecera lusa Cintra tenía en la localidad de Santarém, situada a 80 kilómetros al norte de Lisboa, por 15,5 millones de euros. La adquisición del activo sirvió para consolidar el proyecto industrial y los planes de crecimiento para producir marcas blancas para supermercados.

Un boom de renovables similar al de España

Mix energético. El crecimiento que han experimentado las energías renovables en Portugal le ha llevado a ser exportador neto de energía. Los últimos datos de Eurostat le sitúan como el tercer país europeo que más utiliza electricidad generada a partir de fuentes renovables. En 2017, la producción de renovables sobre el total alcanzó el 42% y en marzo de 2018 se produjo un hito histórico: por primera vez en 40 años, Portugal produjo másenergía de la que necesitaba gracias al tirón de las renovables.

Inversión extranjera. Las expectativas de crecimiento de las renovables ha despertado el apetito de los inversores extranjeros, en especial en la energía eólica. La danesa Vestas creó en Oporto un centro de diseño industrial o la alemana Enercón (quinto proveedor de turbinas eólicas del mundo) tiene una planta de producción de generadores eólicos, aspas y torres en Viana do Castelo.

Firmas españolas. La presencia más relevante es la de Acciona, cuya cartera de activos en Portugal llega a 19 parques eólicos, que suman a su vez 119,7 megavatios de potencia (MW). A esas infraestructuras hay que unir una planta fotovoltaica de 45,8 MW. La última adjudicación corresponde al contrato de suministro a un fábrica de envases de vidrio en Marinha Grande durante 18 meses.

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