Susana Díaz pierde el 30% de sus votos y queda a un paso de salir del Gobierno
La líder socialista urge a los partidos a decidir si quieren frenar a la extrema derecha o gobernar con ella Derrota histórica del PSOE en su feudo andaluz, que gobierna desde 1982
El PSOE ha sufrido una derrota histórica en su feudo andaluz, donde ha gobernado sin interrupción desde 1982. Susana Díaz está a un paso de perder la presidencia de la Junta, dado que con 33 diputados no suma fuerzas ni con Ciudadanos (que ha apoyado su presidencia hasta este otoño) ni con Adelante Andalucía como para obtener los 55 que dan la mayoría absoluta. Solamente un inverosímil pacto a tres bandas, una alianza del PP o el juego de las abstenciones pueden mantener a Díaz en el Ejecutivo andaluz.
"Si la mayoría ha dicho que el primer partido es el PSOE y en la oposición está un partido como Vox, nosotros vamos a asumir la responsabilidad de sumar fuerzas políticas, y que cada uno decida lo que quiere hacer, si quiere frenar a la extrema derecha o si quiere condicionar su Gobierno y sumar sus fuerzas con partidos como éste", ha afirmado Díaz en sus primeras palabras tras conocerse los resultados. En un contundente discurso, ha asegurado que intentará ser dique de contención para que la extrema derecha gobierne en la comunidad.
El secretario general del PSOE, el ministro de Fomento Jose Luis Ábalos, ha reincidido en las palabras de Díaz para frenar a la extrema derecha. "Debemos facilitar un Gobierno de carácter constitucionalista y progresista. Como fuerza más votada, vamos a liderar el proceso para que no sea la extrema derecha la que marque el camino en Andalucía", ha asegurado.
La posible pérdida de la Junta es resultado de una debacle con pocos precedentes. El PSOE ha perdido más de 400.000 votos, un 30% de los 1,4 millones obtenidos hace tres años, dejándose en el camino 14 escaños. Éstos, además, no han ido a parar a un posible socio, como Adelante Andalucía, sino que han reforzado a Ciudadanos y a Vox.
Los flojos datos de participación ya anticipaban una noche complicada para el PSOE, con caídas muy fuertes de la afluencia a las urnas en barrios de tradición socialista. Pero ni las encuestas más pesimistas abrían la puerta a la pérdida del Gobierno. En 2015 el PSOE tenía más del 40% del voto en dos provincias y más del 30% en las restantes. Ahora solo supera el 30% en dos de ellas (Huelva y Jaén), y no supera el 25% en Cádiz ni Málaga.
El partido, de hecho, ha quedado en segundo lugar en la provincia de Sevilla, donde ha perdido ocho puntos y queda por detrás del PP. La ley D'Hondt, que beneficia al partido más votado, ha jugado en contra de los socialistas al perder su clara de hegemonía: Ha perdido dos escaños en Sevilla, pasando de de seis a ocho, pero también dos escaños en Cádiz, Málaga, Huelva (donde se deja 10 puntos) y Jaén. Pierde un escaño en las demás provincias, incluida Almería, donde se deja nueve puntos.