La UE envía señales contradictorias sobre crear gigantes europeos
Podría aprobar una fusión holandesa de telefonía móvil, pero imponiendo concesiones que podrían hundir la del negocio ferroviario de Siemens y Alstom
Margrethe Vestager, comisaria de Competencia, está enviando señales contradictorias: podría aprobar una fusión holandesa de telefonía móvil, pero imponiendo concesiones que podrían hundir la del negocio ferroviario de Siemens y Alstom. Será una decepción para quienes esperan construir gigantes europeos.
Hace un año, parecía que las decisiones serían al revés. La compra por parte de Deutsche Telekom del brazo holandés de Tele2, anunciada en diciembre de 2017, viola la regla tácita de la Comisión contra los acuerdos entre telecos que reducen el número de operadores de cuatro a tres. El giro aparente muestra que la Comisión puede ser flexible, pero solo hasta cierto punto. La fusión ferroviaria de Siemens y Alstom fue respaldada por políticos como el ministro de Economía francés Bruno Le Maire, y era parte de un esfuerzo franco-alemán más amplio para fortalecer los lazos europeos.
Sin embargo, el pensamiento de Vestager puede tener sentido. Es cierto que tener tres en lugar de cuatro operadores de telefonía móvil podría subir los precios, pero el recién creado tercer operador seguiría siendo solo la mitad de grande que VodafoneZiggo, el segundo de Países Bajos, según las ventas de 2017, y no estaría ni mucho menos cerca del antiguo monopolio KPN. Los operadores fusionados podrían invertir más en redes 5G. Si el trío sube demasiado los precios, el regulador siempre podría invitar a un cuarto jugador más adelante.
Estas soluciones serían probablemente más difíciles en el sector ferroviario. Y no cabe duda de que el acuerdo entre Siemens y Alstom podría haberle dado a la nueva empresa un desagradable poder para fijar precios. En el año fiscal 2016-17, juntas supusieron el 93% del gasto en equipos de señalización del Estado.
El enfoque de la Comisión tiene sentido en el contexto europeo, pero es más importante si lo tiene a nivel mundial, donde las empresas europeas siguen siendo de escala reducida frente a las de EE UU o China. La competencia global no es el centro del mandato de Vestager; probablemente debería serlo.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías