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La lucha de las cuatro telecos francesas acabará en ‘ménage à trois’

Iliad, Altice, Bouygues y Orange se están desangrando mutuamente en una guerra de precios

Patrick Drahi, fundador y presidente de Altice.
Patrick Drahi, fundador y presidente de Altice.REUTERS

Alguien debe ceder en el mercado de las telecomunicaciones en Francia. Tres magnates y Orange, respaldado por el Estado, se están desangrando mutuamente en una guerra de precios: una tarifa mensual de telefonía móvil puede costar poco más que una napolitana. Si propietarios multimillonarios como Xavier Niel de Iliad, Patrick Drahi de Altice y Martin Bouygues pueden dejar de lado sus egos, los cuatro se convertirán en tres en 2019.

Los resultados del tercer trimestre ilustran el problema. Altice ganó cerca de 380.000 clientes de telefonía móvil y 64.000 de banda ancha de fibra en Francia en los tres meses de junio a septiembre. Sin embargo, unos precios más bajos significaron que los ingresos se redujeron en un 5,5% interanual. Las ventas en Francia de su rival Iliad también bajaron a pesar de las ganancias de los clientes. Bouygues Telecom, propiedad de su fundador homónimo, aumentó sus ingresos y su ebitda a un ritmo inferior al de las inversiones en los nueve primeros meses de 2018.

Eso es insostenible. Solo Orange, respaldado por el Estado, genera flujo de caja libre con consistencia. Sus tres rivales corren el riesgo de quemar recursos que de otro modo podrían utilizarse para financiar la construcción de nuevas redes 5G. El principal regulador de telecomunicaciones de Francia, que durante mucho tiempo se opuso a las fusiones y adquisiciones, dijo en mayo que la puerta está abierta a una consolidación para impulsar la inversión.

La pregunta es quién parpadeará primero. Bouygues se acercó al lleno de deudas Altice para una posible unión en junio. Sin embargo, Drahi puede conseguir dinero fácilmente ya que está abierto a vender una participación en su red de cable francesa. El magnate controla dos tercios de Altice, lo que dificulta una fusión de todas las acciones porque le daría demasiado control de la empresa combinada. Un comprador en efectivo tendría que asumir la mayor parte de la deuda de 30.000 millones de euros de Drahi.

Iliad parece igual de vulnerable, al menos. El gasto de capital para el próximo año será aproximadamente el mismo que su ebitda, según las estimaciones de Refinitiv, por lo que la empresa quemará dinero en efectivo después del pago de intereses e impuestos. El propio Niel podría apoyar a Iliad, pero se arriesga a tirar dinero en un agujero negro a menos que sus rivales se fusionen. Los bancos pueden negarse a conceder más crédito a una empresa cuyo colchón de capital se ha reducido casi a la mitad en un año.

El mayor riesgo es que los multimillonarios egos se interpongan en el camino. Es bien sabido que Bouygues y Niel no se llevan bien. Pero el precio de las acciones de Iliad es tan bajo que Bouygues podría pagar una prima del 40% en efectivo y mantener la deuda neta del grupo combinado en unas razonables 3,5 veces el ebitda. Puede que ese no sea el resultado perfecto para Niel, pero la realidad comercial debe imponerse en algún momento.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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