Cuáles son las incógnitas sobre la esperanzadora terapia de Grifols frente al alzhéimer
El laboratorio se beneficia en Bolsa del avance terapéutico se disparan un 8,81% La empresa debe todavía ofrecer más resultados sobre el ensayo clínico y se espera algún protocolo médico para el futuro
Grifols se vio ayer disparada en Bolsa debido a los esperanzadores resultados clínicos de sus estudios con pacientes frente al alzhéimer presentados este sábado. En gran parte, el valor se vio catapulados por los informes de varios bancos de inversión, que revisaron también al alza el precio objetivo de las acciones de la compañía. Aunque todavía quedan muchas cuestiones por aclarar sobre cómo va a afectar a los ingresos, cómo se implementará en el uso médico y qué efectos tendrá a largo plazo en los pacientes. “De hecho, tal vez se plantean más preguntas que respuestas”, reconoce en un informe el banco Berenberg.
El laboratorio informó este sábado que su estudio llamado Ambar ha demostrado “su eficacia para ralentizar la progresión del alzhéimer en pacientes en estadio moderado”, con una un retraso en la progresión de la enfermedad del 61%. El tratamiento consiste en la extracción periódica de plasma del paciente mediante la técnica de la plasmaféresis, sustituyéndolo por una solución de albúmina (proteína con nombre comercial Albutein), en un proceso conocido como recambio plasmático.
Es muy difícil calcular cómo va a impactar este avance en los resultados de la empresa catalana. Habitualmente, en un tratamiento farmacológico, tras concluir satisfactoriamente los ensayos, los laboratorios solicitan la autorización para comercializar el medicamento, que recibe una protección de patente por una década. Eso permite a las compañías vender en exclusiva las terapias y aportan miles de millones de euros en ingresos si son fármacos muy relevantes.
En este caso, Grifols no tiene la intención de patentar su terapia, ya que la plasmaféresis es una técnica que se utiliza desde hace décadas y su albúmina Albutein ya está en el mercado. Incluso competidores como CSL Behring o Shire podrían iniciar sus propios estudios una vez que la compañía catalana ha abierto la puerta.
De momento, Grifols todavía debe informar de más resultados de su ensayo entre marzo y abril del año que viene. Probablemente también deberá trasladar sus conclusiones a alguna publicación científica relevante. Después de eso tendrá que analizar cómo va a llevar la terapia a los distintos países. Si los siguientes ensayos son satisfactorios, los facultativos podrían establecer protocolos y centros de plasmaféresis con la albúmina, de forma similar a como funcionan las unidades de diálisis en los hospitales.
Por otra parte, se ha sabido que Grifols también avanza en la parte tecnológica con Fenway en una máquina portátil específica para la plasmaféresis.
“Mientras tanto, la compañía trabajará con la American Society for Aspheresis para una posible protocolización del tratamiento de forma que pudiese ser administrado”, se señala en un informe de Intermoney, “antes de plantearse un registro a medio plazo”.
Desde Exane BNP Paribas se reconoce que la solución imaginativa del protocolo de Grifols es mejor que lo actualmente aprobado y “uno de los más significativos desarrollos para pacientes con alzhéimer moderado en los últimos 15 años”, aunque cree necesario más datos antes de que exista un protocolo que se convierta en una alternativa terapéutica.
Desde este banco francés se recuerda que quedan muchos obstáculos en el camino, como un estudio confirmatorio, la formación en asociaciones de pacientes o la capacidad de Grifols para beneficiarse de la ventaja de ser el primero.
Una de las consecuencias directas, sería un incremento de ventas de Albutein. “Creemos que estos datos son lo suficientemente alentadores para impulsar una demanda sustancialmente mayor de albúmina a largo plazo”, se destaca desde Berenberg. Actualmente, según calcula el banco Mirabaud, la albúmina supone un 11% de los ingresos del grupo, que el pasado año alcanzaron los 4.300 millones, y consideran que este tratamiento puede convertirse en algo que “cambie las reglas de la industria”.
Esta compañía fue creada en Barcelona por José Antonio Grífols en 1940 como laboratorio de análisis y la práctica de transfusiones sanguíneas. Cotizada en el Ibex 35, más del 30% del capital pertenece a la familia fundadora. Su valor en Bolsa llega ya a los 15.600 millones (1.210 millones más gracias a la sesión de ayer).
El análisis de la firma Berenberg considera que la demanda de albúmina pueda ya a corto plazo hacer que los precios suban. Eso sí, aconseja a los inversores que no se dejen llevar por el momento, aunque reconoce que la terapia de Grifols abre “una perspectiva muy emocionante”.
Una subida del 5% en la jornada del viernes, antes de conocerse los resultados científicos
Bolsa. La acción de Grifols vivió el viernes un importante incremento del 4,8%, justo en la víspera de que la compañía anunciara los resultados clínicos positivos en un congreso científico en Barcelona. Este tipo de movimientos, que pueden levantar sospechas, suelen ser investigados de oficio por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Lunes. Un aluvión de informes de analistas recomendaban ayer comprar acciones del laboratorio, con un precio objetivo máximo marcado por Citi, que lo sitúa en los 31 euros en los títulos de clase A. Las acciones de Grifols se dispararon un 8,81% en la sesión de ayer, hasta alcanzar los 25,44 euros, desde los 23,38 euros de la apertura.
Alza de los ingresos. El banco estadounidense lleva hasta los 31 euros el precio objetivo de las acciones de clase A de Grifols, desde los 23,38%. Además, sitúa la estimación de ingresos de 2019 en 4.840 millones de euros, frente a los 4.714 millones de consenso recogido por Bloomberg. Para 2020, el banco lleva los ingresos a 5.171 millones.
Precios. BBVA eleva el precio objetivo hasta los 27,51 euros, Berenberg a los 28,30 euros y en el caso de las acciones de clase B lo lleva de los 16,86 a 24,05 euros. En el caso de Mirabaud, pone el objetivo en los 29 euros en clase A y en 24,6 para los títulos sin derecho a voto.