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Wall Street muestra a la Casa Blanca el camino en Arabia Saudí

La decisión de los jefes de BlackRock, Blackstone y JP Morgan de no acudir al Davos en el Desierto de la próxima semana no se habrá tomado a la ligera en Riad

E n el pasado, la supuesta participación de Arabia Saudí en la desaparición del periodista Jamal Khashoggi habría sido condenada enérgicamente por el Gobierno de EE UU, mientras que las empresas habrían dejado pasar a regañadientes lucrativos negocios. Pero en los últimos días una corriente de luminarias encabezada por Jamie Dimon, CEO de JP Morgan, ha cambiado esa dinámica.

La decisión del jefe de BlackRock, Larry Fink, y el de Blackstone, Steve Schwarzman, de unirse a Dimon y otros y no acudir al Davos en el Desierto de la próxima semana no se habrá tomado a la ligera en Riad. Los financieros y líderes empresariales occidentales han elogiado el programa de modernización Visión 2030. JP Morgan ha ganado 81 millones de dólares en honorarios de Riad en los últimos seis años.

Aparte, la familia real tiene buena memoria: Citi tuvo que esperar casi una década tras dejar el reino en 2004 para obtener una nueva licencia bancaria.

La evaluación riesgo-beneficio de Wall Street tiene sentido económico y moral. Los banqueros ya están enfriando un préstamo internacional de entre 50.000 y 70.000 millones de dólares para financiar la adquisición por parte de Saudi Aramco de una participación en la empresa química Sabic. Gran parte del atractivo está en los lucrativos honorarios de la hipotética OPV de Aramco. Pero las consecuencias del caso Khashoggi ponen todo en duda.

Washington lo tiene más difícil. El reino es clave para la estrategia de Donald Trump en Oriente Próximo de aislar a su enemigo perpetuo, Irán. También es la única gran potencia capaz de aumentar la producción para enfriar la subida de los precios del petróleo. Si, en cambio, Arabia Saudí opta por recortar las exportaciones, lo haría en un mercado apretado por las sanciones de Trump. La relativamente sana economía de Riad también puede amortiguar una confrontación.

La acción colectiva de Wall Street puede haber mostrado a la Casa Blanca el camino a seguir, pero eso no significa que siga su ejemplo.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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