Los inversores huyen de la Bolsa tentados por unos tipos más altos en la deuda: el Ibex cede un 0,5%
La rentabilidad del bono de EE UU a 10 años se sitúa al filo del 3,2%, su nivel más alto desde 2011 Wall Street registra pérdidas del 1%
Sin perder de vista Italia y las intenciones del Ejecutivo en materia presupuestaria, los inversores ponen la lupa en el mercado de deuda estadounidense. La rentabilidad del bono a diez años repunta hasta máximos de 2011, unos ascensos que tienen su en el resto de los tramos de la deuda pero que contribuyen a que la curva americana gane pendiente. Hace unos meses la preocupación del mercado era precisamente el aplanamiento de la misma, una señal interpretada por los economistas como la antesala de la crisis. No obstante, como ya señaló Pimco en su presentación de perspectivas la realidad es que más que recesión lo que se prevé para los próximos meses es una desaceleración en el crecimiento.
La fortaleza mostrada por la economía y las cifras de creación de empleo de la encuesta ADP llevan a los inversores a poner en precio una nueva subida de tipos este año, la cuarta en lo que va de ejercicio. Estos ascensos hacen que muchos inversores empiecen a considerar a la renta fija como un activo interesante en detrimento de la variable. En una jornada en la que el Ibex 35 se ha movido sin un rumbo el selectivo español concluyó con una caída del 0,5%, pérdidas que cobraron fuerza tras la apertura bajista de Wall Street.
La rentabilidad del bono estadounidense a 10 años se sitúa en al filo de 3,2% después de haber registrado ayer la mayor subida desde la victoria de Donald Trump en las elecciones de noviembre de 2016. Los repuntes de las rentabilidades en el mercado de deuda tienen un efecto directo en las Bolsas, especialmente en Wall Street donde el Dow Jones y S&P 500 registran a media sesión recortes superiores al 1% mientras el Nasdaq, es el índice más castigado con descensos del 2%, los mayores desde el pasado abril. Las caídas en la Bolsa estadounidenses aceleraron las pérdidas en los principales índices europeos, especialmente en la recta final de la sesión. El Dax alemán bajó un 0,35%; el Cac francés, un 1,47% mientras el Mib italiano y el FTSE británico cedieron un 0,59% y un 1,22%, respectivamente.
En el mercado español ni siquiera las alzas de la banca -con la excepción de BBVA y Sabadell- ante las expectativas de tipos más altos y márgenes más elevados fueron suficientes para aplacar las caídas en el selectivo, un índice muy bancarizado. Los mayores ascensos de la jornada corrieron a cargo de Grifols (3,42%), que intenta recuperar parte del terreno perdido el miércoles después de que UBS aconsejara vender títulos de la compañía. A la empresas de hemoderivados le siguieron CaixaBank (1,48%), Bankinter (1,71%), Mapfre (1,56%) y Bankia (1,19%). En el lado opuesto se situaron Colonial (-3,35%), Acciona (-3,29%) e IAG (-2,71%).
Los repuntes de la rentabilidades de la deuda de EE UU se trasladaron a Europa. El rendimiento del bono alemán a diez años sube al 0,52% mientras el español día a día escala nuevos peldaños y se sitúa ya en el 1,57% con la prima de riesgo en los 102 puntos básicos. Por su parte, la deuda italiana, sacudida en las últimas semanas, respira algo más aliviada. Aunque continúan las tiranteces entre Roma y Bruselas, el tono se ha suavizado después de que el Gobierno reculara y abriera la puerta a reducir el déficit al 2% para 2020. La rentabilidad del bono a diez años permanece estable en el 3,3%.
La tormenta italiana y, sobre todo, la subida de los tipos en EE UU, han hecho mella en el euro, que a lo largo de la jornada perdió los 1,15 dólares.
En cuanto a las materias primas, el barril de petróleo Brent cotiza con leves caídas (cercanas al 0,3%) hasta 86 dólares.