Los empresarios recobran el optimismo
Parecen haber dejado atrás la incertidumbre política española y ven más claro el futuro
Los empresarios españoles parecen haber dejado atrás la incertidumbre que generó a finales del año pasado la situación política en nuestro país y encaran con optimismo renovado el futuro a corto y medio plazo de sus negocios. El pasado 11 de julio, el Fondo Monetario Internacional reconocía el dinamismo de la economía española y mantenía su previsión de crecimiento del PIB para España en el 2,8%, frente a la rebaja de dos décimas, hasta el 2,2%, de la previsión de la Eurozona. A la vista de lo expresado por los empresarios en la encuesta que Grant Thornton realiza trimestralmente para tomar el pulso a sus percepciones y expectativas de cara a los próximos 12 meses, la confianza en la economía no solo se mantiene, sino que se eleva a niveles récord, recuperando todo lo perdido en el último semestre de 2017.
Los datos muestran la rápida recuperación de la confianza empresarial en el primer semestre del año. En este tiempo, el optimismo de los directivos y empresarios ha crecido 26 puntos porcentuales desde los mínimos de diciembre de 2017. Una muestra más de que si hay algo que valoren los empresarios es la estabilidad. En este sentido, el crecimiento experimentado en el segundo trimestre (casi 10 puntos) tiene el mérito de producirse en un período en el que vivimos una moción de censura que dio lugar a un cambio de gobierno.
El mensaje de estabilidad política y económica posterior parece que fue suficiente para mantener la confianza de los empresarios españoles, cuyo nivel de optimismo, por otro lado, contrasta con la caída que se produce en el conjunto de la Unión Europea donde el índice retrocede 14 puntos, hasta el 46%, afectado, precisamente, por el malestar que está creando la política comercial del presidente Trump y por las perspectivas de una mayor incertidumbre política en el conjunto de la Unión tras las elecciones en Italia.
Los empresarios españoles se sitúan por ahora por encima de ese sentimiento y solo están por detrás de los empresarios holandeses y alemanes en cuanto a optimismo. Merece la pena destacar el caso de Francia. Sus empresarios ven caer todas sus expectativas de negocio a corto y medio plazo, y su optimismo se desploma 40 puntos hasta un escaso 38%. Resultará interesante ver si la reciente conquista del Mundial de Fútbol influye en los “deprimidos” directivos galos. En cualquier caso, volviendo a nuestro país, la visión positiva del entorno económico no excluye una buena dosis de realismo y prudencia por parte de nuestros empresarios. A pesar del optimismo imperante la situación no está exenta de riesgos, especialmente los relativos a una posible subida de tipos de interés antes de lo esperado si la inflación empieza a crecer y supera las previsiones de los bancos centrales.
Nuestros empresarios parecen ser conscientes de ello. Si se analizan un poco más en detalle aspectos como las perspectivas de los ingresos, los beneficios o los precios de venta, la fotografía que se obtiene gana en matices. Todos estos valores registran caídas y muestran una posición de una cierta inquietud por parte de nuestros empresarios de cara a los próximos trimestres. De hecho, un 40% considera que la incertidumbre económica puede ser un importante factor limitador en los próximos meses, y un 27% cree que la fluctuación de los tipos de cambio puede afectar a su negocio, el valor más alto de los últimos dos años.
Resulta conveniente que nuestras empresas consideren la posibilidad de que el cambio de ciclo económico esté más cerca y se planteen aprovechar el final del mismo y el entorno favorable actual para apostar por un crecimiento estructural a largo plazo y niveles de inversión en I+D, maquinaria y talento que les permitan afrontar el desarrollo de la economía digital, un incremento de los tipos de interés y una previsible mayor volatilidad en los mercados y en el comercio internacional.
En los negocios el optimismo no lo es todo, pero una posición positiva de los gestores y empresarios de cara a los retos del futuro es siempre preferible. Los empresarios españoles parecen tener por el momento una adecuada combinación de optimismo, de confianza en sus negocios, y una visión realista de la situación con decisiones que apuntan a la búsqueda de mejoras de cara a ese largo plazo.
Nuestra encuesta nos dice que al menos las empresas medianas españolas, un sector muy importante y pujante de nuestra economía, se están planteando transitar ese camino dadas las previsiones de inversión que anticipan de cara a los próximos meses. Los planes en tecnología suben 35 puntos, y las de inversión en I+D y en maquinaria, 16 y 12 puntos respectivamente. Se trata de una visión y de una actitud que creemos acertadas de cara a afrontar un tiempo económico que tiene bases sólidas pero que al mismo tiempo está en proceso de cambio.
Alejandro Martínez Borrell es presidente de Grant Thornton en España