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El reloj suizo pierde fuelle en Europa y se afianza en Asia

Las exportaciones en el Viejo Continente durante el primer semestre del año han caído más de un 7% La facturación en los países orientales ha aumentado un 19% en el mismo periodo

Exportaciones de relojes suizos en el primer semestre de 2018
Pablo Sempere

Los grandes conglomerados del mercado del lujo occidental, que en los últimos años han mirado hacia Asia buscando revertir el parón económico europeo, vuelven a fijarse en el Viejo Continente. El informe Global Powers of Luxury Goods 2018, presentado por Deloitte este verano, confirma el crecimiento de países como Francia, España, Italia o Reino Unido por encima de mercados como el chino o el japonés, claves en la industria.

Pese a estos datos genéricos, un sector, el de la relojería suiza, uno de los pilares del lujo europeo, parece ir a contracorriente. Según los datos presentados recientemente por la Federación de la Industria Relojera Suiza, la patronal del sector que reúne a marcas emblemáticas como Zenith, Breitling, Omega, Patek Philippe, Rolex o Panerai, durante el primer semestre de 2018, Europa ha perdido un peso considerable en las exportaciones de la industria. En comparación con el mismo periodo del ejercicio anterior, la caída ha sido del 7,2%, con un acusado peso de los países de la Unión Europea, que han reducido la importación de relojes suizos en un 7,6%.

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Así, de los más de 11 millones de relojes de pulsera exportados por el país alpino durante la primera mitad del año, solo 3.784.602 de ellos recayeron en Europa. Quien ha marcado la diferencia es el continente asiático, con Hong Kong, China y Japón, por este orden, en los primeros puestos. Del total de relojes exportados, casi seis millones han ido a parar a la región, con un impacto económico de 5.324 millones de francos suizos (unos 4.690 millones de euros), un 19% más que lo conseguido en el primer semestre de 2017. El Viejo Continente, por contextualizar los números, movió 2.989 millones de francos suizos (2.633 millones de euros), un 1,8% menos que en los seis primeros meses del pasado año.

Desde la federación explican el repunte de Asia, principalmente de Hong Kong y China, que han movido respectivamente 1.363 y 718 millones de euros, con el papel de la generación milenial. Estos jóvenes, apunta la citada patronal, ya se decantan por los relojes mecánicos de lujo y han dejado de lado los modelos digitales. Esto hace que las firmas tradicionales del país tengan un papel privilegiado a la hora de posicionar sus productos en estas regiones. Hong Kong y China ocupan respectivamente el primer y tercer puesto de la lista de los países que más dinero mueven con la mercancía suiza. Estados Unidos, en segundo lugar, no se queda atrás: en estos seis meses ha alcanzado los 951 millones de euros, un 9% más que en 2017. El cuarto y quinto puesto lo ocupan Japón y Alemania, con unos incrementos del 14% y el 6,8%. España, en el duodécimo lugar, registró una cifra de 171 millones de euros, un 12% menos que el ejercicio anterior. En total, la industria relojera de Suiza ha facturado en exportaciones 10.511 millones de francos suizos (9.332 millones de euros), sumando el valor de las piezas principales con el de los complementos y accesorios del reloj.

La vista puesta en Europa del este

Además de América del Norte, en donde el aumento de piezas exportadas ha sido del 6%, la patronal relojera tiene los ojos puestos en los países de Europa del Este y los extracomunitarios. En ellos es en donde se ha experimentado el mayor crecimiento en términos de facturación a nivel global, con unas subidas del 22,4% y el 33,4%. Ocurre, añade la patronal, que mientras que la venta de piezas en estos países se ha reducido levemente respecto a 2017, las ganancias se han multiplicado. Es decir, se venden menos piezas, pero los clientes se dejan más dinero que antes en sus compras.

Sobre la firma

Pablo Sempere
Es redactor en la sección de Economía de CINCO DÍAS y EL PAÍS y está especializado en Hacienda. Escribe habitualmente de fiscalidad, finanzas públicas y financiación autonómica. Es graduado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

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