Las hoteleras españolas, ante el reto de la competencia mundial
La internacionalización en que está inmersa el sector le ha llevado a superar por primera vez los 2.000 hoteles
El largo periodo de bonanza de la economía global, reflejado en un Wall Street a punto de alcanzar la mayor racha alcista de toda su historia, tiene en el crecimiento del turismo su manifestación más nítida. Cuando la economía va a buen ritmo, los ciudadanos dedican tiempo y dinero al ocio y a viajar, mientras que las épocas de vacas flacas les cortan las alas. Este impulso turístico mundial, reflejado en España con récord tras récord de visitantes, ha sido el principal responsable de que la industria hotelera española haya esquivado la crisis económica. Y es que al efecto del crecimiento del turismo en el mundo se ha unido otro elemento positivo: el elevado grado de internacionalización de las empresas españolas del sector.
Si en 2008 se produjeron 903 millones de desplazamientos en el mundo, esta cifra alcanzo 1,32 billones en 2017, con un crecimiento intenso que apunta a un avance aún más rápido en los próximos años, según las previsiones de la Organización Mundial de Turismo. Ante ese escenario presente y futuro, las cadenas hoteleras españolas están haciendo sus deberes y han acelerado su proceso de internacionalización, con objetivos como los mercados emergentes de Asia y América, de población joven y con elevado poder adquisitivo.
Las grandes cadenas españolas han sumado los últimos nueve años 373 nuevos establecimientos y 104.000 habitaciones, y al cierre de 2017 contabilizaban 2.061 establecimientos y 447.596 habitaciones en todo el mundo. Son cifras inéditas en la serie histórica que consolidan a cinco grupos españoles (Meliá, NH, Barceló, Riu e Iberostar) entre los 50 más grandes del mundo.
No obstante, y a pesar de este intenso desarrollo, la asignatura pendiente de los grupos españoles con vocación global está precisamente en el tamaño, ya que distan mucho de gigantes como Marriott, Hilton o IHG. Si a ello se suma la explosión de los grupos chinos, que ya compiten con fuerza por el mercado mundial, es hora de plantearse en qué liga quieren jugar los grupos hoteleros españoles.