Ibex: La 'agostidad' toma el control y cae tras chocar contra la barrera de los 9.800 puntos
Los bancos lastran al índice que cede un 0,26%, hasta los 9.746,1 puntos La guerra comercial se agrava pero Wall Street sigue cerca de su récord histórico
Wall Street ronda sus máximos históricos marcados en enero; sin embargo, el Ibex está a 600 de los niveles de mayo y a casi un 10% de las cotas de enero. De su récord de casi 16.000 puntos de noviembre de 2007 está a más de un 60%. El peso de las grandes tecnológicas en Estados Unidos y la temporada de resultados están dando mejores noticias que la geopolítica, y son el sostén de estos récords en Wall Street, desmarcada de Europa.
El Ibex, tras haber marcado un máximo cerca de los 9.800 puntos, ha cerrado con una caída del 0,26%, en los 9.747,1 puntos. Los bancos han sido los culpables del cierre en negativo. Bankia ha cedido un 1,36%; Bankinter, un 0,97%; Santander, un 0,72%; BBVA, un 0,63%; Sabadell, un 0,63%; y CaixaBank, un 0,34%. Los ganadores han sido Mediaset España (+1,83%), Siemens Gamesa (+1,49%) y con Dia y Meliá (+1,18% en ambos casos).
La guerra comercial, las sanciones a Irán y el brexit son un cóctel un tanto complicado de digerir y el mínimo volumen negociado propio de mediados de agosto –solo 988 millones de euros en BME, menos de la mitad de la media diaria de 2.100 millones en lo que va de mes– provoca el sopor en el mercado. Los grandes inversores están fuera.
La salida de Reino Unido de la UE está dando nuevos quebraderos de cabeza; según crecen los temores a un brexit sin acuerdo proliferan las alertas empresariales sobre los riesgos que ello conlleva y sube la presión sobre Theresa May. Hoy, el Banco de Inglaterra ha publicado un informe sobre las condiciones empresariales que podría dar pistas sobre el sentimiento del mundo de los negocios al respecto. La libra, mientras, continúa su descenso y sigue en mínimos de un año, y ya cede un 10% sobre los niveles de mayo. En el mercado de divisas, el euro se mantiene en torno a los 1,16 dólares.
En China, los datos de superávit comercial han mostrado que los aranceles implantados por Estados Unidos en julio no han deteriorado el desequilibrio entre ambos países: el superávit con EE UU se mantiene cerca de máximos, gracias a la debilidad del yuan. El Banco Central sigue muy pendiente de evitar que la caída (un 6% en tres meses) se le vaya de las manos y ha alertado a los bancos para que eviten "comportamientos en manada" en sus apuestas sobre divisas. El yuan hoy ha tocado máximo de una semana, en 6.80 yuanes por dólar.
EE UU, mientras, afirmó anoche que empezará el día 23 a aplicar aranceles del 25% sobre una lista de 279 productos chinos, que suman 16.000 millones de dólares en importaciones. El 6 de julio empezó a aplicar aranceles sobre otros 34.000 millones en exportaciones chinas. China ya ha respondido: aplicará aranceles a productos estadounidenses por el mismo importe. El mercado sigue pendiente, también, de la situación en Turquía, donde la fuga de capitales ha hecho aflorar rumores de un rescate del FMI o de la aplicación de controles de capitales. El bono cotiza al 20% y la lira ha perdido el 30% frente al dólar.
La renta fija disfruta de un agosto tranquilo. El bono español a 10 años paga un 1,434%, lo que supone una leve subida, mientras el alemán da el 0,40%, lo que arroja una prima de riesgo de 103 puntos básicos. Las cotizaciones de la renta fija pública europea son una balsa de aceite, salvo la italiana: la rentabilidad de su bono a 10 años se sitúa en el 2,91%, frente al 2,874% previo. Persisten las dudas sobre el Presupuesto del país y su posible confrontación con Bruselas al tiempo que resuenan, una vez más, los tambores de una posible salida del euro del país, uno de los fundadores de la UE.
En la energía, el precio del petróleo cae con fuerza. El Brent cede un 3% y pierde el nivel de los 73 dólares. La guerra comercial y su impacto en la economía se imponen a las sanciones a Irán, productor de tres millones de barriles al día, y a la menor caída de los inventarios de crudo estadounidenses en la semana pasada, que cayeron en 1,35 millones de barriles frente a la caída esperada de tres millones.