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Ribes & Casals, la empresa que vive la segunda juventud de la costura

El negocio familiar de tejidos cumple 85 años aupado por la vuelta a lo artesanal y a la moda hecha por uno mismo La página web supera ya el millón de usuarios anuales y están presentes en redes sociales

Interior de la tienda madrileña de Ribes & Casals, en la calle Atocha, 35
Interior de la tienda madrileña de Ribes & Casals, en la calle Atocha, 35

Alex Casals y su primo Ramón son la tercera generación de una empresa de tejidos catalana que ha sorteado las bombas, la revolución textil de los ochenta y la última crisis económica. Ribes & Casals abrió sus puertas en 1933 en un pequeño local del Barrio Gótico de Barcelona para surtir de telas a mayoristas y detallistas. 85 años después, el negocio se ha expandido por distintos puntos de la Península y goza de una salud envidiable.

Cuando arrancó, las tiendas de ropa no existían y sus clientes eran, en su mayoría, señoras en busca de telas con las que hacerse vestidos a medida. Hoy, inundados por multinacionales de ropa low-cost, su público, mucho más diverso y joven, vuelve a sentirse atraído por las confecciones artesanales y personalizadas.

Fotomontaje de las fachadas de las primeras tiendas en Madrid y Barcelona.
Fotomontaje de las fachadas de las primeras tiendas en Madrid y Barcelona.

Casals, de 42 años y nieto de uno de los fundadores, no se atreve a dar una cifra exacta, pero calcula que cada día venden unos 15.000 metros lineales de tela. La empresa, que el año pasado superó los 17 millones de euros en facturación, ha evolucionado, pero sus dueños se enorgullecen de haber superado los retos manteniendo su ADN: ofrecer una de las colecciones de tejidos más extensas del sector y dar el mejor trato a sus clientes. “Una ecuación lógica pero no siempre fácil de equilibrar”, reconoce.

La crisis destapó muchas máquinas de coser y la moda por lo artesanal ha hecho que mucha gente aprenda costura

Comienzos

Todo empezó tres años antes del estallido de la Guerra Civil, cuando Joan Ribes y Joan Casals, dos compañeros de una empresa textil, decidieron probar suerte por su cuenta. Uno conocía bien el detall (comercio al detalle en jerga textil) y, el otro, la venta al por mayor. De ahí surgió la unión, “un modelo de venta que se ha seguido compaginando hasta nuestros días”, indica Casals.

Tuvieron éxito y de la pequeña tienda en el Gótico se trasladaron en la posguerra a una más grande a pocos metros de ahí, en la Calle Pau Claris, 79. Se convertiría en la sede del negocio durante casi seis décadas, hasta que en 2011 echaron el cierre. Tomó el relevo la segunda que tenían en Barcelona, en Roger de Llúria, 7, cerca de la plaza de Cataluña, un enorme local de más de 1.000 metros cuadrados abierto en 2000 y por el que cada día pasan cientos de personas.

15.000 metros al día

La empresa calcula que a diario y entre las cinco tiendas del negocio familiar, vende más de 15.000 metros lineales de tela.

Lo más demandado sigue siendo las telas para moda, pero también destacan las licras para maillots de baile, las cortinas a medida y los trajes de flamenca, que arrasan en Andalucía, así como en Barcelona, donde muchos turistas cruzan la frontera para comprarse uno. En los últimos meses y a raíz del desafío independentista, ha repuntado la venta de banderas, tanto esteladas como rojigualdas.

Entre las décadas de los cuarenta y setenta, “muchas tiendas de toda España venían a Barcelona en busca de telas y muchas compraban en Ribes & Casals, porque era donde encontraban el mayor número de colecciones”, destaca el actual dueño. Por entonces, la empresa se abastecía de las fábricas de Sabadell y Terrassa, dos de las provincias con mayor tradición textil del país. Hoy sus principales proveedores están en España, Italia y el resto de Europa, aunque también compran en Bangladés, India o China.

De izquierda a derecha, Alex y Ramón Casals, la tercera generación y actuales dueños de Ribes & Casals.
De izquierda a derecha, Alex y Ramón Casals, la tercera generación y actuales dueños de Ribes & Casals.

La segunda generación, los padres de Alex y Ramón, tomó las riendas del negocio en los setenta y vivieron “la llegada del prêt-à-porter, un auténtico cambio que revolucionó la industria de la moda”, explica Casals. En esa época nacen los grandes talleres de confección de prendas para boutiques. Muchos negocios se transforman, pero Ribes & Casals mantiene su espíritu y supera el cambio del sector gracias a las ventas mayoristas y la diversificación de su oferta.

Datos relevantes

 

 

Tiendas. La sede de la empresa se encuentra en un local de más de 1.000 metros cuadrados en Barcelona (Carrer de Roger de Llúria, 7), pero también cuenta con tiendas en Madrid, Sevilla, Palma de Mallorca y Málaga.

Facturación. El último año, el negocio familiar superó los 17 millones de euros en ingresos.

Plantilla. Cuentan con 180 trabajadores, cuya antigüedad media ronda los 25 años. Cada año se jubila alguna persona que ha dedicado más de 50 años al negocio.

Tienda online. Tiendatelas.com arrancó en 2014 y ya ha superado el millón de usuarios anuales. Su web, recién diseñada y disponible en portugués, francés e inglés, cuenta con más de 5.000 productos.

 

“En poco tiempo pasamos de vender telas para vestidos de señora a tener que abrir el abanico de la oferta, que hemos ido ampliando hasta nuestros días”, relata Casals. Desde telas para espectáculos y una línea de moda flamenca, pasando por la confección para el hogar, hasta una mercería, de esas que ya casi no quedan en la ciudad. “Aunque tengamos un negocio tradicional, hemos sabido evolucionar y ser innovadores, y eso es lo que nos ha permitido estar aquí hoy”, sostiene.

También han ganado presencia fuera de Cataluña. Llegaron a la capital en 1982 y, tras varios años con una buena red de distribuidores en Andalucía, en 2007 abrieron un local en Sevilla. Abrirían después en Palma de Mallorca (2014) y Málaga (2015).

Vuelta a lo artesanal

La crisis económica les obligó a “vender mucho más barato y a reducir márgenes”, pero eso les permitió mantener toda su plantilla sin hacer despidos. Hoy cuentan con 180 trabajadores, muchos de los cuales llevan toda una vida trabajando con los Casals: “La antigüedad media en la empresa ronda los 25 años y todos los años se jubilan personas que han estado 50 años a nuestro lado”, revela.

Más allá de tener que ajustarse el cinturón, esa etapa supuso el principio de un gran cambio en su clientela: “La crisis destapó muchas máquinas de coser e hizo que mucha gente tuviera ganas de ponerse a coser”, cuenta. A ello vino a sumarse después “la moda por el reaprovechamiento, lo artesanal y el DIY (do it yourself, o hazlo tú mismo)”. Una tendencia que, en los últimos cinco años, ha venido a consolidar una nueva demanda que ya no es mayoritariamente femenina y que ha rejuvenecido. “Hubo una revolución muy importante hacia la ropa industrial en su momento, pero eso ya se ha desmitificado y ahora la gente valora más la creatividad y poder personalizar sus prendas y hacerlas únicas y exclusivas”, ahonda.

Ese auge animó a Casals a emprender otro gran proyecto: lanzar una tienda online en 2014. “Tuve que convencer a mucha gente que creía que era descabellado”, admite, pero a día hoy, con un diseño renovado el pasado mes, han alcanzado el millón de visitas anuales. La web está traducida al portugués, francés e inglés y dispone de más de 5.000 productos en venta. “Es un esfuerzo enorme en trabajo y dinero, pero a la vez, un reto que me apasiona y que nos abre un abanico inmenso de posibilidades”, señala.

Una apuesta por el público milenial

Conscientes de que la tendencia por el reaprovechamiento y la vuelta a lo artesanal ha venido a sumar a su clientela más tradicional un público más joven, la tienda de tejidos Ribes & Casals se ha lanzado a por ellos.

Tras su gran apuesta en 2014, cuando abrió la web Tiendatelas.com, la empresa se ha vuelto especialmente activa en redes sociales. En Facebook informa sobre los talleres de costura que ofrece para todos los niveles y cuelga los desfiles en los que participan jóvenes creadores. En Instagram organiza concursos donde elige las mejores confecciones que los clientes han hecho a partir de sus telas y que se recompensan con premios canjeables en sus tiendas.

Y, desde hace menos de un año, sube vídeotutoriales a Youtube donde enseña a confeccionar desde disfraces para niños hasta bolsos, pasando por pufs o manoplas. “Las redes sociales son un instrumento potentísimo y, en un sector como el nuestro, tienen mucho valor. La costura es un hobby muy visual y eso en redes le favorece mucho”, señala el dueño del negocio familiar, Alex Casals.

Youtube ha posibilitado el auge de la moda DIY (do it yourself), una tendencia que invita a confeccionar objetos y prendas uno mismo en lugar de comprarlos, y donde miles de blogueros cuelgan sus vídeos indicando paso a paso el modo de hacerlo. “Coser es cada día más fácil: hay muchísimos tutoriales que enseñan a hacer cosas que aparentemente son muy difíciles, y que dan rienda suelta a la creatividad”, destaca Casals.

La empresa también ha ganado visibilidad por haber suministrado telas al concurso televisivo Maestros de la Costura, que ya prepara su segunda edición. A pesar de que Casals dice no haber notado un repunte de las ventas a raíz del concurso, sí ve muy positivo que la televisión pública se haya hecho eco de esta nueva realidad: “Cada vez hay más gente joven que está aprendiendo a coser y es muy bueno que el programa sea el reflejo de esta tendencia”, celebra.

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