Los ejecutivos harán cola buscando su bienestar en la guerra comercial
A medida que China y Estados Unidos aumentan los aranceles, los políticos intentan tranquilizar a los ejecutivos con exenciones y subsidios
A medida que China y Estados Unidos aumentan los aranceles, los políticos intentan tranquilizar a los ansiosos ejecutivos con conversaciones sobre exenciones y subsidios específicos. Eso solo conduce a una influencia gubernamental insalubre y duradera sobre la industria. El pasado martes, el representante comercial de Estados Unidos lanzó una nueva salida a Bolsa de productos chinos por un valor de 200.000 millones, desde cigarrillos hasta salmón, que podrían recibir un arancel del 10%. Los índices bursátiles en Shanghái y Shenzhen tuvieron otro giro descendente.
Las empresas chinas también importan productos estadounidenses, que en el mejor de los casos se volverán más caros y, en el peor, no estarán disponibles. Todo esto presenta un dilema para los presidentes Donald Trump y Xi Jinping, quienes desean ser vistos como magníficos creadores de empleo. Las burocracias en ambos lados del Pacífico se mueven rápidamente para amortiguar el impacto.
El Departamento de Comercio de EE UU había procesado desde junio menos de 100 de unas 20.000 solicitudes de exenciones de aranceles sobre acero y aluminio, según Wilbur Ross, director de la agencia. Los funcionarios de comercio estadounidenses acaban de lanzar mecanismos similares y pudieron ver cómo decenas de miles de empresas hacen cola. Tanto EE UU como China están considerando repartirlas entre industrias más sensibles, como la agricultura.
Un editorial de junio del periódico estatal Global Times aseguraba que China podría ofrecer subsidios a la exportación para amortiguar los aranceles, además de proporcionar un “respaldo de políticas” adicional, que generalmente se trata de un código para ordenar a los bancos estatales que proporcionen crédito corporativo barato y refinancien la deuda.
Con EE UU apuntalando productos como el azúcar, otros Estados están ofreciendo lujosas exenciones para atraer empresas, como está entendiendo Amazon mientras busca un hogar para una segunda sede. Más cosas de este tipo solo significarán que las fuerzas del mercado terminarán como víctimas de la guerra.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Daniel Domínguez, es responsabilidad de CincoDías.