Sánchez asume el timón económico con el reto inicial del techo de gasto
El Ejecutivo busca aprobarlo en julio tras abordarlo en el Consejo de Política Fiscal Aspira a presentar el Presupuesto de 2019 tras el verano
Atadas las cuentas del ejercicio 2018, con el plácet definitivo que el Congreso de los Diputados dio el jueves a los Presupuestos que diseñó el PP, el nuevo Gobierno socialista tratará de asumir este mes el protagonismo de la agenda económica. El primer hito que afronta el Ejecutivo de Pedro Sánchez es el de aprobar un techo de gasto que sustente su proyecto de Presupuestos Generales para 2019.
Aunque en condiciones normales, el Gobierno tiene hasta el 30 de junio para dar este paso, el relevo en la Moncloa que suscitó la moción de censura contra Mariano Rajoy ha trastocado el calendario. Fuentes oficiales aseveran que “julio será un mes clave” en la asunción del mando económico por parte del nuevo Ejecutivo.
Este espera ver aprobado antes de agosto su nuevo techo presupuestario, que es el límite del gasto público no financiero, excluyendo los intereses de la deuda, que se permitirá a las administraciones del Estado para garantizar la estabilidad de las cuentas del país. Es decir, es la cifra que delimita cada año el margen de actuación de los siguientes Presupuestos.
El año pasado se elevó un 1,3% hasta los 119.834 millones de euros. Antes de llevarlo a las Cortes, Hacienda deberá abordar el techo de gasto con las comunidades autónomas convocando el Consejo de Política Fiscal y Económica.
Después será aprobado por el Consejo de Ministros y presentado ante el Congreso de los Diputados, que tras su tramitación lo enviará al Senado. Aunque la mayoría absoluta del PP en la Cámara Alta puede tensar el proceso, desde Hacienda aseveran que el Senado solo puede influir en el objetivo de déficit público marcado, pero que el diseño del techo de gasto es competencia exclusiva del Ejecutivo. Concluido el trámite parlamentario, Sánchez deberá informar a la UE y volver a convocar el Consejo de Política Fiscal para abordar posibles objetivos individuales de cada región.
El Gobierno asevera que su aspiración es presentar luego su propuesta de cuentas públicas de 2019 en septiembre, como es preceptivo. Sin embargo, la minoría parlamentaria del PSOE (con solo 84 de los 350 diputados del Congreso) hace prever una intensa ronda de contactos en busca de apoyos previa a la presentación del proyecto de ley, lo que podría retrasar de nuevo los plazos. Bruselas, eso sí, monitorizará el proceso. A partir de ahí, se verá si las cuentas presentadas tienen opciones de salir adelante o si la falta de apoyos las convierte en un primer reclamo electoral mientras se prorrogan las cuentas de 2018.