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Santander pone a la venta 6.000 millones en activos inmobiliarios

La firma que preside Ana Botín quiere poner fin de una vez al lastre del ladrillo en su balance Sabadell inica la desinversión de su ladrillo al vender una cartera de 900 millones a Axactor

Ana Botín, presidenta de Banco Santander
Ana Botín, presidenta de Banco SantanderPablo Monge

La banca española ha pisado el acelerador para poner fin al lastre del ladrillo. No hay tregua. El jueves CaixaBank anunció que había llegado a un acuerdo con Lone Star para venderle el 80% de sus activos problemáticos, incluido su plataforma inmobiliaria Servihabitat, valorado en su conjunto en 7.000 millones de euros, lo que supone que el fondo desembolsará unos 5.600 millones de euros por el ladrillo de la entidad catalana (a valoración de octubre de 2017).

Esta operación disparó el viernes los títulos de CaixaBank, que llegaron a subir casi un 7%, para cerrar la jornada con una subida del 3,32%, para situarse a un valor por acción de 3,706 euros.

Sabadell se disparó en Bolsa al cerrar la venta al fondo noruego Axactor una cartera de créditos fallidos valorada en 900 millones de euros. Se trata del Proyecto Galerna, la cartera más pequeña de las cuatro de activos adjudicados y créditos fallidos que el banco ha puesto a la venta, y cuya presentación de ofertas vinculantes finalizó el pasado miércoles.

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El objetivo es cerrar la venta de las cuatro carteras en proceso competitivo con un valor de 10.800 millones de euros en las dos próximas semanas, antes de presentar los resultados semestrales. Pese a ello, el banco catalán no podrá desconsolidar de su balance más de 5.000 millones de euros, la cartera de mayor tamaño compuesta por activos problemáticos del propio banco.

El resto de las carteras, provenientes de la CAM, no podrán salir de su balance hasta que el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) con la banca y Bruselas para que las pérdidas que generen estas ventas no computen como déficit público. El escollo de estas carteras es que están respaldadas por un esquema de protección de activos (epa), en el que el FGD asume inicialmente el 80% de las pérdidas que genere la operación, y Sabadell el 20%, restante, aunque la vía que se baraja para solucionar este problema deja de lado estos porcentajes.

El mercado, al conocer la venta de la cartera denominada Galerna y la existencia de siete ofertas en total para la compra de prácticamente todo el ladrillo de la entidad, reaccionó con un alza del 4,7%. Aunque al cierre de la jornada la subida fue del 1,74%, la tercera mayor del selectivo, y terminar a un valor por acción de 1,4355 euros.

A estas operaciones, se le ha sumado Santander, que ha puesto a la venta activos adjudicados por 6.000 millones de euros, prácticamente todo el ladrillo que le quedaba pendiente a Santander España. Un portavoz del banco no ha hecho ningún comentario sobre la operación.

El asesor de esta venta es Crédit Suisse.

Esta macroventa es la segunda gran operación que realiza el grupo que preside Ana Botín, y puede que sea la última, ya que con esta última enajenación el grupo desaguará prácticamente todo su ladrillo.

Precisamente, Santander protagonizó la primera macrooperación de venta de activos inmobiliarios hace un año. El pasado verano sorprendió al mercado con la venta en una sola operación de todo el ladrillo procedente de Banco Popular, unos 30.000 millones de euros, a Blackstone, con quien creó una sociedad en la que el fondo estadounidense tiene el 51% de la nueva sociedad y el banco que preside Ana Botín el 49% restante.

Esta operación metió presión al resto del sector, que comenzó a repetir esta fórmula. El segundo en repetir esta fórmula, de hecho, fue BBVA, con la enajenación de 13.000 millones de euros a Cerberus.

Sareb también está ahora tanteando el mercado para la venta de unos 30.000 millones de euros brutos (unos 13.000 millones netos). El banco malo, sin embargo, debe esperar la luz verde del Gobierno para poder llevar a cabo esta operación ya que Sareb es una institución dependiente del Ejecutivo, y creada para desatascar a las antiguas cajas que recibieron ayudas de su ladrillo, razón por la que se intentará maximizar el valor de cualquier operación que realice para poder devolver las ayudas públicas.

Mejora crediticia

 

Subidas de la banca. Los valores bancarios impulsaron el viernes el Ibex 35 que ha sumado un 0,35%. BBVA y Banco Santander repuntaron un 1,81% y un 0,39%, respectivamente, tras superar el test de resistencia “cualitativa” de la Reserva Federal de EEUU. Caixabank fue la compañía más alcista, tras anunciar el acuerdo para vender al fondo estadounidense Lone Star el 80% de su negocio inmobiliario.

Sabadell. Goldman Sachs señala que una gran venta de sus activos improductivos ayudaría a Sabadell a mejorar su calidad crediticia desde ‘peor’ hasta ‘el mejor de la clase’ y tendría un impacto positivo en el beneficio por acción de la entidad. El informe señala que la venta de las cuatro carteras de activos problemáticos de Sabadell, cuyo valor conjunto asciende a casi 11.000 millones de euros, tendría un impacto positivo en el beneficio por acción (BPA) debido a la disminución de provisiones y de los costes de mantenimiento por los menores activos improductivos.

BPI. La junta de accionistas del portugués BPI, filial de Caixabank, aprobó el viernes la salida de bolsa lusa de la entidad y la limitación de los dividendos a un máximo del 50 % de los beneficios.

 

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