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Australia, tan lejos y tan cerca de las empresas españolas

9.000 millones de euros es la cifra estimada de obra pública australiana.

Desaladora de Adelaida de Acciona.
Desaladora de Adelaida de Acciona.

Las empresas españolas siguen atentas a cualquier oportunidad en los mercados internacionales y acaparando los primeros puestos del ranking de infraestructuras en todo el mundo. Australia no es una excepción. Casi 18.000 kilómetros nos separan de este continente, pero la distancia no ha sido un impedimento para los grandes grupos nacionales de infraestructuras, que han conseguido hacerse un hueco en este inmenso país con necesidad de construir o ampliar puentes, túneles, carreteras, puertos, aeropuertos, proyectos de energías renovables…

En Australia, con la adquisición de Geotech, en marzo de 2017, hemos reforzado sensiblemente nuestras capacidades en construcción y la renovada pujanza del mercado eléctrico renovable a raíz del próximo desmantelamiento de gran parte de viejas centrales eléctricas de carbón; nos auguran un futuro prometedor también en energía”, declaraba José Manuel Entrecanales, presidente de Acciona, en el discurso de la última junta de accionistas de la compañía.

Acciona dispone de una serie de países plataforma desde donde coordina la gestión de los recursos en sus áreas de influencia. Entre ellos está Australia, donde el año pasado adquirió Geotech, un grupo local de ingeniería y construcción, con el objetivo de dar respuesta al desarrollo del mercado de infraestructuras local, estimado en 125.000 millones de dólares australianos (90.000 millones de euros).

El desarrollo del sector de energías renovables es una clara apuesta del Gobierno australiano. Y ahí están ya presentes varias empresas españolas, entre otras, Acciona. Una sociedad conjunta formada por Gransolar (GRS) y Acciona Industrial, que lidera GRS, ha sido seleccionada para construir una de las plantas fotovoltaicas más grandes de Australia. Está previsto que la planta Lilyvale Solar Farm, en el estado de Queensland, esté lista a finales de 2018.

En el sector del agua, Acciona opera, por ejemplo, la desaladora de Adelaida, una instalación que ha recibido varios premios de excelencia. Se alimenta a partir de energías renovables y cuenta con una capacidad de producción de 100.000 millones de litros de agua anuales.

Interior del doble túnel de Legacy Way, en Brisbane, proyecto de Acciona.
Interior del doble túnel de Legacy Way, en Brisbane, proyecto de Acciona.

Y en infraestructuras de transportes, el doble túnel de Legacy Way, de 4,6 kilómetros de longitud, representa un eslabón vital en la movilidad de la ciudad de Brisbane. El proyecto, que ascendió a 950 millones de euros, marcó un importante hito para Acciona, que ha invertido más de 412 millones en sus operaciones en Australia desde 2002.

La presencia de Ferrovial en el continente australiano viene de atrás, pero se vio reforzada a partir de la concesión del proyecto de ampliación de la Pacific High­way en 2015, que une dos de las principales ciudades del país: Sídney y Brisbane. Un consorcio formado por Ferrovial, Agroman y Acciona trabaja en este contrato de 550 millones de dólares australianos (350 millones de euros).

Ferrovial también acaba de ampliar el contrato de mantenimiento con el Ministerio de Defensa australiano por 300 millones de euros. La española realizará servicios como mantenimiento de viviendas, limpieza, catering y gestión de almacenes, además de tareas especializadas, como la gestión medioambiental, los servicios de rescate y la lucha contra incendios, el repostaje de aeronaves o la gestión de gasolina y lubricante, en recintos del Ministerio de Defensa australiano.

Otra de las compañías españolas que ha desembarcado con éxito en Australia es ACS, presente en el país austral a través de Cimic, que cuenta con una cartera de obras de unos 25.270 millones de euros, el 38% del total del grupo. A mediados de 2017, ACS se adjudicó, a través de un consorcio, el contrato de obras de construcción de la segunda fase del metro de Sídney, un proyecto que incluye construir un túnel bajo el puerto de la ciudad y que está estimado en 2.810 millones de dólares australianos (unos 1.910 millones de euros). Se trata de la mayor obra de infraestructuras de transporte en marcha en el país.

El consorcio liderado por ACS se hizo con esta nueva obra después de que en junio de 2016 concluyera, con siete meses de antelación, la primera fase de este metro, que está previsto entre en servicio en 2019. Con este proyecto, ACS dio un paso más en su expansión por Australia, mercado que ya supone su segunda fuente de ingresos, por detrás de Norteamérica.

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