Cómo combatir el estrés prevacacional
Los expertos coinciden en que la planificación es el mejor arma ante el periodo estival Delegar las responsabilidades mientras se está fuera ayudará a descansar mejor
La proximidad de las vacaciones puede parecer un momento apetecible, sin embargo, también es una fuente de estrés para muchas personas. “Se habla más del síndrome postvacacional, pero también hay síntomas notables antes de las vacaciones”, reconoce la psicóloga sanitaria y coach ejecutiva Victoria García.
Para el director de la Unidad de Liderazgo y Management de la consultora BTS, Ignacio Mazo, este problema se relaciona con el estrés derivado de estar permanentemente conectado al entorno laboral. “La manera en la que enfocamos las actividades en el trabajo tiene que ser con mayor tranquilidad y organización”, continúa. El directivo cree que en muchas empresas españolas hay un déficit de planificación, tanto desde el punto de vista de la organización como por parte de los empleados. “Por ejemplo, se fijan los objetivos cuando ya está bien entrado el año, lo que aumenta el estrés en las vacaciones de verano porque queda menos tiempo para cumplirlos”, desarrolla, aunque hace hincapié en que no es un fenómeno que ocurra solo durante el periodo estival, sino ante cualquier fase de descanso, “ya sea Semana Santa o un puente largo”.
Por su parte, García defiende que mucho de este estrés deriva de la autoexigencia. “Es un cúmulo de tensión que nos vamos imponiendo a nosotros mismos, intentando acabar cosas para las que no tenemos tiempo”, comenta. Un problema que se agrava porque, “según se acercan las vacaciones, entramos en una fase de ansiedad por la impaciencia de que lleguen cuanto antes, lo que deriva en dificultades para dormir y concentrarse, y al ver que no se rinde, el estrés aumenta”. Para enfrentarse mejor a este momento, el profesor del máster en desarrollo directivo, inteligencia emocional y coaching de EAE Business School Jordi Vilà recomienda anticiparse a todo lo que no sea necesario hacer a última hora o que permita una planificación más holgada.
Con la organización adecuada, no se debería tener que trabajar más antes de ausentarse
En este sentido, Mazo también aconseja ser transparente con la gestión de los propios tiempos. “Si al jefe le gusta mandar correos los domingos o quedarse trabajando por las tardes, debe aclarar que no hace falta que los trabajadores contesten o se queden más tiempo porque si no, estos se pueden sentir presionados a hacerlo”, señala el directivo de BTS, quien también hace hincapié en saber distinguir entre lo urgente y lo importante para dedicarle más tiempo a esto último. “Muchas veces, lo que pensamos que es urgente puede aplazarse”, aclara mientras recuerda que igualmente conviene aceptar que no se puede tener todo bajo control.
“El estrés se produce ante una situación de cambio, pese a estar en una rutina agobiante, cambiar de estado, aunque sea hacia unas vacaciones relajantes, parece que cuesta”, señala García, que pide disfrutar de un par de días tranquilos en casa antes de viajar en épocas vacacionales. “Para poder bajar revoluciones y organizarse mejor”, explica. Para poder disfrutar más del descanso, la directora corporativa de IMF Business School, Francisca Morán, recomienda delegar las responsabilidades durante ese periodo en una persona de confianza. Además de dejar documentadas las tareas con la suficiente información como para que las pueda continuar un compañero. “Así, el grado de desconexión y descanso será mucho mayor, pues ayuda a reducir tanto el estrés durante las vacaciones como el miedo a la vuelta”, justifica la experta en gestión.
En cualquier caso, Vilà defiende que “no deberían trabajarse más horas antes de vacaciones, si los procedimientos y los procesos están bien diseñados, el tiempo para realizarlos deberían ser suficientes, de lo contrario, o falta personal o el proceso tiene un mal diseño ya que el trabajo debería poder salir en el tiempo estipulado”. Y recuerda que “cualquier alargamiento de la jornada va en detrimento del rendimiento óptimo del trabajador”.