BBVA sufre el peso de las elecciones turcas
La entidad cotiza a ratios de valoración inferiores a los de otros competidores por su fuerte exposición al país emergente Las elecciones de este domingo no prometen resolver el desplome de la lira y la creciente inflación
Las acciones de BBVA perdían esta semana la cota de los 6 euros, rozando la zona de mínimos de febrero de 2017, para cerrar finalmente en los 6,06 euros con cierta indecisión ante las elecciones presidenciales que se celebran en Turquía este domingo. La inestabilidad política y económica de una de las principales apuestas internacionales del grupo, donde está presente a través de su filial Garanti, está pasando factura a la cotización, expectante a las medidas que pueda tomar el país para detener el desplome de la lira turca (en mínimos históricos, a 4,69 por dólar), venza quien venza los comicios.
La importancia de Turquía en las cuentas del grupo es considerable, dado que arroja un 16% del margen bruto de BBVA, un 18,6% de su margen neto y un 12,3% de su beneficio neto atribuido, según los datos de cierre de primer trimestre de 2018. Pesa casi la mitad que el negocio español (25,1% del beneficio) y un tercio del mexicano (34,9%).
Si la apuesta por las economías emergentes ha ayudado a BBVA a apuntalar las cuentas durante los años más duros de la crisis del euro, la nueva fase de incertidumbre global y las turbulencias internas del país otomano son ahora un aspecto a vigilar. Las elecciones son solo un foco más de inquietud que se suma a la creciente inflación y la debacle de la lira. Así lo reconocía BBVA en su último informe financiero, donde apuntaba que la estabilidad de la plaza “seguirá claramente condicionada por el entorno político dado el anuncio de adelanto de las elecciones”, inicialmente previstas para noviembre de 2019.
Aunque el AKP del presidente Recep Tayyip Erdogan se promete claro vencedor, la tradicionalmente dividida oposición ha unido fuerzas para amenazar su hegemonía, conformando una coalición entre los socialdemócratas del CHP, los ultranacionalistas del IYI Parti y los islamistas del SP, a los que podrían apoyar los prokurdos del HDP.
“En las encuestas se da por descontado que Erdogan es el favorito, pero hay dudas de que consiga la mayoría absoluta. Si no logra el 50% de los votos más uno habrá una segunda ronda, el 8 de julio”, explica Ana Gómez, analista de Renta 4. Más allá de que “cualquier cambio político es un factor de volatilidad”, incluso si Erdogan vence la expectación es máxima por saber qué medidas tomaría para defender la lira dado “el limitado margen de reservas” del Banco Central turco, prosigue. “BBVA es el valor más expuesto a Turquía del Ibex 35”, subraya, lo que hace a los analistas de Renta 4 “estar más cautos, a la espera de acontecimientos políticos” y optar por entidades con otra configuración geográfica, “como Santander”.
“Sea cual sea el partido elegido, el mercado espera un alza en los tipos de interés para reducir los elevados niveles de inflación del país, lo que aumentaría el coste de pedir un crédito y elevaría la tasa de morosidad haciendo que el banco elevara sus provisiones”, alerta Felipe López-Gálvez, analista de Self Bank, que advierte que “una dotación masiva” podría truncar el incremento de beneficios que arroja Turquía a BBVA. “El grueso del crédito que tiene concedido en el país es en préstamos empresariales, que son los primeros que empiezan a fallar cuando la economía entra en crisis”, añade. Además, asume, el afianzamiento de Erdogan en el poder aleja el deseo de BBVA de que Turquía acabe integrándose en la UE.
A la espera del rumbo bursátil que marquen las urnas, la acción de BBVA arrastra un descenso del 14,79% en lo que va de año, un castigo inferior al de Bankia (-15,98%) pero que supera el de Santander (-13,60%), Sabadell (-14,40%) y CaixaBank (-5,58%). “Hay que tener en cuenta que el mercado ya ha estado penalizando las acciones de BBVA en los últimos meses anticipando un empeoramiento de la economía turca y de la mexicana, donde también hay elecciones este año”, subrayan en Selfbank, donde achacan a esta exposición a emergentes que BBVA “cotice a ratios de valoración inferiores a los del resto de entidades españolas”.
Con todo, el consenso de analistas ve un potencial alcista del 26% para el valor, con un precio objetivo de 7,53 euros, según Reuters. Y es que, más allá de Turquía, los analistas subrayan las fortalezas de BBVA. Los expertos de Bankinter lo tienen por uno de sus “bancos favoritos en Europa”, y aplauden su reciente acuerdo con el fondo de inversión Cerberus para reducir con fuerza su exposición al negocio inmobiliario español o su capacidad de generar capital y beneficios. BBVA cerró el primer trimestre del año con un beneficio neto de 1.340 millones de euros, un 11,8% más que en el mismo periodo del año anterior, en su mejor resultado trimestral de los últimos tres años.