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El crucerista de lujo quiere ser explorador

La empresa en viajes de expedición en cruceros exclusivos Silversea celebra 10 años con nuevas rutas Los viajeros buscan el servicio más personalizado y los destinos más recónditos

Viajeros a bordo de uno de los cruceros de Silversea en la Antártida.
Viajeros a bordo de uno de los cruceros de Silversea en la Antártida.

Hace diez años, el presidente de Silversea, una de las empresas de cruceros de lujo más reconocidas del sector, tuvo una idea rompedora: combinar el confort y los estándares más altos de sus barcos exclusivos, con viajes de exploración a los lugares más recónditos y espectaculares del planeta. Así nació en 2008 Silversea Expeditions, convirtiéndose en la primera línea de cruceros de lujo del mundo en lanzar viajes de expedición.

Desde entonces, han sido pioneros en ofrecer itinerarios que nunca antes habían sido recorridos por otras líneas de cruceros y a las muy pocas pueden acceder, como la Antártida, el Ártico ruso o las Galápagos. Lo que para algunos sonó como una idea extravagante, se ha convertido en un exitoso negocio. “Una vez que se tiene todo lo que el dinero puede comprar, se busca algo distinto, una experiencia única de esas que solo tienen lugar una vez en la vida. Ese es el verdadero lujo: los sitios que recorremos y los recuerdos que nos llevamos”, señala la directora de ventas de Silversea Europa, Oriente Media y África, Alessandra Cabella.

Al servicio a bordo totalmente personalizado, con mayordomo disponible las 24 horas y régimen de todo incluido en restaurantes gourmets, la empresa de cruceros ofrece expediciones de seis estrellas por más de 900 destinos de todos los rincones del planeta. Explorar el Ártico durante 25 días en agosto, único mes en el que se puede realizar el itinerario, recorriendo Alaska hasta Tromso (Noruega), pasando por el norte de Rusia y avistando osos polares, cuesta alrededor de 33.000 euros por persona.

Descubrir la Antártida a lo largo de 10 días, pasando por Ushuaia, la Patagonia y las Malvinas, y acercarse a las ballenas gigantes o a los icebergs que se desmoronan en el mar, sale por entre 10.000 y 28.000 euros por cliente, dependiendo del tipo de ruta. “Los viajeros se bajan del crucero en lanchas Zodiac y se acercan a lugares que de otra forma no serían accesibles, liderados por un equipo muy experimentado”, explica la responsable de Silversea.

Nadar entre tiburones ballena

Gran viaje por Asia Pacífico. En febrero de 2019 Silversea ofrecerá una nueva ruta por el Pacífico que recorrerá la costa de Sydney, los paisajes de Nueva Zelanda, para emprender después el rumbo hacia el sudeste asiático. En Filipinas, se podrá nadar entre tiburones ballena y en Borneo, visitar un refugio de orangutanes con el que la empresa colabora en proyectos de protección de los primates.

Nueva flota. En los tres próximos años, Silversea Expeditions pasará de tener nueve a 11 cruceros, con una capacidad de entre 50 y 300 suites, y que no superan los 600 pasajeros. Un número muy reducido si se compara con los cruceros generalistas que albergan entre 3.000 y 5.000 personas.

“Cada itinerario requiere de un exhaustivo trabajo de unos tres años”, prosigue Cabella, tras enunciar varios de los nuevos destinos que ofrecerán el próximo año. Entre ellos, la Colección Explorer, nueve itinerarios que siguen las rutas de famosas expediciones de la Historia y que ha sido posible gracias a la colaboración de la Royal Geographical Society, a la que perteneció, por ejemplo, Charles Darwing.

“El equipo incomparable de especialistas” que acompañan a los viajeros en sus expediciones, ha jugado, según cuenta Cabella, “un papel crucial en el éxito de la empresa”. Entre ellos, historiadores, pero sobre todo científicos y biólogos que ejercen como profesores en “las universidades más prestigiosas del mundo”, y que además de mostrar a los cruceristas la increíble fauna, como podría ser la de las Galápagos, ofrecen conferencias y debates a bordo para completar la experiencia.

Una oferta diseñada para un público muy concreto: “Nuestros clientes no son ni adictos a las compras ni quieren estar todo el día en la cubierta tomando el sol. Son personas activas, curiosas, aventureras y verdaderos amantes de la naturaleza”, destaca.

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