Zuckerberg pide perdón a Europa por la fuga de datos de sus usuarios
Promete trabajar para evitar interferencias en las elecciones europeas Se compromete a que la red social sea neutral respecto a las ideologías políticas
El fundador y máximo ejecutivo de Facebook, Mark Zuckerberg, ha pedido perdón este martes en el Parlamento Europeo por la fuga de datos de sus usuarios y por haber tolerado la injerencia en procesos electorales como los de EE UU.
El líder de la compañía ha intervenido ante los presidentes de los grupos parlamentarios en una comparecencia que, en contra de lo previsto inicialmente, no ha sido a puerta cerrada sino retranstimida en directo. El encuentro se produce a petición del Parlamento Europeo tras el reciente escándalo de Cambridge Analitica, la consultora británica que utilizó fraudulentamente millones de datos obtenidos en Facebook para influir en la campaña que llevó a Donald Trump a la Casa Blanca en 2016.
"En los dos últimos años no hemos hecho todo lo necesario para evitar que las herramientas que hemos creado se utilicen para hacer daño", reconoció un contrito Zuckerberg ante los líderes del Parlamento y ante las cámaras. "Ha sido un error y pido perdón".
Zuckerberg mencionó, en concreto, la falta de medidas para evitar "la propagación de fake news, la interferencia en elecciones o la utilización fraudulenta de la información de los usuarios". El treintañero magnate atribuyó el error a una falta de previsión ante las nuevas técnicas de manipulación. "Estábamos más pendientes de la ciberdelincuencia habitual, como el phissing", confesó.
Pero aseguró que la compañía se ha enmendado. "Antes de final de año doblaremos, hasta 20.000 personas, el número de empleados dedicados a la seguridad de la red", prometió durante un encuentro de poco más de unos 90 minutos en el que los europarlamentarios coparon más de la mitad del tiempo.
La audiencia empezó con puntualidad rigurosa a la hora prevista, a las 18:20 horas. "Y por primera vez, esta Conferencia de presidentes es retransmitdia en directo", señaló el presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, para resaltar la importancia del encuentro.
"La democracia no puede convertirse en una operación de marketing en la que quien dispone de nuestros datos logra una ventaja política", le advirtió Tajani a un encorbatado Zuckerberg sentado a su izquierda y pendiente del pinganillo de interpretación ante los cambios de idioma que iban a sucederse.
Manfred Weber, líder del Partido Popular Europeo, agradeció las disculpas del estadounidense pero le señaló que "no es suficiente". Y le echó en cara el cuasi monopolio que explota la compañía en una parte del mercado de las redes sociales en Europa, donde cuenta con 400 millones de usuarios. "Creo que ha llegado la posibilidad de debatir sobre la escisión de su empresa. ¿Convénzame de que no debemos hacerlo?", le amenazó Weber. También el líder de los liberales, Guy Verhofstadt, le preguntó si cooperaría con las autoridades antimonopolio europeas. "¿Les abriría las tripas de su empresa para ver si existe un monopolio? ¿Aceptaría separar Facebook, WhatsApp e Instagram?".
Los reproches siguieron desde los líderes socialistas a los Verdes y abarcaron desde las críticas a la falta de respeto a la privicidad incluso de los no usuarios de Facebook hasta la elusión de impuestos que la compañía lleva a cabo en Europa.
Euroescépticos y extrema derecha, en cambio, acusaron a Zuckerberg de haber modificado el algoritmo para reducir su presencia en la red. "Las interacciones de Trump, las mías y las de otros conservadores han caído un 25% desde principio de año", lamentó el eurodiputado británico, Nigel Farage, del partido eurófobo UKip.
Farage aseguró que "la victoria de Trump, el éxito del brexit o el resultado de las elecciones en Italia no hubieran sido posible si las redes sociales no hubieran permitido a la gente esquivar a los grandes medios". Pero, según Farage, los cambios introducidos por Zuckerberg han acabado con esa posibilidad porque Facebook "ha dejado de ser una plataforma políticamente neutral aunque usted asegure que sí".
Zuckerberg evitó respuestas comprometedoras. El formato de la comparecencia le permitió escaparse de las preguntas más delicadas (como la que le formularon sobre si prometía que Facebook no va a volver a compartir datos con WhatsApp), porque las agrupó todas y las respondió de una sola vez, lo que le permitió elegir y descartar interrogantes.
Con todo, aseguró que su compañía trabaja en herramientas de inteligencia artificial para evitar que durante las próximas elecciones europeas "a alguien se le ocurra interferir como pudieron hacer los rusos en EE UU en 2016". "Es una de las prioridades de la compañía", remarcó. También defendió que trabajarán para que Facebook sea una plataforma imparcial. "Me comprometo a que no decidiremos sobre qué contenidos se permiten y cuáles no en función de las ideologías políticas".
Al hablar de regulación, Zuckerberg aseguró que "la cuestión no es si debería haberla o no, sino qué tipo de regulación debería haber: debe proteger, pero también ser flexible y permitir la innovación, y que las startups no tengan trabas para impulsar sus negocios".
El líder de Facebook, que defendió que siempre han pagado impuestos en todos los países donde operan "según la ley" y que han contribuido a la creación de empleo en Europa (donde ya cuentan con 10.000 trabajadores), insistió en su respeto a las normas y valores europeos y en su propósito de enmienda. Un compromiso que resumió con sarcasmo el eurodipuado liberal Guy Verhofstadt. "Quizá ni siquiera usted controla su compañía porque ha tenido que pedir perdón más de 15 veces en la última década. Este año ya ha pedido perdón tres veces... y solo estamos en mayo".
"Nunca seremos perfectos"
Zuckerberg defendió ayer que “el contenido inapropiado (el relacionado con el terrorismo o con el acoso, por ejemplo) no tiene cabida” en sus servicios, y que “nadie en Facebook quiere fake news”. Por ello, dijo, están trabajando en herramientas de inteligencia artificial y están contratando un gran número de personas para “detectar y revisar proactivamente y no de forma reactiva”, como hasta ahora, dichos contenidos.
En esta línea, Facebook ha hecho oficial la apertura de un gran centro de revisión de contenidos nocivos en Barcelona, en asociación con la compañía Competence Call Center (CCC), tal y como adelantó CincoDías en exclusiva el pasado 7 de mayo. La compañía tendrá en este centro un equipo de 500 personas que trabajarán en la revisión de contenidos que no cumplan las normas de la red social y que hayan sido denunciados por los usuarios de la plataforma.