Tinsa constata que los precios de la vivienda aún son un 36,7% más bajos que al final del boom
Las casas se revalorizaron un 5,4% en abril y en el acumulado del año se encarecen un 3,2% Las capitales y grandes ciudades son las áreas donde los pisos suben más, un 8,7% el mes pasado
La tasadora líder del mercado, Tinsa, ha publicado este lunes su indicador mensual de precios de la vivienda, según el cual las casas (tanto nuevas como usadas) se encarecieron de promedio un 5,4% en abril, respecto al mismo mes del año anterior. Este repunte se produjo sobre todo por la evolución que experimentaron los precios en las capitales y grandes ciudades, donde los precios se revalorizaron el mes pasado a un ritmo anual del 8,7%.
Así, esta estadística, que la tasadora elabora con datos procedentes de sus valoraciones, revela que el precio medio de la vivienda se ha revalorizado un 10,3% desde el mínimo que tocó a principios de 2015, aunque sigue arrastrando una caída acumulada desde máximos del 36,7% (finales de 2007-principios de 2008). En términos acumulados enero-abril de este año la subida se sitúa en el 3,2%.
Tinsa elabora cada mes un estudio sobre el valor promedio de los inmuebles en cinco áreas representativas de los diferentes segmentos que componen el mercado inmobiliario. En el informe publicado este lunes, destaca cómo España no mostraba un ritmo de crecimiento anual tan elevado a nivel nacional desde el tercer trimestre de 2007. En cuanto a qué zona tira más de este repunte de los precios inmobiliarios, las capitales y grandes ciudades siguen ejerciendo de locomotora de la reactivación, con un incremento del 8,7% en los últimos doce meses.
También muestran subidas importantes las áreas metropolitanas, con alzas medias del 5,7% y los dos archipiélagos, donde las casas se revalorizan a un ritmo del 5,6% anual. Por su parte, en la costa mediterránea el crecimiento ha sido de apenas un 0,3% anual, lo que podría anticipar que las subidas de precios estén tocando techo. Se trata de la apreciación más moderada de todas las contabilizadas el mes pasado, seguida de un pequeño incremento del 1,1% anual en el área que Tinsa denomina "resto de municipios", que engloba a las localidades más pequeñas.
Mayores pérdidas de valor
El precio medio de la vivienda terminada en España continúa recortando progresivamente la brecha generada en la última década, aunque todavía mantiene una caída acumulada del citado 36,7%. Después de más de tres años desde que se iniciara la recuperación de los precios de la vivienda, la costa mediterránea continúa siendo el mercado más castigado por el estallido de la burbuja, ya que en la actualidad, los precios de los pisos allí aún acumulan una depreciación del 45,8%. Le siguen las áreas metropolitanas como las zonas donde hoy las casas aún están más lejos de los precios máximos marcados en la anterior etapa alcista, un 42,8% por debajo. Se trata de las dos áreas donde más se construyó en el pasado boom y donde más se concentró el excedente de casas, lo que hizo que los precios se desplomaran.
Y mientras, pese a haber incrementado su valor un 18,6% desde mayo de 2015, las capitales y grandes ciudades tienen hoy las casas un 36,6% más baratas que en 2007. Con ajustes inferiores a la media nacional se sitúan el resto de municipios, con una depreciación acumulada del 36% y Baleares y Canarias, con el -23,8%.
El estudio de Tinsa se completa con un repaso de los principales indicadores macroeconómicos y del mercado inmobiliario que explican el avance de los precios de las casas como es la evolución del desempleo, la afiliación a la Seguridad Social, o el cierre del euríbor (ver gráfico). Además de los precios, la bonanza del mercado inmobiliario se ve certificada por el crecimiento experimentado por las ventas de pisos, la contratación de hipotecas o los visados de viviendas iniciadas que dan idea del buen momento por el que vuelve a atravesar el sector.
Los expertos recuerdan que la creación de empleo, las buenas condiciones hipotecarias y la numerosa oferta de vivienda a precios todavía razonables explica que cada vez se vendan más casas. No obstante, en las grandes urbes como Madrid y Barcelona comienza a ser preocupante la evolución de los precios de algunos barrios y la escasez de vivienda para las familias con menos recursos, lo que les vuelve a expulsar del mercado, creando bolsas de demanda insolvente, sobre todo entre los más jóvenes.