TBS (Sabadell): por qué debe haber test de estrés tecnológicos
Su colapso es una advertencia para los grandes bancos británicos que están en proceso de separar sus divisiones minoristas
El colapso tecnológico del británico TSB, filial de Sabadell, ha revelado un punto ciego en los esfuerzos por preparar los bancos para impactos inesperados. El sistema dejó a la mitad de sus 1,9 millones de clientes online sin acceso a sus cuentas. Es una advertencia para los grandes bancos británicos que están en proceso de separar sus divisiones minoristas.
TSB lleva teniendo problemas desde el 22 de abril, cuando intentó trasladar 1.300 millones de registros de clientes de la plataforma de su antiguo dueño, Lloyds, a una nueva desarrollada por Sabadell. Un pequeño fallo permitió a algunos clientes ver las cuentas de otros. Cuando esto se divulgó en las redes sociales, un pico del tráfico online puso más presión sobre el sistema. Tras una semana de interrupción, el banco cerró temporalmente todo el acceso online. El CEO y el presidente de TSB se enfrentan hoy a un interrogatorio por parte de los legisladores.
TSB, que fue comprada por Sabadell por 1.900 millones de euros en 2015, es el último banco en sufrir un fallo informático. RBS fue multado con 64 millones de euros en 2014, y grandes bancos de EE UU también se han visto afectados por apagones.
El regulador podría ayudar. Pensemos en los test de estrés anuales del Banco de Inglaterra, que examinan qué pasaría con los balances de las entidades en una serie de escenarios poco probables. Del mismo modo, se podría exigir a los bancos que demuestren que pueden hacer frente a un aumento inesperado del tráfico online, incluso en medio de una actualización tecnológica. Los que no superaran la prueba se verían obligadas a impulsar la inversión en infraestructura.
Los bancos tienen pocos incentivos para arreglar sus chirriantes sistemas, ya que no están sufriendo las consecuencias. En los 12 meses siguientes a la interrupción del servicio de RBS, que duró varias semanas, sus depósitos minorista de Reino Unido aumentaron, de hecho.
El Banco de Inglaterra está en ello. El vicegobernador Sam Woods ya ha hablado de nuevas reglas que abordarían la “resiliencia operativa”. Un robusto test de estrés tecnológico podría ser la mejor manera de evitar problemas futuros.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías.