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La guerra entre EEUU y China es digital -- ZTE no podrá actuar en EEUU

EEUU y China pueden imponer aranceles sobre algunas de sus importaciones. Pero EEUU no es uno de los princpales destinos de las exportaciones chinas, y si EEUU impone aranceles sobre productos de aeronáutica y maquinaria, la respuesta de China afectará especialmente a exportaciones agrícolas de EEUU a China, tales como soja, vino y nueces. La pugna dura se está produciendo por el control de empresas de tecnología punta. Cualquier inversión extranjera en EEUU, o adquisición de una empresa de EEUU (o una occidental con vínculos con EEUU) debe ser estudiada por el Comité de Inversiones en EEUU (CFIUS), que incluye a 16 ministerios y agencias federales. CFIUS evalua si la operación presenta una amenaza a la seguridad nacional de EEUU, efectua una recomendación y el presidente tiene la última palabra.

Desde 2016, aún en época de Obama, y por recomendación de CFIUS, Obama y Trump han vetado la compra del fabricante alemán de semiconductores Aixtron, de la empresa de mapas 3D NV Here, de Lattice Semiconductor y la que hubiera sido la mayor fusión de la historia del sector tecnológico, la compra de Qualcomm por Broadcom. Aunque Broadcom es de capital de Singapur, CFIUS argumentó que si se producía la fusión se invertiría menos en I+D+i de cara a 5G y otros sectores punta.

Esta semana, el gobierno de EEUU ha anunciado que prohibe a sus empresas hacer negocios con ZTE, y AT&T ha decidido no vender más teléfonos móviles de Huawei en EEUU.

Debemos tener en cuenta que las acciones de EEUU son una respuesta a la práctica de obligar a empresas extranjeras a transferir su tecnología si quieren operar en China, y especialmente si lo hacen con una empresa china. Beijing asimismo no ha respetado los derechos de propiedad intelectual durante años, ha expotado acero a precios inferiores a los de producción (dumping) y declarado en un documento que aspira a la supremacía en diversos sectores tecnológicos.

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