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Procter & Gamble deberá integrar bien la parafarmacia de Merck

La compra necesitará una inyección de vitaminas para ganarse el apoyo del activista y nuevo consejero Nelson Peltz

Cabezales de cepillo de dientes Oral-B, de Procter & Gamble.
Cabezales de cepillo de dientes Oral-B, de Procter & Gamble.REUTERS

Comprar cosas no es la prescripción estándar para compañías presionadas por inversores activistas. La compra por 3.400 millones de euros de la unidad de parafarmacia de Merck por parte de Procter & Gamble necesitará una inyección de vitaminas para ganarse el apoyo del nuevo consejero Nelson Peltz.

Para el grupo alemán es un buen paso. Merck obtiene la mayor parte de sus ingresos de la venta de medicamentos con receta y de cristales líquidos para smartphones o televisores. Eso vuelve ilógico que sea dueño de medicamentos de venta libre como el suplemento para el embarazo Femibion. El sector se está consolidando, y crece la competencia con proveedores online como Amazon.

Dados estos retos, Merck ha conseguido un buen precio. El acuerdo valora el negocio en 3,7 veces las ventas del año pasado, superiores a las 3,3 veces que pagó Nestlé por el fabricante de vitaminas Atrium en diciembre.

El atractivo para P&G está menos claro. Es cierto que compra un negocio relativamente robusto que ha visto crecer sus ingresos un 6% anual en los últimos dos años. Eso suena bien, dado el lento crecimiento del 1% en las ventas que reportó P&G en su división de salud en enero-marzo. El nuevo propietario también debería poder aumentar los márgenes. El negocio de Merck generó un beneficio operativo de 140 millones el año pasado, equivalente a un margen de algo más del 15%.

Supongamos que P&G pueda aumentar el crecimiento de las ventas de la unidad al 8% anual y reducir en un 10% su base de costes, aumentando el margen operativo al 25%. Dentro de cinco años, el negocio aportaría unos 244 millones después de impuestos. El rendimiento del capital invertido apenas superaría el 7%, en línea con el coste del capital de P&G.

Son suposiciones bastante audaces. Y P&G podría tener dificultades para integrar el negocio. Peltz sostuvo el año pasado que la compañía debería hacer más operaciones corporativas, pero criticó la integración de adquisiciones pasadas. Es cierto que la nueva compra es relativamente pequeña para un grupo de 159.000 millones de euros. Pero P&G tendrá que trabajar duro para pasar el test Peltz.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías.

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