El problema son los oligopolios, no empleadores poderosos como Amazon
Crecen en EE UU las críticas a los monopsonios: demandantes o compradores con gran capacidad para fijar salarios
Un monopsonio es un mercado dominado por un solo demandante o comprador (a imagen del vendedor en los monopolios). Eric Posner, profesor de Derecho de la Universidad de Chicago, sostiene que en EE UU cada vez hay más empleadores monopsónicos, con un gran poder para fijar salarios, y que además desalientan la innovación técnica y restringen la contratación.
Lo peor, a su juicio, son los contratos que impiden a los empleados irse a la competencia, que son habituales en muchas compañías, Amazon entre ellas. Defiende también que la reducción del número de empleadores reduce los sueldos de los trabajadores cualificados. Eso es posible, pero no probable. Las industrias más concentradas tienden a estar dominadas por empresas grandes y exitosas, que según los estudios, suelen ofrecer salarios relativamente altos.
Esto indicaría que intensificar la competencia es la manera equivocada de aumentar los salarios en general.Un enfoque más prometedor puede ser que los Gobiernos actúen como monopsonistas benéficos. Los aumentos en el salario mínimo interprofesional tienden a hacer subir todos los salarios bajos. En regiones con pocos empleadores, los trabajos públicos bien remunerados pueden fijar el estándar para las empresas privadas.
Es posible, sin embargo, que Posner y sus colegas exageren los males causados por los monopsonios en EE UU. Es difícil de decir, dado lo mucho que está cambiando la economía por la internacionalización y la tecnología. Pero el control de las empresas sobre los precios es mucho más fuerte que sobre los sueldos. Cuasimonopolios como Google o Facebook son ejemplos extremos: pagan muy bien a sus empleados y casi no tienen rivales notables. El sector aéreo o el farmacéutico también tienen un gran poder de fijación de precios. Y las empresas ni se plantean bajarlos para competir, pese a los recortes fiscales.
Una industria en la que las empresas cooperan –tácitamente, porque formalmente sería ilegal– tan bien que funcionan casi como un solo proveedor tiene un nombre: oligopolio. El comportamiento oligopolístico es más visible e importante en la economía contemporánea que el monopsonístico.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías.