Tecnología al servicio del contribuyente
En 1999, España se convirtió en el primer país del mundo en aceptar una declaración de la renta por la red
El 11 de septiembre de 1978 se publica en el Boletín Oficial del Estado la Ley del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, de 8 de septiembre, Ley 44/78. Esta Ley, que se publica siendo Ministro de Hacienda con la UCD Francisco Fernández Ordoñez bajo la Presidencia de Adolfo Suárez, cumple este año su 40 aniversario.
La ley se anticipa, de alguna manera, al mandato del artículo 31 de la Constitución que entró en vigor en diciembre del mismo año, al incorporar los principios de capacidad económica, progresividad e igualdad. La evolución de la gestión del tributo durante todo este período corre en paralelo a la evolución de la propia materia sustantiva del impuesto y de la aparición y desarrollo de las computadoras, los PC’s, internet, y en general, el avance de las comunicaciones en lo que podemos denominar, en sentido amplio, el fenómeno de las nuevas tecnologías.
La voluntad por parte de la Administración Tributaria española de estar siempre a la vanguardia en la utilización intensiva de las nuevas tecnologías es lo que permitió, entre otros hitos, que el 3 de mayo de 1999, se presentase por internet la primera declaración de la renta correspondiente al ejercicio 98 por parte de un contribuyente español, siendo así España el primer país en el mundo que admitió una declaración de la Renta por internet mediante un procedimiento seguro con identificación de presentador.
Para la consecución de este hito, o de otros, como lo fueron también el borrador de la declaración (cuya primera prueba piloto se desarrolló en 2002) o la petición de datos fiscales (1998) sustituida por la posterior comunicación (2003) de la información o datos fiscales que la Administración Tributaria tiene sobre el contribuyente, han sido esenciales algunas características propias del modelo español de relación con el contribuyente, como son el NIF, el censo de contribuyentes y las declaraciones informativas que los diferentes agentes tienen que presentar con datos financieros, económicos, patrimoniales, censales o de cualquier otra índole. Estas cargas indirectas a los contribuyentes son las que permiten ofrecer unos servicios de asistencia y ayuda en la confección y presentación de la declaración de la Renta que me atrevo a calificar de modélicos en relación con otras administraciones tributarias.
Pero antes de que todo esto ocurriera hubo otros hitos en esta historia que no debemos olvidar, por más que hoy nos parezcan superados, ya que fueron muy importantes en su día y sentaron las bases para los desarrollos y éxitos posteriores. Me refiero, entre otras cuestiones, al programa Padre. En 1984 se realiza el primer Padre Host para asistencia en nuestras oficinas, que evoluciona hasta el primer programa Padre para sistema operativo MS-DOS en 1988 y hasta la primera posibilidad de descargar el programa por internet, que se produce en 1996.
Importante también fue la posibilidad de domiciliación bancaria del pago el último día de la campaña, introducida en 2004, por lo que supuso de facilitación de la presentación de la declaración y comodidad para el contribuyente, al permitir evitar las largas colas que, tanto en las entidades colaboradoras como en las oficinas de la propia AEAT, se producían el último día de presentación de las declaraciones a ingresar. Esta opción de domiciliación permitió, a partir de entonces, presentar la declaración con anterioridad a su ingreso, rompiendo así la unidad de acto de las autoliquidaciones en cuanto a su presentación e ingreso.
Unos años más tarde, en el año 2009, se puso a disposición de los contribuyentes la sede electrónica de la AEAT y, ya en 2014, el PIN24H, un sistema de identificación para personas físicas que permitía realizar trámites en la sede electrónica de la Agencia Tributaria y que fue sustituido en 2015 por el sistema Cl@ve PIN.
La Renta Web, proyecto iniciado en 2016, sustituyó al conocido y mencionado programa Padre para todos los contribuyentes en 2017, año en que también se implantó definitivamente la cita previa general.
Por último, en el año 2018 se ha creado una nueva aplicación para dispositivos móviles y tabletas que facilitará la presentación de declaraciones. También se establece la creación de un programa de llamadas salientes, incrementando así la asistencia telefónica, y se adelanta la prestación de determinados servicios de asistencia al contribuyente.
La evolución de la gestión del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas va muy unida a la propia evolución de la sociedad española en estos 40 años, pues es el resultado de un esfuerzo colectivo. Este proceso de desarrollo en la gestión del impuesto lo ha pilotado la AEAT, pero hubiera sido imposible de realizar sin la ayuda y participación de los colaboradores sociales, las entidades financieras colaboradoras, las CCAA y las Corporaciones Locales.
La Agencia Tributaria española mantiene la intención de seguir con esta evolución en la gestión, no sólo del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, sino de todas las figuras tributarias. Tenemos el compromiso de seguir siendo intensivos en el uso de las nuevas tecnologías, aspirando a una Administración Tributaria absolutamente digitalizada y al servicio del contribuyente, modernizando la asistencia telefónica e introduciendo asistentes virtuales que aprovechen los avances de la inteligencia artificial, o herramientas como el localizador del hecho imponible del IVA, que está a disposición del contribuyente en la página web de la Agencia. También utilizando sistemas flexibles y generales de comunicación con los contribuyentes, como son las preguntas frecuentes o los foros en la página web, que ya se han establecido para el reciente proyecto del Suministro Inmediato de Información del IVA. En general, todo ello con el objetivo de aportar a la gestión de las diferentes figuras tributarias la máxima cercanía y flexibilidad para ayudar a los contribuyentes a cumplir con sus obligaciones tributarias, estando a la vanguardia en la utilización de las nuevas tecnologías.
Santiago Menéndez Menéndez es Director General de la Agencia Tributaria